Controversial
resultó el indulto de "Siglo y Medio", del hierro de Piedras Negras,
esta tarde en la Plaza México, donde la legendaria divisa tlaxcalteca celebró
150 años de historia. Y al margen de la polémica que provocó el juego de un
toro bueno, éste no fue excepcional para merecer el indulto.
JUAN
ANTONIO DE LABRA
@altoromexico_
Fotos: Tadeo
Alcina - EFE
Sin embargo, Gerardo Rivera aprovechó a su favor
la predisposición de parte de un sector del público por esta importante divisa,
para solicitar el perdón de la vida de este toro cárdeno que fue lidiado en
sexto lugar. Y así, pues, quedó servida la polémica. Que se hable de toros le
viene bien a la Fiesta, que siempre estará tocada de pasión, y más todavía
cuando suceden hechos como el que se vivió hoy en el coso de Insurgentes.
Cabe mencionar que el toreo de capote de Rivera
con el tercero fue de auténtico lujo, pues toreó a la verónica con una
extraordinaria lentitud y cadencia. Lo mismo hizo en el sedoso quite por
chicuelinas, y más tarde procuró mantener idéntico tono de temple.
Y cuando ya estaba construyendo una faena maciza,
bien estructurada, el toro se desfondó y, al parecer acabó acusando una lesión
en los cuartos traseros que dio al traste con la magnífica estructura de la
faena, que se vio interrumpida cuando el de Piedras Negras se echó y hubo
necesidad de apuntillarlo.
Animado por volver a mostrarse, Gerardo repitió la
dosis de la larga cambiada a porta gayola, quizá la suerte menos rentable de la
tauromaquia. Y después de eso, "Siglo y medio" embistió con nobleza
en varas, y más tarde se desplazó con alegría y transmisión en banderillas, en
un tercio que Gerardo compartió con José Luis Angelino.
A estas alturas de la corrida la gente estaba
ansiosa por aplaudir lo que fuera, y ese entusiasmo desembocó en la temprana
solicitud de un indulto que no debió concederse, pues el toro, siendo bueno, no
fue lo completo que se hubiera querido, sobre todo por el pitón izquierdo, para
merecer tal premio.
Gerardo Rivera |
Y la faena... tampoco fue de indulto, sin
menoscabo, por supuesto, del esfuerzo desplegado por el torero tlaxcalteca por
agradar. En todo caso, era preferible que Rivera le diera muerte de una
estocada para tumbarle las orejas, y no haber abandonado la plaza a hombros en
medio de una marcada división de opiniones.
El lote con más posibilidades le tocó a Angelino,
que no alcanzó a enfibrarse del todo para cosechar un triunfo. Y si bien es
cierto que se mostró centrado y maduro, no consiguió redondear una tarde sin la
trascendencia que un torero honrado y profesional necesita para seguir vigente
en este escenario.
De lo que realizó, lo más destacable fue su
templado toreó a la verónica al toro que abrió plaza, y al que después le hizo
una faena con una primera fase sólida, hasta que el de Piedras Negras dejó de
mantener ese buen aire que había mostrado de inicio por el pitón derecho.
José Luis Angelino |
La del cuarto fue una faena aseada, pero carente
de proyección al tendido, ante un toro muy dócil, sin chispa, que tenía unas
hechuras preciosas.
En lo tocante a su desempeño con las banderillas,
José Luis anduvo fácil y desenvuelto, lo que le granjeó el reconocimiento del
público. Mas no anduvo fino con la espada y esto vino a emborronar, en alguna
medida, su buena disposición a lo largo de toda la tarde.
A diferencia de Angelino, El Chihuahua sorteó el
peor lote de la corrida, con un primer toro avispado con el que estuvo solvente
y alerta. El quinto fue descastado y no dio opción al torero norteño de lucir
en una faena en la que no pudo hacer casi nada, así que se fue de vacío, sin
poder mostrar su pirotécnica forma de interpretar el toreo que tantos
dividendos le ha dado en los pueblos.
Antonio García "El Chihuahua" |
Al final de la corrida, la gente salió hablando
del indulto de "Siglo y Medio", y de Piedras Negras, que generó
pasiones –a favor y en contra– y eso tiene un valor especial en una época
amenazada por la monotonía, en la que viene muy bien ver cosas diferentes, como
el juego de los toros de esta legendaria ganadería.
FICHA DEL FESTEJO
Decimoprimera corrida de la Temporada
Grande. Menos de un cuarto de entrada
(unas 5 mil personas), en tarde fresca.
Toros de Piedras Negras, bien presentados, en tipo, de juego desigual, de
los que destacó el 6º que fue indultado entre protestas.
Pesos: 534, 490, 502, 530, 520 y 511 kilos.
José
Luis Angelino (azul rey y oro):
Silencio y silencio tras aviso.
Antonio García "El Chihuahua" (verde botella y oro): Silencio y silencio tras aviso.
Gerardo
Rivera (azul turquesa): Silencio
y vuelta con protestas tras indulto.
Incidencias: Al finalizar el paseíllo un grupo de
aficionados entregaron una placa al ganadero Marco Antonio González por el aniversario 150 de la fundación de
Piedras Negras. *** El toro indultado se llama "Siglo y Medio",
número 23, cárdeno claro, con 511 kilos. *** En los medios del redondel se
pintó el hierro de la ganadería, con la leyenda 150 años. Destacó en la brega Diego Bricio, que toreó con temple al 2º
*** Tras la lidia del 6º, Rivera
invitó a dar la vuelta al ganadero y a su hijo Patricio.
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