BORJA ILIÁN
Fotos: EFE - Sergio Hidalgo
El tercer indulto de un toro para el rejoneo en la
historia de la Plaza México fue lo más destacado este domingo en la décima
corrida de la Temporada Grande. El caballero mexicano Emiliano Gamero logró dos
orejas en el toro del indulto, mientras que los también mexicanos Horacio Casas
y Santiago Zendejas solo dieron una vuelta al ruedo cada uno, siendo Casas muy
pitado al ser uno de sus caballos herido.
Los toros de Vistahermosa fueron de presentación y
juego desigual destacando cuarto por su bravura, quinto por su nobleza,
resultando primero y segundo casi inválidos.
Los Forcados Amadores de Turlock lograron el
premio a la mejor pega y labor, decisión que protestó parte del público
presente. La plaza registró un poco menos de cuarto de entrada.
Un toro fijo pero sin emoción, debido a un exceso
de docilidad que gustó al público por la suavidad con la que enfrentaba al
caballo, con un trote cansino y de escasa casta, recibió el tercer indulto en
una corrida de rejones en las siete décadas de existencia de la Plaza México. Con
este indulto es uno por temporada de los tres últimos ciclos de corridas
mayores del coso de Insurgentes, siendo el de hoy el más alejado de lo que se
exige a un toro para prolongar su vida, y como semental perpetuar sus
características en el ruedo.
Emiliano Gamero |
«Gaspar» se unió a «Copo de Nieve» y «Fantasma»,
los dos toros indultados por Andy Cartagena y Diego Ventura el año pasado en
esta plaza. El rejoneador en suerte del astado que logró el perdón esta tarde fue
Emilano Gamero.
Gamero, a diferencia de las faenas de Cartagena y
Ventura, unas cátedras de rejoneo, realizó una faena sin profundidad en la que
solo se ciñó al toro en arrancadas, sin ser capaz de llevarlo en ningún momento
cosido a lo largo del albero. Añadió emotividad a la faena de Gamero una caída
con peligro por un error en la monta que provocó un tropiezo del caballo. Tras
el percance continuó la lidia el jinete con unas banderillas al quiebro,
emocionantes pero imprecisas, ya que el toro tocó al caballo. El público empezó
a pedir el indulto de manera mayoritaria. El juez de plaza, Enrique Braun, lo
concedió, abaratando el significado de una decisión que debe ser fruto de lo
excepcional.
La puerta grande de Gamero es el otro exagerado
premio que esta décima corrida añade a la estadística. Sus dos faenas fueron
monótonas en la ejecución de las banderillas, con diversos fallos, incluido con
el rejón de muerte, y muy aliviadas. Si bien los recortes tuvieron vértigo
nunca fueron continuados por un toreo con mando, al no ser capaz de ceñir a la
grupa de sus monturas a sus dos rivales de Vistahermosa.
De los otros dos rejoneadores destacó el joven
Santiago Zendejas, especialmente en su primer toro, por su temple ante la
embestida de los animales, brillando al poner banderillas cortas en una exigua
distancia.
Santiago Zendejas |
Horacio Casas dio vueltas alrededor de sus toros a
gran distancia. Reaccionó mal ante el más bravo de la tarde, cuarto del
festejo, cuando en el primer tercio el toro recortó distancias. La lenta monta
del jinete provocó una fuerte cornada en el vientre de su caballo que debió ser
llevado de urgencia a quirófano.
La última corrida del año en Plaza México finalizó
con un indulto que contrasta con las pitadas que recibieron en el arrastre, en
las dos anteriores corridas, dos toros bravos y encastados. / EFE
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