FRANCISCO
RACINES
Los diestros españoles David Fandila "El
Fandi", Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera pusieron este sábado el
toque artístico del festival "Virgen Esperanza de Triana", que dio
fin a la feria de la ciudad de Latacunga, en el centro andino de Ecuador. El
rejoneador ecuatoriano Álvaro Mejía y el torero de la tierra Álvaro Samper no
tuvieron suerte y la falta de oficio les perjudicó en la tercera y última
jornada del ciclo ferial, donde también el español Enrique Ponce vio
escapársele los trofeos por culpa de la espada.
Se lidiaron toros de las ganaderías de Triana y
Huagrahuasi, de juego variado en la última corrida de la feria latacungüeña
que, como las anteriores jornadas, lució un llenó hasta la bandera.
El rejoneador Mejía abrió la tarde con mucha
voluntad y mostró temple al salir a la arena, pero pronto dejó en evidencia la
falta de oportunidades y de festejos durante la temporada en el país, pues sólo
pudo colocar una banderilla larga y una corta, e hizo varios intentos para
ubicar el rejón de muerte. Silencio.
Continuó Enrique Ponce, con el segundo, al que le
mostró su sobrio capote por doblones, verónicas muy toreras y el remate por
chicuelinas, mientras que con muleta dejó ver su maestría en la técnica con
tandas por ambas manos y naturales, aunque una estocada caída sólo le permitió
dar una vuelta al ruedo y escuchar una ovación de pie.
Morante salió al albero y desde el inicio liberó
su genio ante un ejemplar bravo y bien hecho, con pases muy toreros y variados,
verónicas bien rematadas y hasta puso un buen par de banderillas, para tomar la
muleta y torear muy despacio, con naturales de gran transmisión y arte, pero
pinchó y luego mató recibiendo con estocada completa. Dos orejas.
"El Fandi", que ha dicho sentirse en su
casa cuando torea en Ecuador, derrochó valor y técnica, estuvo variado con el
capote por verónicas seguidas de chicuelinas y tafalleras, y también fue por
las banderillas donde ocurrió lo impensable, pues falló en el primer par, pero
se recuperó en el segundo y concluyó el tercio con su clásico violín.
Ya con la muleta, el diestro granadino empezó de
rodillas con pases por alto para llevar al toro a los medios, luego tandas por
ambas manos, manoletinas y faroles invertidos, para concluir de una estocada
contundente. Vuelta al toro en el arrastre y dos orejas al torero.
Llegó el turno de Perera que, con el capote,
mostró un toreo clásico y artístico fundamentado en verónicas y chicuelinas,
pero con la muleta estuvo más variado con pases por ambas manos, aunque
destacaron los de la derecha que agitaron los tendidos, y ya en la suerte
suprema pinchó y colocó media estocada. Una oreja.
Cerró la feria el nacional Samper, quien también
dejó en evidencia la falta de oficio y la poca actividad, mejor con el capote
donde mostró torería y arte, pero muy poco con la muleta y con la espada, pues
falló, pinchó dos veces, colocó una estocada que solo atravesó músculo y otra
media estocada. Vuelta al ruedo.
Con este festival terminó la feria de Latacunga,
considerada una de las más importantes de Ecuador, y que ha concitado el
interés de la afición taurina nacional. / EFE
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