lunes, 23 de diciembre de 2019

Diez años que han cambiado la realidad taurina

Cambios sociales, nuevos hábitos y problemas económicos
Parece como si la estadística le diera toda la razón al empresario Ramón Valencia, que viene desde hace un tiempo reclamando la necesidad de negociar una reestructuración del sector taurino. Entre una economía poco ajustada a la realidad, unos cambios sociales importantes y unos hábitos diferentes entre los aficionados, todo lleva a que el número de festejos mayores se haya reducido en las últimas 10 temporadas; lo que en 2010 fueron 721 corridas de toros, en la pasada campaña se redujeron a 450, contabilizando datos sólo de España y Francia.

Redacción www.taurologia.com
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Cuando se mira hacia la evolución seguida por la Fiesta en los últimos 10 años, puede aproximarse uno bastante a la nueva realidad que hoy se vive. Los cambios sociales habidos, los nuevos hábitos de los aficionados --que priman las entradas sueltas sobre los abonos-- y la propia economía del negocio taurino, todo ello ha dado un cierto vuelco a lo que hace tan sólo una década era usual.

Y así, si se toma como referencia la evolución de las corridas de toros en mercados homogéneos como son España y Francia, se observa una reducción del número de espectáculos mayores organizados, que de los 721 que hubo en la temporada de 2010 se ha pasado a 450 en la de 2019, el número más bajo de la época.

Pero esa drástica reducción se ha hecho básicamente a costa de plazas de tercer orden. De las 324 plazas que dieron corridas de toros en 2010, ahora hemos pasado a tan sólo 224.

"El Juli" lidera el escalafón con 43 festejos, el menor número de los últimos 100 años

Se trata de una caída que mayoritariamente se refiere a cosos que daban al año un solo festejo mayor, que ahora se ha transformado sobre todo en festivales picados. Lo que nos viene a confirmar que en plaza de poco aforo no caben los actuales números de la economía taurina: no pueden soportarse los costes de estos espectáculos.

De forma paralela, la actividad de los matadores de toros se reduce. Si en 2010 hasta 209 toreros se vistieron de luces, en la pasada campaña la nómina en activo se redujo a 145.  Es lo que explica los cambios profundos que se dan en los escalafones.

Como resulta obvio, todos estos cambios tan apreciables ha traído de la mano una nueva estructura económica de la Fiesta. La viabilidad de un festejo mayor en nuestros días encuentra no pocos escollos en su camino.

Aunque también es cierto que en esta última década nunca ha sido posible sentarse seriamente a negociar, para construir un nuevo sector. Por más que Ramón Valencia, gestor de la Maestranza, lo haya dicho con toda claridad: "En algún momento habrá que sentarse para reestructurar el sector". Son palabras que cayeron en el vacío.

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