MANOLO MOLÉS
@ManoloMoles
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Redacción APLAUSOS
Por tanto, 2020 y 2021 la plaza de Madrid
mantendrá en la sala de mando a Simón y a Rafael. Por cierto, dura y
encarnizada la pelea en Francia entre los dos gallos galos: Simón y Juan
Bautista, Nimes y Arles. De momento Simón sigue cuatro años más en su Coliseo y
Juan Bautista tres en el otro templo romano. Pero hay mar de fondo porque a más
de sus dominios está Mont de Marsan, está Dax y está la primacía de las galias
taurinas. Donde se hacen las cosas bien, por cierto. Donde la afición que luego
pasará por taquilla pide tercio de varas completo y toreros que sean capaces
con esas ganaderías que hace años no catan las figuras.
ENRIQUE
PONCE, EL TORERO QUE BATE TODOS LOS RÉCORDS
Ya es récord en casi todo. Me refiero al
incombustible Enrique Ponce, que acaba de cumplir 48 años y está como si
estuviera empezando. Cifras para la historia jamás superadas. Lleva, ojo: 2.458
corridas de toros, 5.093 toros toreados, 68 alternativas y 43 toros indultados
(datos del 8 de diciembre de 2019). Bestial y récord absoluto. Pero ojo, ahora
mismo es imposible descubrir si es verdad o mentira lo que se atribuye al
mítico y gran torero Pedro Romero. Dicen que mató su último toro en 1831, a los
77 años de edad, y aunque no se da por cierto ni seguro, se repite la
posibilidad de que llegara a matar 5.600 toros. Los 5.093 de Ponce están
contrastados. Bueno: pues ya tiene Enrique un reto (no contrastado), le quedan
508 toros por estoquear para sobrepasar al mítico rondeño. Si no lo ha hecho ya,
que también podría ser…
Precio carísimo y duro el que está pagando
Rafaelillo por el último y tremendo percance. Lleva meses con médicos y le
queda todavía lo que resta de invierno. Y de infierno. Todos, taurinos
incluidos, estamos en deuda con un torero tan honesto como maltratado.
Me alegra el retorno de un torero y un hombre
serio, profesional y digno, como mínimo de respeto y también de admiración.
Escribo de David Mora, un torero que ha dado más a la Fiesta de lo que él se ha
podido llevar. Estoy seguro de que vuelve para demostrar que tiene un sitio en
la tauromaquia actual.
Y me gusta que con un torero cosido a gestos y a
cornadas, pero que todavía no ha encontrado la senda de la tranquilidad y las
ferias, se vaya con un francés-andaluz al que conocemos como Luisito. Él
intentará que la carrera del malagueño vuelva a las ferias. El galo Luisito
sabe de toros y sus consejos al 99 % son perfectos y en voz baja. Lo he
comprobado. Espero para Fortes una etapa con menos dolor y más éxitos.
Seguimos con los empresarios escondidos. Nadie
propicia que se pueda entrevistar a Bailleres, padre o hijo, que van a ser un
grupo amplio y poderoso en la tauromaquia hispana. Y a los clientes, a los
aficionados, les gustaría conocer sus planes, sus novedades, sus metas y sus
respetos a la tauromaquia integral. La tauromaquia es cosa del pueblo y de
puertas abiertas. Pues silencio. Y a esperar el aficionado. Por cierto, gracia
y arte los del Faraón de Camas don Curro Romero cuando le preguntaron:
“Maestro, ¿qué público le gusta más?”. Se supone que se referían al de Madrid o
al de Sevilla y Romero lo bordó: “El público que más me gusta para torear es el
del tenis”. Grande el Faraón. Piénsalo: “Hay muchos que le imitan”.
UN
MONUMENTO PARA GALLITO Y OTRO PARA DIODORO CANOREA
Enorme el percance del rejoneador sevillano
Alejandro Rodríguez. No sucedió toreando a caballo sino volando con otros
compañeros en paramotor. Los médicos han explicado que sufre fractura, ojo, del
coxis, del sacro, de la mandíbula en cuatro partes y de dos vértebras, además
de heridas y abrasiones. Un drama. Me gusta más el valor de un ganadero como
Ricardo Gallardo, que ya le ha comunicado a la empresa de Las Ventas que la
próxima temporada quiere lidiar en Madrid cuatro corridas de toros y cuatro
novilladas. Acierta en esta ocasión la hermandad de la Macarena: José Gómez
Ortega “Gallito” tendrá un monumento en Sevilla y han encargado al escultor
Manuel Martín Nieto la realización de la obra. Todo esto coincidirá con los
cien años de la muerte de José en Talavera de la Reina.
Por cierto, ya que hablamos de monumentos: mi
amigo y “hermano” José Luis del Serranito, con otros amigos, ha encargado una
escultura muy torera para recordar en la Maestranza la figura del queridísimo
empresario de Sevilla don Diodoro Canorea. Él ha corrido con todos los gastos,
pero los maestrantes y la familia del inolvidable don Diodoro tienen la última
palabra de dónde se coloca el justo recuerdo que regalan los que quisieron ser
toreros y recibieron de don Diodoro respeto, en lugar de maltrato.
Yo no sé si el toro va a embestir con nobleza o
solo va a tirar cornadas. Al toro de la política me refiero. Y el corral está
revuelto. Atentos.
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