JAVIER RODRIGO
La plaza de toros de Pamplona (España), que dentro
de tres años cumplirá su centenario, es cada mes de julio el epicentro del
"terremoto" de los Sanfermines, que no podrían entenderse sin el
encierro a primera hora de la mañana y las corridas de toros por las tardes.
Esta plaza de primera categoría, con aforo para
19.721 espectadores, es una de las mayores del mundo, tanto por su capacidad
como por su fama internacional.
Actualmente, de las que siguen en activo, solo son
mayores las monumentales de Ciudad de México y las Ventas de Madrid. La de
Valencia, en Venezuela, tiene más aforo, pero en este momento no está en uso,
al igual que la mexicana de Playas de Tijuana, que ya está cerrada, ha
explicado a Efe Mariano Pascal, miembro de la Comisión Taurina de la Casa de
Misericordia.
Las primeras corridas de toros en Pamplona se
celebraban en la Plaza del Castillo, donde se colocaban unas tablas que
cercaban el ruedo y el festejo era presenciado por el respetable desde los
balcones. Cerca de ese lugar, en el solar donde actualmente se ubica el Teatro
Gayarre, se construyó en 1843 la primera plaza de toros, con capacidad para 900
personas.
Sin embargo, ya en el siglo XX, por necesidades
urbanísticas de la ciudad, se decidió construir otra plaza en las
inmediaciones. Pero el Ayuntamiento de la época no podía hacer frente al gasto
de una plaza nueva y cedió la iniciativa a la propia ciudad.
Para ello, en agosto de 1920, el Ayuntamiento
cedió a la Casa de Misericordia 11.443 metros cuadrados de terreno para que
ésta construyera y gestionara una plaza de toros. La institución social optó
por emitir obligaciones por importe de 1,3 millones de pesetas, que fueron
suscritas por varias entidades y cientos de pamploneses.
Las obras comenzaron en marzo de 1921 y, debido a
un incendio que arrasó la antigua plaza en agosto de ese mismo año, hubo que
acelerar los trabajos para que la nueva estuviera lista para los Sanfermines de
1922.
Para ello se contrató al arquitecto donostiarra
Francisco Urcola, al que avalaba la autoría del proyecto de la plaza de El
Chofre de San Sebastián y de la plaza de toros Monumental de Sevilla. Urcola
diseñó para Pamplona una plaza con 14.000 localidades y apostó por el hormigón
armado para su estructura. De hecho, ha subrayado Pascal, la plaza pamplonesa
es la segunda obra civil construida en hormigón armado más antigua de España.
La nueva plaza fue inaugurada el 7 de julio de
1922 con un cartel compuesto por toros de Vicente Martínez, y los espadas
Julián Diaz Saleri II, Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda.
En años posteriores la plaza fue reformada en
varias ocasiones, entre las que destaca la reforma realizada en 1967 por Rafael
Moneo. Desde que se construyó la plaza de toros, ha comentado Pascal,
"igual ha habido diez obras distintas. Se ha ido adaptando con el
tiempo".
De cara a su centenario en 2022, la Casa de
Misericordia ha programado una serie de trabajos de limpieza y consolidación y
el primero de ellos ha sido la restauración de su puerta monumental.
Con el tiempo, la plaza ha ido mejorando en
seguridad y en comodidad, hasta convertirse en una de las mejores del mundo.
Destaca sobre todo su enfermería, por su tamaño y su equipamiento.
"Hay muy poquitas enfermerías taurinas en el
mundo que tengan dos quirófanos", ha asegurado Pascal, quien ha comentado
que su uso para atender a heridos en los encierros "hace que tenga que ser
muy adaptable a distintas emergencias". / EFE
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