Varios
espadas los lidiaron
Ello
a consecuencia de la pandemia y en la misma dehesa se piensa que la situación
de la crianza de bravo está en una peligrosa situación
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial para
VUELTA AL RUEDO
Ya hemos dado cuenta aquí de la situación de varios
toreros afectados por la pandemia provocada por el Covid-19, algunos metiéndose
de lleno en el campo bravo porque han tenido esa oportunidad, otros buscando la
manera de no perder el tiempo y aprovecharlo para buscar donde ganar dinero,
sin descuidar la profesión por supuesto y algunos más que, aparte de su amor
por ser torero, han utilizado este tiempo para reanudar su etapa estudiantil.
Sin embargo, hay otro sector de nuestra Fiesta de
los Toros, el de la crianza de bravo, que ha resultado seria y peligrosamente
perjudicado por la contingencia sanitaria, y en concreto nos referimos a la
ganadería jalisciense de La Punta, una divisa de abolengo y que antes de esta
eterna cuarentena vivía una de sus mejores épocas por el producto de calidad
que ha producido.
Desgraciadamente, a causa de lo ya citado, el
ganado punteño en estos meses ha tenido un penoso destino, el qué en lugar de
lidiarse en una plaza, dentro de una corrida formal, en lugar de mandarse
inédito al rastro, se ha podido lidiar en su tentadero y los beneficiados, de
alguna manera, han sido varios diestros, quienes han logrado medirse con una
treintena de astados, es decir, lo que pudieron ser cinco encierros para
cualquier coso del país.
Por ello, logramos platicar con el ganadero don
José Vaca Elguero, representante de la célebre dehesa, con ya 102 años de
fundada, y esto fue lo que nos dijo:
“Sin duda, ha resultado más que complicada esta
etapa de confinamiento pues al pararse todo tipo de actividad, en lo particular
la Fiesta Brava, ha afectado en serio a toda su economía. Es por ello que en
los pasados tres meses tuvimos que matar a puerta cerrada hasta 30 toros y en
lugar de mandarlos inéditos al rastro pues vinieron a la casa varios toreros a
lidiarlos, entre ellos los tres hermanos Adame, Joselito, Luis David y
Alejandro; José Mauricio, Arturo Macías, Fermín Espinosa ‘Armillita IV’,
Antonio Lomelín, José María Pastor, Héctor Gabriel y José María Hermosillo”.
Fue hace 15 días -continuó el ganadero- “que se
lidiaron los últimos cuatro toros y de ello se encargaron José Mauricio,
Antonio Lomelín, José María Pastor y José María Hermosillo. Y por lo que se
refiere a la tienta de vacas, han sido muy pocas las que se han probado. Así
que una vez hecho lo de los toros, lo único que hicimos fue quedarnos con un
encierro para ver si se lidia en febrero próximo y a partir de enero poner más
toros para ver si se pueden lidiar a finales de 2021”.
- Entonces
¿la situación actual es difícil para la ganadería brava nacional?
“Sí, porque no sabemos qué va a pasar, todo es
incertidumbre, esperamos que esta angustia no se alargue más para seguir
adelante ya que lo que se pierde es muy fuerte. Se ha perdido mucho dinero. Un
torero por ejemplo deja de ganar dinero por cada actuación perdida y, los
ganaderos, invierten un dinero para la puesta de un encierro y cuando ese hato
no se puede lidiar, esa inversión se pierde por completo. Hay que calcular
entonces el tamaño del daño. Aquí los verdaderamente perjudicados son los
ganaderos de reses bravas”.
DATO
El torero deja de ganar dinero por actuación, pero en una
ganadería se pierde la inversión al poner seis toros que no se lidiarán en una
plaza
Pie.
La Punta espera que pronto se solucione lo de la pandemia / Cortesía ANCTL
Ahora en
Coyotepec: Héctor Gabriel estoqueó otro burel a puerta cerrada
El
espada poblano se ha convertido en uno de los espadas más activos en el campo
bravo durante la complicada pandemia
El reciente domingo en el rancho San Miguel
Coyotepec, en el municipio tlaxcalteca de San Lorenzo Cuapiaxtla, donde se
ubica la ganadería de Coyotepec, casa de la divisa en rojo, amarillo y verde,
propiedad de don José Ángel López Lima, estuvo como invitado el esforzado
diestro poblano Héctor Gabriel para seguir con su intensa preparación en el
campo bravo nacional.
Héctor, acompañado de su apoderado el diestro
retirado Rafael García, lidió y pasaportó a puerta cerrada un astado berrendo
en cárdeno, de buen estilo en su embestir y con el que Gabriel se dio gusto
poniendo a tono su tauromaquia, además de seguir aprovechando cada oportunidad
de alistamiento con el propósito de ir corrigiendo detalles técnicos, pero la
verdad es que quien lo ha visto tentando, considera que es un torero que va a
dar mucho de qué hablar en cuanto se reanude próximamente la actividad en
varios cosos de la geografía taurina del país.
Tanto con el capote como con la muleta, el torero
de la Angelópolis le puso temple, imaginación, oficio y mucha afición a su
quehacer, dejando de verdad complacido al ganadero y a su ahora representante.
Sin duda, Héctor Gabriel es de los matadores que
mejor ha aprovechado esta complicada pandemia para estar, además de vigente,
más que listo para cuando se le vaya a necesitar en cualquier plaza. ¡Suerte
matador!
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