jueves, 28 de diciembre de 2017

¡Qué hay que hacer para torear en México!

Amigos de la Fiesta Brava, mucho gusto en saludarlos. Rezan las viejas leyendas taurinas que cuando iban los toreros a pedir una oportunidad en la Monumental Plaza México, la empresa de ésta les aconsejaba que se fueran a torear a la provincia para que llegaran mejor preparados al gran coso.

Luego, cuando esos toreros buscaban torear en plazas de la geografía taurina nacional, sus respectivas empresas les pedían que torearan primero en el gran coso de Insurgentes pues los querían ya cuajados. Entonces ¿dónde se torea ante tales trabas?

Como quiera que sea, los toreros se las ingeniaban para torear y así conseguir sus carteles para llegar de nuevo a la empresa de la Monumental Plaza México y ésta tras tanta insistencia los colocaba en algún cartel, llámese novillada o corrida de toros.

El asunto es que, algunos no todos, lograban el objetivo de triunfar pero de esos, los que tenían más apoyo en todos los aspectos eran o son los que van avanzando mientras que los otros, quienes también tuvieron el mérito de tener éxito y hasta en condiciones no del todo favorables, son los que resultan menospreciados y se quedan con las ganas, el deseo y la ilusión truncada de tajo. Así, sin más ni más.

Ese es el caso reciente del estupendo y más que probado matador de toros mexiqueño Juan Luis Silis, a quien a pesar de derramar su sangre, las empresas lo han ninguneado y a pesar de ello cuando ha tenido la oportunidad la ha aprovechado y sin ir más lejos en la pasada llamada I Feria de la Cuaresma, la que se realizó en el mes de marzo pasado en la Monumental Plaza México, el triunfador fue él, Silis, con una oreja y una vuelta al ruedo. ¿Cuál ha sido el premio por ello? Simple y sencillamente no incluirlo en ni una de las dos fases de la actual Temporada Grande Internacional 2017-2018.

De qué ha servido entonces todo el sacrificio, el entrenamiento y el estar mendigando un pitón en esta o aquella ganadería, que ese es otro tema pues cuando se les pide a los ganaderos una vaca éstos se hacen “ojo de hormiga” y terminan aduciendo cualquier tipo de pretexto para quitarse de encima al torero que, humildemente, les pide ayuda para su alistamiento. Pero eso sí, que el torero no se pise la lengua para hablar porque de inmediato abren las puertas de sus dehesas de par en par.

Así que dónde tiene que tirar Juan Luis Silis todo esa inversión moral y de sentimiento torero luego de que él ya hizo lo suyo, que ya demostró que puede y bien mientras que la que  tiene que echar el paso para adelante no lo hace, la empresa. Y así como Silis hay otros diestros que han sido poco a poco olvidados, relegados y menospreciados simple y llanamente porque no entran en los planes de la organización empresarial, de cualquier empresa.

Ni hablar, esa es nuestra Fiesta de los Toros y a todos esos toreros echados a un lado les recuerdo que la profesión del torero es una carrera de resistencia en todos los sentidos y el que se hace más fuerte aguantando desplantes negativos será el que salga adelante, de ahí que les diga que “cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena".

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