A la
espera de las grandes sorpresas, si se dan
Mientras
se mira hacia los propósito de José Tomás, aún por descubrir sus cartas, y
hacia los propósitos de la nueva etapa de Morante, nos metemos en un cambio de
año y temporada con el desencanto de la devaluación de la campaña americana,
muy lejos de lo que fue, y con el hormigueo de tratar de adivinar que nos
esperará en los ruedos españoles. Pasa siempre cuando el invierno entra en su
fase final, buscando la primavera, una vez que los recuerdos del año anterior
ya han sido suficientemente discutidos por los aficionados. En el horizonte
andan los propósitos de Morante y el deseo de que los nuevos se consoliden en
los ruedos y en las taquillas. Pero al final, en el fondo de un aficionado
siempre se mantiene la esperanza, que hasta que llegue Zaragoza no sabrá si se
ha cumplido,
Redacción www.taurologia.com
Llega el fin de año, para dar paso a la temporada
de 2018, con todas las incógnitas que trae en su seno. Sin duda estamos en una
etapa de tránsito, de cuyo buen fin dependen no pocas cosas. El tradicional comienzo de año siempre nació
en las Américas. Hoy, aquella realidad, está cuestionada en su importancia e
interés. No hay más que comprobar la diferencia de trato que le dan los medios
en comparación con lo que ocurría en los años 50 y 60.
En esta dinámica no es pequeña la responsabilidad
que nos toca. Por ejemplo, no resulta de recibo que los ganaderos españoles que
van a la feria de Acho envíen reses impresentables, como han hecho; la afición
espera mucho más de ellos. Nos quejamos de las singularidades de las ganaderías
americanas, pero cuando se puede dar un buen ejemplo, resulta que se hace lo
contrario. Lo peor es que, además, con las nuevas tecnologías de la información
cuando se ven los videos de aquellas plazas el desencanto es mayúsculo.
Sin embargo, no puede ser bueno para la
Tauromaquia en su conjunto que la actividad al otro lado del Atlántico se
devalúe hasta el punto de no tener mayor repercusión en los ruedos europeos.
Hoy, salvo casos muy especiales, un triunfo en aquella plazas no aporta gran
cosa a la carrera de un torero. Sin embargo, no puede ser de otra forma, cuando
quienes aparecen como figuras en España aceptan compromisos que en plazas muy
de tercer orden. Lo de Hermoso de Mendoza en México, por ejemplo, resulta ya
clamoroso,
De hecho, en algunos países hacer las américas
bien parece que cumple su principal
papel como segunda oportunidad para toreros que en España tiene poco
sitio en los carteles.
Pero así que llegue la primavera, con el habitual
avance de Olivenza, ya cambiarán los cantares. Y es que en España el arranque
del año siempre tuvo tres compromisos ineludibles: Valencia, Sevilla y Madrid,
en los que hay que dar la cara. Salvo
que José Tomás piense lo contrario y decida hacer campaña, aunque sea a su
estilo, no cabe esperar más sorpresas que esos fogonazos que en ocasiones nos
deslumbran sin previo aviso.
En el aire está la estrategia que quiera seguir
Morante, con su temporada, cuyo propósito es dejar pasar Sevilla y Madrid, para
comenzar con las ferias de junio y según vayan las cosas apretar más o menos en
el grado de compromiso. Una incógnita de esta magnitud dará mas de un
quebradero de cabeza a los empresarios.
Valencia seguirá las fórmulas propias de Simón
Casas, que taurinamente no le ha ido mal en el Mediterráneo. Más complicado lo
tiene Sevilla, en la cuesta abajo de los abonos y sin poder contar, en
principio, con Morante para su feria. La Casa Pagés va a tener que echarle
mucha imaginación para frenar esa caída persistente. De hecho, hoy es el día en
que no circulan ni rumores posibles para el Domingo de Resurrección.
Tanto uno como otro, deberán fiarlo todo a las
figuras de las grandes casas, con el punto positivo de la recuperación de
Manzanares. Y a esperar que los nuevos,
encabezados por Roca Rey, Ginés Marín y José Garrido, se consoliden como
valores al alza. Pero después de la
campaña del pasado año, un nombre a tener en cuenta será el de Román.
Andamios y obras al margen, todo eso pero elevado
al cubo nos esperará para San Isidro: un mes de toros programado por la
imaginación de Simón Casas. En un serial tan amplio habrá de todo, como es
natural. Pero puede ser interesante comprobar, fuera de los eufemismos al
uso, qué conclusiones ha sacado el
empresario de su experiencia en el pasado año, en el que no todo fueron
parabienes.
Por lo demás, a tenor de lo que se va contratando,
cabe esperar pocas novedades en el ámbito ganadero. Todo lleva a pensar que
volveremos a estar abocados al predominio del encaste domecq en sus muy
variadas versiones. Junto a la indispensable presencia del la ganadería de la A
coronada, que fue un prodigio de regularidad, la gran sorpresa de 2017 acabó
siendo Rehuelga, pero resulta que para
2018 tan sólo tiene 1 corrida. Por lo demás,
puede darse por seguro que por razones muy varias se volverá a esa
fórmula del desafío ganadero, que no a todos los aficionados les gusta ese 3 y
3 con una procedencia similar.
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