El
torero paisa corta las dos orejas a un toro de vuelta al ruedo y abre la Puerta
Señor de los Cristales. *** David Mora remata mal dos plausibles faenas y López
Simón se estrella contra dos mansos. *** Achury Viejo vuelve por sus fueros con
tres toros de nota.
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
@jadr45
Los negros de Rocha ligeritos de kilos, casi hasta
el límite mismo de la ley, excepto el cuajado sexto que sobrepasó con creces la
media tonelada, vinieron coronados por decorosas encornaduras de aires
condesos. La disparidad no fue solo de romana, la mansedumbre del quinto y el
sexto; aunadas con las avilanteces del segundo contrastaron con las noblezas de
primero y cuarto, así como con la gran calidad y acompasado viaje del pequeño
“Velero” # 435 de 440 kilos al que se le dio la vuelta. Una corrida lejos de la
dura prosapia del hierro pero cuyos matices ganaron al público
David Mora, bien, sin estrambote, con sus dos
toros. Templado con el primero a la verónica, menos en las gaoneras del quite,
puso a sonar la música ligando tandas de a cuatro con remates por una y otra
mano. Al punto que Usía inauguró con él una tradición; el pasodoble “Monumental
de Cali” para faenas excepcionales. Pero un fierrazo caído y en dos tiempos,
siete golpes de cruceta y un aviso echaron todo a perder. El saludo exigido fue
un gracias y un consuelo de la parroquia.
El cuarto, encastado y más exigente le puso cara
la revancha. Pero el madrileño decidido a no irse sin historia se le fue
arriba. Larga de rodillas, lanceó enjundioso, y otra vez pañosa en mano
encendió los tendidos. La faena estaba hecha, con mérito, cuando el toro se lo
dijo. Pero no hizo caso, se pasó, deslució, enfrió, la igualada fue trabajosa y
la espada baja con hemorragia, lamentable. Y de nuevo al tercio con las manos
vacías.
López Simón, no se acopló las asperezas del
segundo. Su muleteo raudo, largo y deslavazado aburrió. Encima no mató. Con dos
pinchazos el toro se acostó y “El Piña” oficioso le apuntilló vivito. Frente al
inane quinto el trámite fue de una sosería que ni siquiera el arrimón a toro
petrificado pudo sacudir. Tampoco estoqueó. Dos pinchazos y descabello.
Silencios piadosos.
Luis Miguel Castrillón, dio con el muy noble
tercero. Sí, pero lo interpretó virtuosamente. Finas maneras, postura y
apostura, poso, lentitud, sitio, compás, medidas, dibujo, ligazón, rima… Bueno,
los elementos del toreo. A todo fue “Velero” con su son y su morro abajo. Fijo
en el trapo, con el tranco de más, volviendo a tiempo. El toreo redondo y
ambidiestro se hizo al final circular desatando el alboroto popular y el
estruendo chupacobre. El momento más alto de lo que va de feria. Tras cuatro
manoletinas, igualó y a volapié ofició una gran y fulminante estocada que le
valió las dos orejas y la puerta máxima. El sexto, el más toro hubiera podido
convertir con su trapío el triunfo en histórico pero no. Fue manso a morir.
Una buena tarde, no solo por el benévolo clima.
Los banderilleros ovacionados al por mayor, los picadores muy aplaudidos por no
picar sino una vez, y el ganadero con motivos para irse contento y quizá con
boleto de regreso.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Achury Viejo, dispares de presencia y juego destacaron 1º y 4º
aplaudidos en el arrastre y 3º “Velero” de 440 kilos que recibió la vuelta al
ruedo.
David
Mora, saludó tras aviso y saludo.
López
Simón, silencio y silencio.
Luis
Miguel Castrillón, dos
orejas y silencio.
Incidencias: Saludaron "Chiricuto" y "El
Piña" tras parear al 2º. Ángel
Otero y Alex Benavides tras
parear al 4º, Yelco y “El Piña” en el 5º. *** Al terminar la
corrida Luis Miguel Castrillón salió
a hombros por la puerta señor de los Cristales.
Cali. Diciembre 27 2017. Plaza de
Cañaveralejo. 2ª de feria. Nubes en tarde cálida. Menos de media plaza.
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