En el
aniversario de la plaza Guillermo Valencia le corta las dos orejas al toro de
su alternativa y sale a hombros por la Puerta Señor de los Cristales.
Manzanares pundonoroso y cogido es doblemente ovacionado. Cayetano recibe oreja
justa. Encierro de talante muy diverso. Emociones arriba.
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
@jadr45
Los Domecq de César Rincón, escogidos para el
sexagenario de la plaza vinieron casi al margen de la ley por lo que a romana
toca. Pero de armónicas líneas y decorosas caras. El segundo, vareado, largo,
agalgado y de aspecto juvenil fue protestado por parte del público y devuelto
inexplicablemente. En su lugar saltó el más hecho de la tarde con 482
mansurrones kilos. El de la alternativa, primero, “Nativo” Nº 312, de 464
kilos, negro fue de gran nobleza y fondo yéndose ovacionado en el arrastre.
Cuarto y sexto también se arrastraron aplaudidos, mientras los otros dividieron
opiniones.
Guillermo Valencia, tenía un compromiso, muy
serio, graduarse ante dos figuras de lujosa dinastía y conmemorar el
aniversario de la plaza sin ser menos. Lo enfrentó con decisión y suficiencia,
pero también con fortuna. Se llevó el más emocionante lote; uno de acompasada
fijeza y otro codicioso y veloz. Lo honró dando a cada cual lo suyo. Generoso
con la capa. Verónicas a gusto, media y después del tumbó a Hildebrando Nieto,
quite vibrante por gaoneras, caleserinas y revolvera. Tras la ceremonia,
sembrado en los medios, aguantó galope para cuatro cambios apretados por pecho
y espalda, ligados con una derecha, un molinete, un cambio de mano y uno de
pecho, que hicieron explotar la plaza. La faena fluyó más por la derecha que
por la zurda pero siempre templada, cadenciosa y situada. El griterío y la
banda se peleaban el espacio. En medio de la batahola brilló la serenidad del
toricantano para ubicar el punto final. Tres manoletinas, un kikiriki y un
estocadón de padre y señor mío, entregaron el bueno a la ovación del arrastre,
mientras Florencio Castillo, el primer alguacilillo que cruzó el ruedo de
Cañaveralejo hace seis décadas, invitado de honor, le entregaba las máximos
trofeos. Cali era una fiesta. Y a Cesar Rincón (ganadero) se le cumplimentaba
en su palco de callejón.
Al sexto que atacó a toda máquina, lo paró con dos
largas de rodillas. Quizá no justamente picado quiso tomar el mando, pero
Guillermo le plantó cara y acopló su muleta a la velocidad de sus violentas
acometidas. Mérito, todo, en una faena de más coraje que lirismo, pero torera,
torera. Tras el pinchazo arriba, la espada fue total. Voces y pañuelos clamaron
por la oreja, mas Usía dijo no. De todas maneras la Puerta Señor de los
Cristales y lo gozado no se lo quitaba nadie.
José María
Manzanares, pareció lanzar desde Cali un mensaje a quienes quieren
encasillarlo como artista, dijo aquí que ante todo es un hombre y un torero en
toda la extensión de la palabra. Dos toros complejos, bravucones, defensivos
encontraron una lidia tenaz pero no excenta de su estética proverbial. El
revoltoso cuarto lo cogió en la boca de riego, lo recibió con hachazos en el
aire y le repasó el cuerpo en el suelo mientras llegaban los capotes. De
milagro no lo caló, pero lo mandó a la clínica. No sin antes recibir del macho
la respuesta de dos señoras tandas y una estocada de efectos tardos. La plaza
en pié se rindió al pundonor del alicantino.
Cayetano, luchó a brazo partido con el manso
tercero, que buscaba y acabó rajado. El esfuerzo fue deslucido por un pinchazo,
una estocada inocua, tres golpes fallidos de cruceta y un aviso. El quinto, al
cual Joselito Rus pareo con maestría, tardeó, renunció y se paró, mas la porfía
logró lo que la casta no daba halando y halando una y otra vez, poniendo la
parroquia de su parte. Mató a ley y tocó pelo con justicia.
Una tarde intensa. Con muchos significados y
evocaciones. Con emociones de las buenas y de las malas. Con triunfo, con drama
y hasta con comedia en el sainete montado por la insólita devolución del
segundo que rompió el vuelo emocional que la faena del primero había disparado.
Cañaveralejo ya tiene 60 años, bien celebrados.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Las Ventas, dispares de presencia y juego, bajos de romana, casta y
fuerza. Destacaron 1º, Toro de la alternativa “Nativo” Nº 312, negros de 464
kilos, ovacionado, también 4º y 6º aplaudidos en el arrastre.
Manzanares, saludo y saludó tras aviso.
Cayetano, silencio tras aviso y oreja.
Guillermo
Valencia, dos orejas y palmas
tras petición.
Incidencias: Saludó Joselito Rus tras parear al 5o. *** Manzanares, cogido por el 4º Fue trasladado a la Clínica Imbanaco
para estudios de trauma torácico. *** Guillermo
Valencia salió a hombros por la Puerta Señor delos Cristales.
Cali. Diciembre 28 de 2017. Plaza de
Cañaveralejo. Sol y nubes. Media entrada. 3ª de feria. Aniversario 60 de la
plaza. Goyesca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario