martes, 31 de octubre de 2017

Ahorita no se pudo

KIKE ROSALES
@kikefutbol
La plaza de toros de Pueblo Nuevo significa mucho para San Cristóbal; es como “la espoleta” de la feria Internacional de San Sebastián, dejar de ser “la villa” a convertirse en el “tanteo” de ciudad de hoy es gracias a la feria, y a la plaza.

En las oficinas de la misma se efectuó una reunión entre el Lic. Hugo Domingo Molida, el Dr. Manolo Ordoñez, el Lic. Pablo Duque, el matador Jesús Colombo y su otro hijo, al yo decir que me iba porque no debía estar allí por lo que se iba hablar (la contratación de Jesús Enrique) salió de la boca tanto del Lic. Hugo Domingo como de Colombo “aquí nada es oculto, quédese”, entonces me quedé.

Lo primero es que esa plaza de toros tiene personal pero no tiene ingresos, hasta el día de la reunión existen deudas que no se han honrado, y “por bajos” Pablo (el gerente administrativo) indicó que eso se mantenía porque un sector de la parte privada pagaba la nómina, hace rato ni siquiera una congregación religiosa alquila la misma.

La idea era que la sociedad entre la gente que maneja a Jesús Enrique y la C.A plaza de toros se realizara, esa era la forma de poder traer al joven coleta, entonces empezaron a tocar varios puntos, el “piso” es decir el alquiler entra en estos canones y lo del precio se tardó en concretar.

Luego se habló del personal de la plaza, saber cuál era la petición del presupuesto de ellos para trabajar en Enero así como también la de los subalternos, pero lo que dijeron es que “tenían que esperarse” porque no sabían cuánto podían cobrar, es lógico, en un país con hiperinflación no sabes cuánto puedes llevar al mercado de hoy a mañana menos presupuestar un evento para dentro de tres meses.

Se tocó el tema (por parte de Colombo) de la las ganaderías, poder tener tres, se resolvió inmediatamente porque esta es una feria importante y se debe tener una sola, por la categoría de la plaza y la del torero, el matador tomó nota y agradeció la idea.
Luego se pensó y se puso en la mesa la idea de cuantas personas podrían ir para esa corrida (con un problema) que no sabes a como tendrás los precios de las entradas, y la esperanza que se guarda en el alma “que esto se arregle al menos un poquito pronto”, al final es solo eso, una esperanza.

Entonces entre personal de plaza: acomodadores, taquilleros, areneros, banda de música,  seguridad, publicidad, ganadería, subalternos, caballos de picar, mulillas de arrastre, y toreros; sin gente en la plaza debe estar por el orden de un millardo de bolívares dicho hoy sin saber cómo estará en Enero.

La idea de la sociedad se rompe cuando aparece la palabra por parte de la gente de Jesús Enrique “no me dan los números”, lo cual es cierto, y la venida se queda en un “veremos” que parece no se podrá efectuar por una sola razón, no es cuando se quiere sino cuando se puede, y ahorita  no se pudo.

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