martes, 24 de marzo de 2020

UNA VIDA DEDICADA AL TORO BRAVO - Fallece por Coronavirus Borja Domecq, ganadero de Jandilla

Nieto de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, hijo de Juan Pedro Domecq y Díez y hermano de Juan Pedro y Fernando Domecq Solís, Borja Domecq venía de una de las más destacadas estirpes ganaderas.
Nieto de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, hijo de Juan Pedro Domecq y Díez y hermano de Juan Pedro y Fernando Domecq Solís, Borja Domecq venía de una de las más destacadas estirpes ganaderas.

La historia de la ganadería nace en 1930, en la finca Jandilla, donde continúa hoy en día, con Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, con vacas y sementales del Marqués de Tamarón y del Conde de la Corte, ambas de procedencia Parladé y casta Vistahermosa. Desde su fundación a su muerte en 1975, fue dirigida por Juan Pedro Domecq y Díez, y hasta 1982 se lidió con el hierro de Veragua. En 1978, poco después de la muerte de Juan Pedro Domecq y Díez, las nueve décimas partes de la vacada fueron transferidas del hierro de Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el nombre de Jandilla en 1983. Desde 1975 a 1986 fue dirigida por su hijo Fernando Domecq Solís, y a partir de 1987 al fundar Fernando su propia ganadería -Zalduendo- la dirección es ejercida por su hermano Borja Domecq Solís.

La vacada de los Juan Pedro, cuya sangre corre por numerosas ganaderías españolas y americanas actuales, se extiende por todos los países donde se crían toros bravos. El hierro de la estrella fue creado en 1943 por las hermanas doña Serafina y doña Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de las ganaderías de sus padres de origen Saltillo. En 1970 fue comprado por Juan Pedro Domecq y Díez, quien eliminó la totalidad de las reses.

En el aspecto personal, Francisco de Borja Domecq Solís nació en Pamplona en 1945. Se casó con Fátima Noguera Espinosa, con la que tuvo dos hijos, Borja y Fátima.

Con su muerte se va un señor del campo bravo y un excelente ganadero. Borja Domecq deja como legado una de las ganaderías más importantes de la actualidad, una de las más codiciadas por las figuras del toreo.

Jandilla, el legado de Borja Domecq
Tomó las riendas del hierro en 1987, cuando su hermano Fernando creó la ganadería de Zalduendo

Borja Domecq estuvo relacionado desde siempre con la cría del toro bravo, tomando las riendas del hierro de Jandilla en 1987, cuando su hermano Fernando creó la ganadería de Zalduendo. Desde entonces, los toros de Jandilla han sido protagonistas de grandes tardes en todas las ferias de España y Francia, sabiendo combinar el gusto de aficionados y toreros por su calidad y bravura. Además de ser la simiente a partir de la que se han creado numerosas vacadas del campo bravo. En 2002 creó el hierro de Vegahermosa, que puso a nombre de sus dos hijos.

El 31 de octubre de 2016, Borja Domecq dejó la ganadería en manos de su hijo Borja, aunque siempre ha mantenido el contacto con la divisa, viajando allí donde se anunciaban sus toros.

Álvaro Domecq: “Hablé con Borja la semana pasada, me dijo que estaba regular”

Álvaro Domecq Romero habla consternado por el fallecimiento de su primo Borja Domecq. Además del vínculo familiar, ambos mantenían una estrecha relación y compartían experiencias en la crianza del toro bravo. La noticia le ha caído como un jarro de agua fría por inesperada. “Esta semana pasada he hablado con él tres veces. Me avisó para un tentadero al que iba a asistir, pero al final se suspendió. Hablando con él, me confirmó que estaba un poco regular, por eso volví a llamarlo, y me decía, tengo un poco de fiebre pero estoy bien. Estuvimos hablando de toros como si nada. Ayer no lo llamé y mira lo que ha pasado. Hay que ver qué mala suerte”, afirma con la voz un poco entrecortada. “Estuvimos hablando de esta situación del coronavirus y estaba asustado por la incertidumbre de no saber qué iba a pasar. Me iba diciendo todas las corridas que no había podido lidiar a principio de temporada. Con lo ilusionado que estaba por la gran temporada que hizo el año pasado…”, se lamenta el ganadero jerezano.

Ambos son nietos de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio. Álvaro recuerda a su primo como una persona “muy cariñosa con toda la familia. A mi padre y a mí nos invitaba a su finca para enseñarnos cómo la iba haciendo”, a la vez que lo ensalza como “un ganadero fantástico. Sabía mucho de toros”.

La noticia del fallecimiento de Borja ha atemorizado al ganadero. “Estoy asustado, yo voy a cumplir 80 años. Es una situación muy complicada”, lamenta Álvaro Domecq. / Redacción APLAUSOS

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