domingo, 29 de marzo de 2020

CORONAVIRUS - La peor pesadilla de los sastres taurinos: los vestidos de luces se quedan colgados

La suspensión de la temporada por la pandemia deja a los maestros de la costura como Nati, Justo Algaba o Santos con los pedidos en el aire y una inversión económica, de momento, sin retorno.
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid

El drama económico provocado por la crisis del coronavirus atañe a todos los sectores culturales. El mundo del toro es uno de los más perjudicados. De forma directa, los damnificados son los ganaderos, los toreros y los empresarios. Sin embargo, hay una serie de industrias cuya economía depende de la celebración de festejos taurinos como es la de los sastres de toreros. Confeccionan capotes, muletas, trajes cortos, capotes de paseo y vestidos de luces. De sus manos salen bordados los sueños y los miedos de los toreros. Cada terno es una obra de arte por sí mismo, valorado entre 3.000 y 6.000 euros en función de la categoría encargada por el cliente. Para afrontar la temporada, los sastres tienen que adelantar un capital de 150.000 euros en material y recursos humanos. La temporada suele ir amortizando esa cifra. En este infernal 2020 les ha llegado el gran batacazo a estos artesanos de la costura.

En 2019 el Ministerio de Cultura reconoció con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes a la decana de los sastres de toreros, la Maestra Nati. Su hijo Enrique, continúa la tradición familiar al frente de la sastrería situada ahora en Mairena del Aljarafe (Sevilla). El parón les ha cogido trabajando de lleno en los encargos con fecha para Valencia, Sevilla y Madrid: "Teníamos unos quince trajes y tres capotes de paseo para esas ferias. Hay que tener en cuenta que los clientes pagan una señal cuando lo encargan pero, lógicamente, no cubre los gastos de producción. Para hacer frente al volumen de trabajo hay que pedir créditos al banco, vamos a ver como lo devolvemos". Mientras Enrique habla, su madre no deja de coser. La aguja ha sido su vida entera: "Nuestra idea es seguir con los trabajos como si los fuéramos a entregar, lo hacemos con menos prisa, pero es la forma de volver a andar cuando vuelva la normalidad"

La sastrería de Justo Algaba ha logrado pasar las barreras del misticismo que suelen separar este oficio. Sus tiendas de Madrid y Sevilla reciben la visita de turistas, aficionados y profesionales aunque dónde centraliza su producción es en Las Rozas (Madrid). Cuenta con un equipo de 50 personas: "Un vestido de luces está hecho por toda una cadena de personas especializadas en algo. Tenemos cordoneras, bordadoras, lentejueleras, montadoras, taleguilleras, planchadores, entre otros". Un elevado número de personas que necesitan un sueldo que llevar a sus casas en un momento de gran dificultad para la empresa de Justo: "No quiero mandar a nadie al paro. Les he dado vacaciones 15 días y luego veremos cómo hacemos. Esta situación le va a costar mucho dinero a mi empresa pero no quiero perder a nadie de mi equipo". Algaba es inquieto, su mente no para de maquinar en este tiempo de confinamiento: "Aunque ahora estamos en pleno parón me planteo buscar otras vías como la ropa eclesiástica, la militar o una línea de camisería... algo habrá que inventar". Con cerca de 30 encargos encima de la mesa, Justo Algaba se lamenta por el vestido que Morante iba a estrenar en Valencia: "Tenía mucha ilusión. Es algo distinto. La última prueba la hicimos en Illescas, el maestro se quedó encantado".

Santos se ha convertido en una referencia en el mundo del toro. Por su local en la calle O'Donell pasan grandes toreros en busca del vestido de las grandes ocasiones: "Nos hacía mucha ilusión que en el primer acontecimiento de la temporada, el mano a mano de Enrique Ponce y Pablo Aguado, para conmemorar los 30 años de alternativa de Enrique, los dos iban a llevar vestidos de esta casa". Los problemas económicos se abalanzan sobre esta pequeña empresa que, de forma artesanal, elabora trajes de lujo: "He solicitado la ayuda del Estado como ERTE pero me he encontrado muchas trabas burocráticas. Luego, lo tienen que admitir. Por otro lado, con respecto a los créditos ICO se van a dedicar a sectores en el que no estamos incluidos. Parece que los sastres hacemos ropa porque queremos. Las ferias taurinas se deben considerar del sector turístico, por la cantidad de gente que se moviliza para ver toros. Necesitamos que tengan en cuenta nuestra labor en las ayudas".

Acostumbrado a trabajar bajo la presión de la justeza de plazos, de la fecha marcada en rojo en el calendario del torero, de las prisas de última hora, Santos reflexiona en esta situación: "Hay toreros que te dicen que si no lo tienen para ese día ya no quieren el vestido. Nosotros tenemos que lidiar con las circunstancias de un equipo humano al que le pasan cosas y que no siempre pueden tener el trabajo el día exacto. Con estas circunstancias, no arriesgo la salud de mis chicas. Me buscaré la vida como sea. Del Gobierno no espero nada. Seguiremos luchando".

1 comentario:

  1. Qué tristeza! Este virus nos está afectando a todos, esperemos pase pronto. Admiro mucho su trabajo y les mando un saludo desde Aguascalientes, México! Irma Reynoso.

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