Afirma
Francisco Martínez
El
torero hizo pública su gratitud por la lucha que están sosteniendo doctores y enfermeras
para atacar el virus
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
El matador de toros de San Miguel de Allende,
Guanajuato, Francisco Martínez, aprovechando este espacio de prevención del
contagio del peligroso coronavirus COVID-19, ha enviado el siguiente mensaje de
agradecimiento a quienes se preocupan por la salud de la población y de aliento
a la gente que está cumpliendo con todas las disposiciones de sanidad para así
volver a la vida normal cuando sea necesario. Este el mensaje del torero.
“Quiero agradecer a todos los doctores y
enfermeras que han estado luchando al pie del cañón para protegernos a todos de
este virus que nos está atacando. También quiero invitarlos a todos ustedes a
que sigamos muy de cerca todos los protocolos de higiene que debemos cumplir y
así evitar que nos podamos contagiar de este maligno virus”.
Y también -remató el diestro- “invitarlos y
aconsejarles que estén todos en sus casas, sobre todo disfrutando de la familia
y así estar lo mayormente protegidos, lo más que se pueda. Les mando un fuerte
abrazo a todos y espero que estemos bien
y próximamente nos veamos en todas las plaza de toros”, finalizó Francisco.
Sin duda, es importante saber y sentir lo que
opinan y piensan, en este caso, los protagonistas de la Fiesta Brava con
relación a lo que ahora mismo sucede a nivel mundial con el brote del dañino
COVID-19.
DATO
El
espada sanmiguelense, consciente de la situación, espera que pronto pueda
reanudarse la actividad taurina
Gran faena: Mariano
Ramos y el astado “Timbalero”
Un día como hoy, 21 de marzo, pero de 1982, en la
Monumental Plaza México, fecha en la que con toros de Piedras Negras, Felipe
González tomó la alternativa de manos de Mariano Ramos y ante el galo Christian
Montcouquiol “Nimeño II”, tuvo lugar la memorable faena de Ramos al bravo y
peligroso toro “Timbalero”. Fue un trasteo cerebral y de mucho poder que acabó
de estocada y por el que sólo se le otorgó una oreja cuando se pedía el rabo.
Sin duda, una faena emocionante y que forma parte de las páginas doradas en la
historia del toreo.
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