El
manizaleño José Arcila se llevó la corrida del “Orgullo colombiano” cortando
tres orejas. David Martínez quien confirmó y Moreno Muñoz fueron silenciados,
este último tras tres avisos en el quinto y dos en el de regalo. Tres toros
notables.
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
@jadir45
Fotos:
Camilo Díaz
A punto de paseíllo escampó. La encapotada tarde
se aclaró y el mejor de los santacolomeños Vistahermosa (siete), el de la
confirmación, el de la tarde; “Alosnaro”
N° 28, cinqueño, cárdeno, muy entipado y bravo, abrió plaza. Se prodigó en los
tres tercios, ganó la pelea y al final con petición mayoritaria recibió
clamorosa vuelta al ruedo. El segundo noble y el enrazado cuarto tras petición
de vuelta, se fueron ovacionados. El resto fueron mansos, en diferentes
versiones: con fondo de clase el sexto, rajados a morir el terciado tercero, el
bello quinto y el feo séptimo de regalo. El conjunto fue adulto. La mayoría con
cinco cumplidos, pero sin mucho calado y ligeritos de romana.
José Arcila pegó dos estocadones que por sí solos
valían sendas orejas para la puerta grande que abrió. Se las dieron, pero
además otra del segundo, muy pedida, que sobró. La segunda oreja es potestativa
del presidente. Había llegado precedido por la fama de su soñada faena en el festival
de Manizales, que si se pudiera equiparar con las de corrida (y no se puede)
calificaría como una de las mejores de la temporada, sino la mejor. Bueno,
pensábamos muchos, qué tal eso con un toro adulto y en puntas. Y salió, el
noble «Palillero», y la lidia que
comenzó pinturera con cordobinas, farol, fregolina, verónicas y media
belmontina, tuvo el mismo formato de la mencionada, llena de imágenes
litográficas, aliños, variedad, incluyendo la silla, saleroso empaque en los
embroques, temple, y ajuste, desgraciadamente careció de lo esencial; parar. No
dio una sola suerte sin perder pasos veloces y recolocarse antes de la
siguiente. Lo cual, siendo inmerecido por la clase del toro, castró el encanto
del toreo moderno, la ligazón. Más ya lo dijimos los acabados y el compás de
las acometidas taparon. La gente se disparó y cuando el gran volapié fulminó la
algarabía se impuso para el desoreje.
José Arcila |
La del emotivo cuarto, que cogió a James Peña en
banderillas y lo envió conmocionado a la enfermería, fue una reedición de la
anterior; templar, mandar, lucir, pero no parar. Larga de rodillas, doblones
rodilla en tierra, suertes izquierdas y derechas, bella muchas, aunque no
todas, pero aisladas. La raza de las embestidas enervaba la parroquia y la
música se sumó al jolgorio. Tras un tercer natural una voltereta dura, y en el
suelo un hachazo a la cara, impresionaron. Volvió a la brega con molinete y dos
tandas de gran predicamento antes de clavar hasta los gavilanes, matar al toro,
desatar la petición escandalosa, complacida y la justa ovación para el
arrastre.
Moreno Muñoz, fue condenado por el sorteo y por la
mala idea de regalar el sobrero. Ganas no le faltaron, pero de cuatro mansos
que salieron se llevó los tres peores. Un estulto, un cobarde huidizo y uno
negado a todo. Para completar usó la espada en su contra. Al quinto, tres
pinchos descolocados, un feo metisaca, una estocada caída inocua y tres avisos.
Al regalado séptimo, seis en hueso y mató de bajonazo chalequero cuando se
insinuaba otro tercer clarinazo infamante. Pero la gente le respetó.
Moreno Muñoz |
Daniel Martínez, dejó ir un toro de triunfo, con
el que hubiese podido marcar gloriosamente su confirmación. Su tercio de
banderillas no sedujo. Un par al sesgo decoroso, medio al violín desacompasado
y un otro tan bajo y disociado que daba pena. Encima saludó. La casta pronto
conquistó la clientela y le robó el protagonismo. El muleteo, al por mayor,
pero poco exquisito. El terreno siempre perdido y el esfuerzo fallido por
hacerse al mando, contrastaron con el gran pitón izquierdo y el exigente
derecho. No se impuso ni por uno ni por otro. Al final fue ignorado por el
respetable, volcado con la vuelta al arrastre.
Daniel Martínez |
Con el sexto hizo lo mejor, seis verónicas y
media. Cogió los palos e invitó a Carlos Garrido y Ricardo Santana recortando y
luciendo. Luego el manso pareció acordarse de su alcurnia y entre renuncia y
renuncia regalo suaves repeticiones que daban para más de lo que recibieron. Un
pinchazo bajísimo y otro por el costillar, que asesinó, acabaron en piadoso
silencio.
Vino poca gente. Apretando, apretando quizá un
tercio de plaza o algo más. Hubo muchos brindis y vivas a la empresa. Esta por
su parte homenajeó a los novilleros defensores de la fiesta quienes se dieron
una vuelta por el ruedo mostrando las placas recibidas. Hubo puerta grande, la
corrida fue buena, pero hubiese podido y debido ser mejor.
FICHA DEL FESTEJO
Bogotá. Domingo 29 de febrero 2020. Plaza de
Santamaría. 5ª de Temporada. Nubes y frío. Tercio de plaza.
Siete toros de Vistahermosa, el último de regalo, en tipo pero dispares en todo.
Vuelta al ruedo al 1° Alosnoro N° 28 cinqueño de 458 kilos, ovacionados 2° y 4°
encastados y nobles todos, los otros mansos.
José
Arcila, dos orejas y oreja.
Moreno
Muñoz, silencio, silencio tras
tres avisos y silencio tras dos avisos
Daniel
Martínez, silencio y silencio.
Incidencias: José
Arcila salió a hombros. *** Saludaron:
Ricardo Santana y José Calvo tras parear al 2°, “El Piña” y Héctor Fabio Giraldo tras parear al 3°, José Calvo tras parear al 4° y Jaime
Devia en el 5°. *** Aplaudido William Torres tras picar al 1°. *** James Peña “Granerito” cogido en banderillas por el 4°, pasa a la
enfermería con trauma cervical y escoriaciones.
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