La inauguración de la temporada grande
2012-2013 en la Monumental Plaza México no hubo corte de orejas con una
desafortunada actuación del español Enrique
Ponce, y que el mexicano Diego Silveti hizo lo mejor, pero falló con el
acero. El también mexicano Fermín
Spínola tampoco estuvo bien y su labor no pasó de regular.
Con mucho ambiente en los tendidos, que
registró una entrada de unas 32.000 personas, se han lidiado siete astados, uno
de regalo de Ponce, de la dehesa de Xajay,
corrida desigual en presencia como en condiciones de lidia. Dos astados buenos
el segundo y tercero. El primero y el cuarto parados, aunque el primero tenía
clase, cumplieron el quinto y el sexto con bronca en el séptimo de regalo, que
era feo de hechuras y el público lo protestó con fuerza. Antes de concluir el
paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del maestro Mariano Ramos, fallecido a principio
del mes y, asimismo, se dio una vuelta al ruedo con la urna que contenía sus
cenizas que llevó el matador de toros José
Luis Silis. Entre aplausos y gritos de ¡torero,
torero!, se le rindió un sincero y merecido homenaje.
El valenciano Ponce tuvo un lote que se paró. El que abrió plaza tuvo clase, pero
no podía con los kilos y se paró; el cuarto fue igual y terminó deslucido. Ponce estuvo bien en el primero y
escuchó palmas; pitos con aviso en el cuarto y para colmó bronca, inmerecida,
porque el sobrero de regalo que hizo séptimo no gustó y se protestó
ruidosamente.
Spínola con su primero, que fue bueno, se lució desconfiado y no estuvo a la
altura. Cogido de fea manera. Al final se acopló con el animal pero estuvo mal
con la espada. Con el quinto, deslucido y soso, Fermín no pasó de regular y escuchó un aviso y protestas.
Silveti fue el mejor librado. En el tercero estuvo muy bien con el capote y
faena con decisión, pero el toro terminó con problemas a la hora de entrar a
matar. Lo hizo de estocada trasera y baja. Ovación y vuelta al ruedo. Con el
sexto, nuevamente muy bien con el capote y trasteo con momentos estupendos,
pero el toro se vino a menos verticalmente. Mató de media estocada defectuosa
que fue suficiente y el torero saludó desde el tercio. Confirmó la buena
impresión que dejó el año pasado.
El subalterno Christian Sánchez saludó montera en mano en el tercio por excelente
par de banderillas al sexto. / Guillermo Leal – EFE
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