Antonio Nazaré renovó su crédito en una buena tarde de
toros en la que pudo lograr más trofeos. Excelente el toro tercero de Pereda y
buena faena del nazareno. Díaz y Tejela, desdibujados.
Antonio Nazaré |
Curro Díaz |
CARLOS
CRIVELL – WWW.SEVILLATORO.COM
La esperanza era, de manera especial, Antonio Nazaré. Y el torero de Dos
Hermanas, que este año ha hecho ocho paseíllos, de ellos seis en plazas de
primera, demostró que tiene alma de torero. Ahí es nada, seis paseíllos en
cosos de la máxima categoría. Es un ejemplo que pone en evidencia al mundo
empresarial. Si Nazaré no ha toreado
con más frecuencia, los empresarios han desatendido su sagrada labor de poner a
quien se lo gana en los ruedos. Será que no es un torero mediático; o será que
no es un cromo que se pueda cambiar; sea lo que sea, un torero con su fondo de
clase y valor no merece que se haya acabado la temporada con tan escaso bagaje.
Después de su tarde de ayer en la Maestranza,
cuando el año taurino entra en reposo, se volverá a hablar de que Antonio Nazaré tiene la moneda y que en
la temporada venidera debe figurar en mejores carteles. Habrá que esperar. El
torero ha cumplido.
La faena al tercero, un gran toro de Pereda,
dio la medida exacta de la capacidad del torero nazareno. Antes, en un quite
por chicuelinas al segundo, había dejado sus credenciales. Ese toro tercero,
bravo en dos puyazos, tuvo calidad en la muleta. Bien lidiado por Adolfo de los Reyes, llegó con viaje
largo, pronto y humillado. Pero no fue un carretón. Antonio Nazaré logró el milagro del toreo. Es decir, que lo embarcó
en su muleta, lo llevó templado con ritmo y buen gusto y remató los pases para
quedarse colocado para ligar el siguiente. Toreo bueno sin más. Además, fue una
faena de intensidad creciente. Toreó mucho sobre la diestra, pero también cuajó
al animal con la izquierda. El colofón de las trincherillas fue de belleza
desmedida. Lo mató mal. Dejó una estocada muy defectuosa por trasera y tendida,
el toro se echó dos veces y las dos se levantó, para necesitar dos golpes de
descabello. Mala rúbrica para una labor que si es bien refrendada podía haber
sido de doble trofeo.
El sexto no le dejó culminar la tarde. Tuvo
bondad pero fue incómodo porque llevó la cara alta y se apagó pronto. Nazaré lo entendió bien a mitad del
trasteo cuando acortó las distancias, pero el animal tenía poca vida.
El que abrió plaza fue el más descastado de la
corrida de Pereda. La plaza recordó la histórica figura de Montoliú en su hijo, que es un calco
del enorme banderillero valenciano. Saludó tras dos pares correctos. El toro no
valía nada. Curro Díaz esperó y no
encontró embestidas.
El cuarto se dejó más en la primera parte. Se
ilusionó la plaza con una tanda con la derecha en la que el torero de Linares
se desmayó y se gustó. No fue más que una tanda. Luego llegaron algunos
enganchones y la faena perdió consistencia. Al matar sufrió un golpe en la
cara, por fortuna sin más problemas.
Matías
Tejela no justificó su presencia en la corrida. El
segundo le embistió diez veces por el pitón derecho. Los muletazos del
madrileño fueron suaves pero muy desajustados. Por tanto, sin ninguna emoción.
Cuando se puso más cerca para citar todo se vino abajo y acabó con un deslucido
desarme.
En el quinto, otro toro con posibilidades, Tejela hizo un esfuerzo. Mal lidiado,
el animal fue berreón y no paró de dar cabezazos. Lo dejó todo confiado a la
izquierda, la tercera tanda fue de mejor tono, pero el animal volvió a voltear
su cornamenta para embestir. Lo mejor de Tejela,
las dos estocadas con las que puso remate a la lidia de sus oponentes.
Así finalizó la temporada en Sevilla. El
triunfo de Antonio Nazaré le deja,
como pasó hace un año, bien situado. Fue una corrida que había comenzado con el
triste recuerdo al presidente Julián
Salguero, que nos dejó hace unas semanas. El crespón negro del palco fue
todo un símbolo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Sevilla. Corrida a beneficio de la Cruz
Roja. Menos de media plaza. Cinco toros de José
Luis Pereda y uno, primero, de La
Dehesilla, muy bien presentados y de juego variado. Destacó el excelente
tercero, bravo y noble. La corrida se vino abajo pronto en general. Se dejaron
segundo, cuarto y sexto. Minuto de silencio en memoria del presidente fallecido
Julián Salguero. El palco
presidencial lució un crespón negro.
Curro Díaz, rosa y oro, estocada que
asoma y seis descabellos (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada caída
(saludos). Fue atendido de herida en la región frontal, leve.
Matías Tejela, grana y oro, estocada
(silencio). En el quinto, media estocada (silencio).
Antonio Nazaré, blanco y oro, estocada
tendida y dos descabellos (una oreja tras aviso). En el sexto, tres pinchazos y
estocada trasera (saludos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario