viernes, 5 de octubre de 2012

HA MUERTO RIGOBERTO BOLÍVAR, MAESTRO DE LA VARA EN VENEZUELA


Esta mañana producto de una penosa enfermedad
FOTO: César Omaña-Venezuela Taurina
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Sabíamos de su delicado estado de salud, pues a finales de julio de este año había sufrido un ACV que le mantuvo varios días hospitalizado en su tierra de adopción como fue el San Cristóbal. Pero su estado de salud tenia escondido el “toro negro resabiado” de un cáncer de próstata que estaba haciendo estragos paulatinamente.

Esta mañana, recién estrenado el alba, un mensaje de texto de nuestro buen amigo William Mota nos informaba el doloroso desenlace de la muerte de un hombre que ha creado escuela y llenado de orgullo la afición taurina venezolana. Me refiere a Rigoberto Bolívar, quien en el lío del toro se le conoció cariñosamente como “Pastoreño”.

Ha sido Bolívar una referencia a tomar en cuenta al momento de hablar del tercio de varas en nuestro país. Discípulo de Luis Rivero "Orinoco", así como de otros grandes piqueros que llegaron al país traídos por las consecuencias desoladoras de la II Guerra Mundial, así como la Guerra Civil Española, Rigoberto se fue haciendo nombre y cartel bajo las exigencias de un hombre fundamental en el fomento de la fiesta brava a mediados de siglo como lo fue Cayateno Pastor y Gregorio Quijano.

Maracayero de pura cepa, las temporadas en las arenas de Caracas, Maracay y Valencia fueron escuela para su posterior salto a la Madre Patria, donde ya consolidado como un varilarguero de primera línea hizo campaña con los hermanos Girón (César y Curro) por varios años. Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao fueron algunas de las plazas donde ovacionaron sus intervenciones.

Pero seria el trío conformado por Vicente Aray “Camachito”, Mario González y su persona, quienes dieron lustre y grandeza a quienes portan con respeto el castoreño. Fue así como crearon escuela, de la que se ha consolidado personalidades como los Enrique Key (+), “El Quemao” Valencia, José Benítez “Maraco”, los hermanos Guimerá, Juan José Campos, los hermanos Quintana y mas recientemente Ney Zambrano, William Hidalgo entre los que logro recordar.

Afincado desde hacia varios años en el poblado tachirense de Rubio, no había dejado perder contacto con el lío del toro, y era frecuente verle en aquellas plazas donde su dilatado paso vio su levantamiento y consolidación, caso de Mérida, San Cristóbal, Valencia, Maracaibo, Tovar entre muchas que pisó.

Esta madrugada su cuerpo ha dicho no más, viajando a la perpetuidad un hombre que con su caballerosidad, dentro y fuera de las plazas, hizo historia. Ese fue, Rigoberto Bolívar, picador de toros. Su sepelio será este próximo domingo en horas de la tarde, en el cementerio Jardín Metropolitano El Mirador, de la capital tachirense. D.E.P.

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