ÁLVARO RODRÍGUEZ DEL MORAL
Manzanares: Llegó, vió y venció
De domingo a domingo, la campaña ha vivido dos
grandes cumbres complementarias que han colocado al toreo en la primera línea
informativa. Un acontecimiento no excluía al siguiente; sólo demostraban que
este oficio está vivo, muy vivo más allá de la estrechez de miras de los que
creyeron que todo empezaba y terminaba entre las piedras del anfiteatro de
Nimes. La tercera Puerta del Príncipe del gran diestro alicantino se antojó en
algunos momentos un pronunciamiento para contestar a los que rompieron la baraja
después del despliegue tomasista. Manzanares sumó arrojo, valentía y expresión
en una apabullante demostración que volvió a elevar su techo después de un año
difícil que ha tenido su alfa y omega en la plaza de Sevilla. Faltan algunas
ferias pero la gran temporada se cerró el domingo con una apoteosis que invita
a mirar al futuro con optimismo. La del Príncipe también fue la puerta de la
esperanza.
Las Galias nos dan sopas con honda
De los Pirineos para arriba no se juega con
las cosas de comer. La admirable y ejemplar Francia taurina ha salido blindada
de la recentísima sentencia de su tribunal constitucional que ha tumbado sin
contemplaciones las demandas de dos colectivos antitaurinos que pretendían
abolir las corridas de toros en el país vecino. La pregunta es: ¿habría una
sentencia tan contundente en esta vieja piel de toro que se ahoga en sus
propios complejos? Nuestro Constitucional registró hace ya dos años un recurso
de incostitucionalidad de la abolición catalana que sigue durmiendo el sueño de
los justos. El ejemplo de Francia está ahí: contundente y cercano y debe servir
de referente . Las cosas son más fáciles de lo que parecen aunque a veces nos
empeñemos en complicarlas tanto.
Jaleo en la trastienda
La inmensa mesa camilla del toreo -léase
Twitter- anda poniendo y quitando toreros y apoderados mientras la trastienda
del oficio se prepara para reorganizar sus estantes revueltos. Mucho se habla a
estas alturas de ciertos trasvases -Manzanares con Curro Vázquez, que sería
despedido por Morante- mientras se olvidan ciertas siglas que enredaron para
mal un conflicto televisivo que sólo consiguió romper la vajilla y descafeinar
el inicio de la temporada. Será difícil que se vuelva a hablar de los señores
de All Sports Media mientras se especula en voz cada vez más alta con el fin de
las retransmisiones de un Canal Plus puesto en el punto de mira por el senado
de la torería. En esa tesitura, la caída de Morante del festival que cada año
organiza Manuel Molés en el pueblo castellonense de Alquerías del Niño Perdido
no es casual y seguramente obedece a presiones de un entorno que en los últimos
meses ha escenificado su divorcio definitivo con el poderoso comunicador
negándose a aceptar micrófonos y llamadas nocturnas. La pregunta es: ¿para
ahogar al barquero había que hundir el barco? Nadie puede negar que, con sus
luces y con sus sombras, Canal Plus metió el toreo en miles de hogares mientras
los medios generalistas enmudecían. Pero aún hay más: las nuevas estrategias
televisivas -habrá más toros en RTVE- sólo son el decorado en el que se mueve
la ruptura de un G-10 que ni quiere ni puede moverse por los mismos intereses
mientras medie una denuncia en el Tribunal de la Competencia que enfrenta a
algunos toreros con sus propios apoderados por la desastrosa gestión del
conflicto de los derechos de imagen. Se anuncian dos bloques que darán que
hablar el año que viene: el de los toreros independientes y los que seguirán
navegando por un sistema condenado a renovarse o morir.
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