lunes, 1 de octubre de 2012

OBSERVATORIO TAURINO: El Pronunciamiento de Manzanares, la lección de Francia y jaleo en la trastienda


ÁLVARO RODRÍGUEZ DEL MORAL

Manzanares: Llegó, vió y venció
De domingo a domingo, la campaña ha vivido dos grandes cumbres complementarias que han colocado al toreo en la primera línea informativa. Un acontecimiento no excluía al siguiente; sólo demostraban que este oficio está vivo, muy vivo más allá de la estrechez de miras de los que creyeron que todo empezaba y terminaba entre las piedras del anfiteatro de Nimes. La tercera Puerta del Príncipe del gran diestro alicantino se antojó en algunos momentos un pronunciamiento para contestar a los que rompieron la baraja después del despliegue tomasista. Manzanares sumó arrojo, valentía y expresión en una apabullante demostración que volvió a elevar su techo después de un año difícil que ha tenido su alfa y omega en la plaza de Sevilla. Faltan algunas ferias pero la gran temporada se cerró el domingo con una apoteosis que invita a mirar al futuro con optimismo. La del Príncipe también fue la puerta de la esperanza.

Las Galias nos dan sopas con honda
 
De los Pirineos para arriba no se juega con las cosas de comer. La admirable y ejemplar Francia taurina ha salido blindada de la recentísima sentencia de su tribunal constitucional que ha tumbado sin contemplaciones las demandas de dos colectivos antitaurinos que pretendían abolir las corridas de toros en el país vecino. La pregunta es: ¿habría una sentencia tan contundente en esta vieja piel de toro que se ahoga en sus propios complejos? Nuestro Constitucional registró hace ya dos años un recurso de incostitucionalidad de la abolición catalana que sigue durmiendo el sueño de los justos. El ejemplo de Francia está ahí: contundente y cercano y debe servir de referente . Las cosas son más fáciles de lo que parecen aunque a veces nos empeñemos en complicarlas tanto.

Jaleo en la trastienda

La inmensa mesa camilla del toreo -léase Twitter- anda poniendo y quitando toreros y apoderados mientras la trastienda del oficio se prepara para reorganizar sus estantes revueltos. Mucho se habla a estas alturas de ciertos trasvases -Manzanares con Curro Vázquez, que sería despedido por Morante- mientras se olvidan ciertas siglas que enredaron para mal un conflicto televisivo que sólo consiguió romper la vajilla y descafeinar el inicio de la temporada. Será difícil que se vuelva a hablar de los señores de All Sports Media mientras se especula en voz cada vez más alta con el fin de las retransmisiones de un Canal Plus puesto en el punto de mira por el senado de la torería. En esa tesitura, la caída de Morante del festival que cada año organiza Manuel Molés en el pueblo castellonense de Alquerías del Niño Perdido no es casual y seguramente obedece a presiones de un entorno que en los últimos meses ha escenificado su divorcio definitivo con el poderoso comunicador negándose a aceptar micrófonos y llamadas nocturnas. La pregunta es: ¿para ahogar al barquero había que hundir el barco? Nadie puede negar que, con sus luces y con sus sombras, Canal Plus metió el toreo en miles de hogares mientras los medios generalistas enmudecían. Pero aún hay más: las nuevas estrategias televisivas -habrá más toros en RTVE- sólo son el decorado en el que se mueve la ruptura de un G-10 que ni quiere ni puede moverse por los mismos intereses mientras medie una denuncia en el Tribunal de la Competencia que enfrenta a algunos toreros con sus propios apoderados por la desastrosa gestión del conflicto de los derechos de imagen. Se anuncian dos bloques que darán que hablar el año que viene: el de los toreros independientes y los que seguirán navegando por un sistema condenado a renovarse o morir.

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