lunes, 12 de octubre de 2015

LAS VENTAS - CORRIDA DE LA HISPANIDAD: Iván Vicente y Javier Jiménez como argumentos del cierre

Una mala corrida de Martín Lorca pone el punto final a la temporada en Madrid; ovacionado el torero de Soto del Real e infravalorado el de Espartinas; impresentable actitud de Alejandro Amaya
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario ELMUNDO de Madrid

El día de la Hispanidad, la Fiesta Nacional, la Virgen del Pilar, se despereza cada año con el desfile de las Fuerzas Armadas que en su homenaje a los caídos por España siempre cobra su mayor emotividad: "Cuando la pena nos alcanza por un hermano perdido..." Sevilla, Zaragoza y Madrid honran la fecha con corridas de toros.

A Las Ventas regresaban dos toreros que en verano dejaron su impronta: Iván Vicente y Javier Jiménez. Vicente volvió a esgrimir su elegante concepto con un toro de Martín Lorca hocicudo, astifino, un punto cuesta arriba, noble, alegre y de generoso viaje por encima de la capacidad de humillación. Pero se desplazaba un tranco más allá y permitía colocarse cómodamente a Iván para el siguiente muletazo y así ligar. La mano fue la derecha. Hasta que el torero de Soto del Real presentó la izquierda y el toro dijo que poco más. El pase de pecho a la hombrera contraria y el cierre por bajo tocaron finas notas.

A Jiménez no lo trataron bien para lo firme y de verdad que estuvo con un tercero que portaba una guasa sorda en la recámara. Nada más salir se estiró encampanado, y sus 492 kilos adquirieron trapío de Madrid. Desde las verónicas el toro se movió mucho, lo que no significa bien: en el capote y en la muleta siempre se acordaba de lanzar un recado por el fajín del joven de Espartinas. Del caballo se escupió cuando no le buscó las vueltas. Una prenda a la que Javier Jiménez le planteó faena como si fuera bueno. Pronto y en la mano, que decía Chenel. Sin probaturas, aquello repetía con la sensación de no ir nunca metido en la muleta. Escaso el eco para tanta sinceridad. Es cierto que las cosas se enredaron las pocas veces que le tocó las telas en la última parte de la faena. Las bernadinas fueron de escalofrío. La estocada, escasamente letal. Y el descabello lo chingó todo. "Se va sin torear", sentenció la sabia Cátedra...

La descarada testa del bajo cuarto se sostenía sobre una anatomía descoordinada. Lo vieron hasta las piedras, menos el presidente. Iván Vicente se entretuvo quizá demasiado entre las voces desapacibles de la gañanía y lo mató por arriba con eficacia. ¡Cuánto gritan en Las Ventas con aires serranos! Y ahora parece que vuelve la moda del "¡ahí no se pica!". Y por pelés quieren el caballo en el '7'.

Cerró la temporada de Las Ventas un toro feo como de exagerada apertura de cara. No fue el único, pero ninguno tan horrendo y montado. Javier Jiménez arrancó las palmas con la obertura de faena, una trincherilla y el del desprecio. Otra vez el sevillano asentado con enemigo que embestía tal cual era: un buey. Mala nota para Martín Lorca con semejante limpieza de corrales. Jiménez cuenta con condiciones para funcionar. Pero la suerte ha de ayudar un mínimo.

Al mexicano Amaya lo anunciaron como guiño a la Hispanidad como única justificación. Hay compatriotas mucho más preparados para dejar en mejor lugar, con el mismo mal lote, el pabellón de México. Impresentable. El programa acreditaba como mérito un romance con la actriz Bárbara Coppel. Sin coña.

FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Lunes, 12 de octubre de 2015. Corrida de la Hispanidad. Unas 6.000 personas.
Toros de Martín Lorca y dos con el hierro de Escribano Martín, serios y de abiertas caras, muy desiguales de hechuras; el 1º sin terminar de humillar tuvo nobleza y recorrido; malo el bajo 2º; de mentirosa movilidad y sorda guasa el 3º; descoordinado el 4º; parado y midiendo el basto 5º; feo el buey 6º.
Iván Vicente, de grana y oro. Pinchazo y estocada pasada (saludos). En el cuarto, estocada algo contraria (saludos).
Alejandro Amaya, rosa y oro. Estocada y dos descabellos (silencio). En el quinto, pinchazo, media trasera y tendida y varios descabellos (pitos).
Javier Jiménez, de verde manzana y oro. Estocada y varios descabellos. Aviso (silencio). En el sexto, estocada atravesada y descabello (silencio).

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