El matador de la tierra triunfó
en la primera de la Feria de San Lucas con dos buenos toros de Torrestrella.
Adrián de Torres y Javier Jiménez saludaron una ovación en cada toro.
CARLOS CRIVELL
Jaén
Jaén
@carloscrivell
Diario ELMUNDO de Madrid
Diario ELMUNDO de Madrid
San Lucas llega en octubre y Jaén celebra su feria. No hay
otra posibilidad. Es la fecha de los toros. A Jaén deben ayudarla los taurinos.
La plaza es grande y cómoda. En los campos jiennenses se cría el toro bravo
como en pocas provincias españolas. Sólo por escuchar la banda de municipal de
música queda justificado el viaje. Hay una buena afición. Sin embargo, está
dormida. Necesita buenos carteles con las figuras en su ruedo. Si los mejores toreros
abandonan esta plaza, estarán matando una buena plaza y una estupenda afición.
Torrestrella lidió tres toros de clase. Bajaron el segundo,
de embestidas descompuestas, y el descastado tercero. El jabonero que abrió el
festejo fue un gran toro. Lució presencia musculada y arrancadas emocionantes.
Si por el pitón derecho lanzó algún gañafón, por el izquierdo embistió largo y
humillado. De la divisa jerezana, el cuarto, más basto de hechuras, fue noble
en la muleta. El sexto, chiquito pero bien hecho, tuvo fijeza y clase. Para no
desentonar, el quinto de El Cotillo fue también un toro de fácil manejo.
El lote de la corrida cayó en manos de José Carlos Venegas,
que demostró ambición, valor sobrado y algunos pasajes de toreo reposado. No
era fácil dominar la abrumadora embestida del jabonero que abrió plaza. Venegas
comenzó con pases de largo en el centro a modo de bernadinas (le llaman
veneguinas). En las tandas con la derecha le costó dominar el ímpetu del
animal. El toreo con la izquierda, por donde el toro rompió con clase, fue de
mayor nota. Con el muy noble cuarto se mostró entregado y poderoso. Venegas es
valiente. Esta faena tuvo un poco de todo, aunque lo mejor fue que el torero
armó bien la faena para entusiasmar al público. Hubo muletazos largos por la
derecha. También algunos naturales de muleta tersa y bien manejada. Como es
norma de estos tiempos, manoletinas de postre. Cortó dos orejas y se fue a
hombros.
De Linares es Adrián de Torres. No se le puede exigir nada
con el primero de su lote, que se pasó el tiempo alargando la cabeza de manera
incómoda. Con el buen toro de El Cotillo logró centrarse en una faena desigual
con algunas tandas sin lograr el temple necesario. Algunos naturales fueron lo
mejor de esta faena intermitente que quedó en nada por el manejo de la espada.
Tampoco pudo alcanzar el lucimiento Javier Jiménez con el
tercero, toro de mínima casta, apagado precozmente y con el que solo le quedó
la opción de robarle algunos pases y dominarlo. El toro bueno fue el sexto.
Estuvo animoso en todo momento. Algunas tandas de derechazos tuvieron
prestancia y temple exquisito. Fue un torero poderoso y dominador. Al mismo
tiempo, en otros se mostró acelerado y así deslució su labor. Tampoco lo mató
bien.
Mereció la pena asistir al coso de Jaén. Cuatro toros
buenos, uno de ellos muy encastado; un torero como Venegas, valiente y
entregado, y la banda municipal de Jaén, que es un lujo para los sentidos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toro de Jaén. Sábado, 17 de octubre de 2015. Primera de feria.
Un cuarto de plaza.
Cinco toros de Torrestrella
y uno - quinto- de El Cotillo,
justos de presentación y de buen juego conjunto. De Torrestrella, encastado el
1º y noble el 4º; muy bueno el 6º; 2º y 3º, descastados. El de El Cotillo,
noble y repetidor.
José Carlos Venegas, de grosella y oro. Pinchazo bajo (una
oreja). En el cuarto, media fulminante (dos orejas).
Adrián de Torres, de celeste y oro. Pinchazo y estocada
(saludos). En el quinto, tres pinchazos y descabello. Aviso (saludos).
Javier Jiménez, de blanco y oro. Pinchazo y estocada corta
(saludos). En el sexto, pinchazo y estocada (saludos).
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