sábado, 10 de agosto de 2019

SAN SEBASTIÁN - Pablo Aguado, la perla en La Concha

El sevillano afronta su debut la semana que viene en la resucitada Illumbe: "Palabras mayores. Tiene máxima categoría. Es de las ferias con las que uno sueña, rodeado de figuras".
ZABALA DE LA SERNA
Diario EL MUNDO de Madrid

Todavía se oye el eco de lo Pablo Aguado en Huelva. Como una réplica lejana del terremoto de Sevilla, del temblor de Madrid. «Pablo lo acompasó [al toro] a su cintura por redondos, muy natural y muy sereno, sin perder nunca la armonía, como si la brisa de la Umbría meciera suave a un junco», describía a pulso Acevedo en sus Cuadernos de Tauromaquia.

Al arte de Aguado se le espera en San Sebastián. Como en toda España. Es la perla del toreo. Que ya ha pasado por La Concha con su paso leve, con su gesto grave: «Son palabras mayores. Tiene una categoría máxima. Aunque suene tópico, es una ilusión muy grande porque es una de esas ferias con las que uno sueña. Y encima con el privilegio de verme rodeado de máximas figuras». Entre ellas asoma su nombre, el 15 de agosto, la fecha más bella y cargada del verano: Pablo Hermoso de Mendoza y El Juli arropan su debut en la resucitada Illumbe. Que también siente la ausencia de Roca Rey, pero navega con dignidad de esfinge en esta nueva vida. Pudo estar José Tomás, pero al final no pudo ser. O no quisieron que fuera.

Ferrera, Manzanares, Urdiales, Paco Ureña, Cayetano [elegido como suplente y torniquete universal contra la hemorragia en taquilla del Cóndor del Perú] o Ginés acartelan sus nombres haciendo melé.

Bildu/HB clausuró la actividad taurina entre 2012 y 2015, cuando los toros volvieron a su ser en Donosti. Hasta el hachazo, la tauromaquia había tenido un impacto en la ciudad de 117 millones de euros desde que el sueño de Illumbe se hiciese realidad en 1998. La última plaza de San Sebastián de las 14 habidas en la ciudad donostiarra durante cinco siglos de arraigada tradición taurina en el País Vasco.

Como coso específico y estable, en el sentido moderno de plaza de toros, se inauguró en 1851 la de San Martín. Luego vino la plaza de Atocha que Largatijo y Frascuelo estrenaron en 1870 y la Guerra Carlista devoró. Y así hasta alcanzar el mítico Chofre en el barrio del Gros en 1903. Que duró en pie hasta 1973, año en el que la especulación inmobiliaria taló no sólo una afición, sino generaciones enteras. Una orfandad taurina que duró 25 años.

El sueño del gran Manolo Chopera cobró forma y sigue vivo. La dinastía, en alianza con el grupo de Alberto Baillères, hace de Peine de los Vientos contra las tempestades políticas. Cuando se reinaugró en 2015, Pablo Chopera reivindicó su lucha silenciosa por volver.

Al fondo de agosto se atisba Bilbao, el Alpe D'huez taurino del Norte. Donde este pasado miércoles los Chopera-Baillères presentaron su oferta como únicos candidatos para dirigir su destino. Pero eso es otra historia, otro capítulo, palabras mayores.

CARTELES DE LA SEMANA GRANDE

Miércoles 14 de agosto. Toros de Núñez del Cuvillo para Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey.

Jueves 15. Toros del Capea y Garcigrande para Hermoso de Mendoza, El Juli y Pablo Aguado.

Viernes 16. Toros de Torrealta para Juan Leal, Román y Luis David Adame.

Sábado 17. Toros de Zaldueno para Diego Urdiales, Paco Ureña y Ginés Marín.

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