El
sevillano afronta su debut la semana que viene en la resucitada Illumbe:
"Palabras mayores. Tiene máxima categoría. Es de las ferias con las que
uno sueña, rodeado de figuras".
ZABALA DE
LA SERNA
Diario EL
MUNDO de Madrid
Todavía se oye el eco de lo Pablo Aguado en
Huelva. Como una réplica lejana del terremoto de Sevilla, del temblor de
Madrid. «Pablo lo acompasó [al toro] a su cintura por redondos, muy natural y
muy sereno, sin perder nunca la armonía, como si la brisa de la Umbría meciera
suave a un junco», describía a pulso Acevedo en sus Cuadernos de Tauromaquia.
Al arte de Aguado se le espera en San Sebastián.
Como en toda España. Es la perla del toreo. Que ya ha pasado por La Concha con
su paso leve, con su gesto grave: «Son palabras mayores. Tiene una categoría
máxima. Aunque suene tópico, es una ilusión muy grande porque es una de esas
ferias con las que uno sueña. Y encima con el privilegio de verme rodeado de
máximas figuras». Entre ellas asoma su nombre, el 15 de agosto, la fecha más
bella y cargada del verano: Pablo Hermoso de Mendoza y El Juli arropan su debut
en la resucitada Illumbe. Que también siente la ausencia de Roca Rey, pero
navega con dignidad de esfinge en esta nueva vida. Pudo estar José Tomás, pero
al final no pudo ser. O no quisieron que fuera.
Ferrera, Manzanares, Urdiales, Paco Ureña,
Cayetano [elegido como suplente y torniquete universal contra la hemorragia en
taquilla del Cóndor del Perú] o Ginés acartelan sus nombres haciendo melé.
Bildu/HB clausuró la actividad taurina entre 2012
y 2015, cuando los toros volvieron a su ser en Donosti. Hasta el hachazo, la
tauromaquia había tenido un impacto en la ciudad de 117 millones de euros desde
que el sueño de Illumbe se hiciese realidad en 1998. La última plaza de San
Sebastián de las 14 habidas en la ciudad donostiarra durante cinco siglos de
arraigada tradición taurina en el País Vasco.
Como coso específico y estable, en el sentido
moderno de plaza de toros, se inauguró en 1851 la de San Martín. Luego vino la
plaza de Atocha que Largatijo y Frascuelo estrenaron en 1870 y la Guerra
Carlista devoró. Y así hasta alcanzar el mítico Chofre en el barrio del Gros en
1903. Que duró en pie hasta 1973, año en el que la especulación inmobiliaria
taló no sólo una afición, sino generaciones enteras. Una orfandad taurina que
duró 25 años.
El sueño del gran Manolo Chopera cobró forma y
sigue vivo. La dinastía, en alianza con el grupo de Alberto Baillères, hace de
Peine de los Vientos contra las tempestades políticas. Cuando se reinaugró en
2015, Pablo Chopera reivindicó su lucha silenciosa por volver.
Al fondo de agosto se atisba Bilbao, el Alpe
D'huez taurino del Norte. Donde este pasado miércoles los Chopera-Baillères
presentaron su oferta como únicos candidatos para dirigir su destino. Pero eso
es otra historia, otro capítulo, palabras mayores.
CARTELES DE LA SEMANA GRANDE
Miércoles
14 de agosto. Toros de Núñez del Cuvillo para Antonio Ferrera, José
María Manzanares y Andrés Roca Rey.
Jueves
15. Toros del Capea y Garcigrande para Hermoso de Mendoza, El Juli y
Pablo Aguado.
Viernes
16. Toros de Torrealta para Juan Leal, Román y Luis David Adame.
Sábado
17. Toros de Zaldueno para Diego Urdiales, Paco Ureña y Ginés Marín.
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