martes, 27 de agosto de 2019

ENTREVISTA - Paco Ureña: "En Bilbao fui el torero que siempre he querido ser"

El torero lorquino ha entrado en los anales de la historia de Vista Alegre: el viernes cuajó una tarde memorable con un pleno de cuatro orejas. Ya había conquistado San Isidro. Vive un momento de plenitud artística. Es su año.
 
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid

Lograr hacer pleno en una plaza como Bilbao se antoja una misión imposible. Hacía 55 años que un torero no desorejaba a su lote, el último había sido Manuel Benítez El Cordobés. Idéntico botín pero ante seis victorinos obtuvo El Cid en 2007. Paco Ureña ha hecho historia en una temporada marcada por su silenciosa hazaña del regreso a los ruedos tras perder un ojo en Albacete hace casi un año. Un 2019 que tenía guardada como recompensa a su lucha la ansiada Puerta Grande de Las Ventas y el triunfo rotundo de Vista Alegre a modo de hitos.

- ¿Se llega a soñar con una tarde tan redonda como la suya ante los toros de Jandilla?
La verdad es que no. Uno busca y se marca metas, pero cuando sale todo así... Creo que será muy difícil repetirlo, me siento un privilegiado por poder entregarle tanto al toro y que él me lo devuelva así.

- La primera faena fue importante, cortó dos orejas, pero no alcanzó las cotas de emotividad de la que cerró la tarde.
El primero fue un gran toro. Bravo, tuvo muchas virtudes. Me permitió expresarme, lo disfruté mucho. Pude torear como lo siento. La faena llegó a los aficionados. También la estocada en la que me cogió porque lo quise matar lo más recto posible, como se debe matar a los toros bravos. Entregándoselo todo. El sexto embistió más despacio, fue muy franco y sumó a todas las sensaciones del tercero un punto de rotundidad porque me salió todo.

- ¿Qué es lo que más le llenó?
Sentir que en Bilbao pude ser el torero que siempre he querido ser. Espero que más allá de los trofeos, en unos años cuenten así vi torear a Paco Ureña. Eso es lo que más me importa. Busco hacer feliz a los aficionados, ser un espejo para los que luchan en su día a día.

- Es difícil extraer una queja del discurso de Paco Ureña. Su camino ha sido arduo. Más de diez años de desierto, sin contratos ni oportunidades. Después la montaña rusa del toreo y sus intereses hasta perder un ojo en Albacete en una cornada terrorífica. Un nuevo calvario, un nuevo ejemplo de superación.
He aprendido a no quejarme. La realidad es la que es. Siempre digo que el sol no se puede tapar con un dedo. Sé que al final todo sale a la luz. Este año está siendo muy importante para mí pero resulta incomprensible que no cuenten conmigo en las sustituciones ni me den el sitio que me he ganado abriendo la Puerta Grande de Madrid.

- ¿Qué cree que falla en el sistema?
No lo sé. Sólo creo en lo que ocurre en el ruedo. Hay compañeros como Diego Urdiales o David de Miranda que, después de lo que han conseguido en Madrid, no entiendo cómo se les está tratando.

- ¿Por eso le brindó en Bilbao el toro del gran triunfo a Urdiales?
No sólo por eso, es una referencia para mí porque mantiene una filosofía que me hace sentirme identificado. Le admiro.

- Dicen que la clave de su rotundo triunfo de Bilbao fue la pureza. ¿Cómo define Paco Ureña ese concepto?
Para mí es: la entrega, el respeto, la pasión y el compromiso que tenga un torero. El torero tiene que entregarse al toro y olvidarse del cuerpo. Poner de acuerdo la mente y el cuerpo para entregarlo todo.

- Tras el percance de 2018, ¿vive de forma diferente el toreo?
Le doy la máxima importancia a todas las tardes. De hecho, siento que en cada una de ellas voy corrigiendo defectos, trato de ser mejor cada día. De crecer. Por esa mentalidad creo que estoy consiguiendo tanta regularidad.

- Por delante le quedan tardes importantes como la vuelta a Albacete, un mano a mano en Otoño...
Nunca he querido dar la espalda a Madrid, por mi compromiso con su afición torearé un mano a mano con Miguel Ángel Perera. Es mi deber como hombre y como torero. La tarde de Albacete me hace especial ilusión, sé que voy a vivir muchas emociones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario