sábado, 24 de agosto de 2019

UNICO CASO EN TIERRAS LUSITANAS - Cinco diestros españoles en festejo con muerte de toro en la plaza

Cinco diestros españoles participarán este año en la feria de Barrancos, el único municipio luso donde se permite matar al toro durante la lidia pero solo durante tres días, entre el 29 y el 31 de agosto.

Los hermanos Castaño, Javier Jiménez, Rafael Serna y Alfonso Cadaval son los protagonistas de esta edición, uno de los momentos más esperados por los aficionados taurinos lusos ya que desde 1928 está prohibido el sacrificio de los toros en la plaza en Portugal, salvo en Barrancos tras la aprobación de una ley excepcional en 2002.

"Me hace mucha ilusión torear en Barrancos por primera vez", explicó en declaraciones a EFE el diestro leonés afincado en Salamanca Javier Castaño, que abrirá el cartel el 29 de agosto.

Recordó Castaño que la propuesta le llegó hace unos meses cuando tentaba en la ganadería lusa de Couto Fornilhos, ubicada en Barrancos y de la que serán los astados que saltarán al ruedo durante los tres días.

A Javier Castaño, diestro de 38 años que quiere regresar a los principales cosos de España, Francia y América, le parece "fenomenal" que haya un festejo en Portugal donde se permita la suerte de matar porque "si el final no es el que es, me parece incompleto".

Su compañero de tarde será el sevillano de Espartinas Javier Jiménez, un joven diestro de 28 años que accedió a la invitación de matar un novillo en Barrancos porque, dijo a Efe, le parece "una experiencia bonita y peculiar".

Los toros serán lidiados en un coso de madera que se levanta en la Plaza Mayor de Barrancos, sin picadores -también prohibidos por ley en Portugal- y sin varilargueros porque las dimensiones son muy reducidas.

Al día siguiente, será el turno de otros dos toreros sevillanos, Rafael Serna y Alfonso Cadaval, hijo del popular humorista español César Cadaval.

Damián Castaño -hermano de Javier Castaño-, que a sus 28 años afronta una de sus mejores temporadas, cerrará la feria en solitario.

La Feria de Barrancos, apuntó Castaño a Efe, está en auge, en especial después de que el pasado año fuera Morante de la Puebla el elegido para la lidia.

Mientras en el resto del país se prohibió en 1928, en Barrancos se mantuvo la tradición de matar al toro en la plaza, aunque la presión de grupos civiles se tradujo en una regulación que, desde 2002, limita la muerte del animal a los días 29, 30 y 31 de agosto. / EFE

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