ELÍAS L. BENARROCH
En
apenas tres meses ha cancelado el arraigado concurso de la "Reina de
Quito", clausurado la última plaza de toros, lanzado un plan de protección
de mascotas, y ampliado a todo el día el tránsito vehicular por matrícula para
aligerar el tráfico y combatir la contaminación.
El
responsable de estas decisiones, hasta mayo casi impensables en una ciudad
marcada por el conservadurismo, es el nuevo alcalde de Quito, Jorge Yunda, que
esta semana cumple 100 días en el cargo y, en una entrevista con Efe, asegura
que no es más que "un mensaje hacia dónde debe ir la humanidad".
"La
violencia con seres vivos genera violencia humana", asegura para
justificar la campaña de concienciación para que se proteja y respete a los más
de 600.000 perros que deambulan por la urbe, a los que ha llegado a poner de
forma simbólica "pasos de perro".
Su
mensaje no es menos tajante al justificar la suspensión de la "Reina de
Quito": "Luchamos contra violencia de género, contra los
femicidios... pero, sin embargo, seguíamos haciendo elecciones de reina con
jurados subjetivos y sustentados en la belleza física y en medidas
corporales", sentencia.
A
su juicio, ese tipo de certámenes "cosifican" a la mujer mientras
"se lucha contra la violencia de género".
De
54 años, el nuevo regidor de izquierdas llegó al municipio tras ganar las
elecciones de marzo con apenas 21,32 por ciento de los votos, y en sustitución
del conservador Mauricio Rodas, que prometía desarrollo y dejó desencanto y un
Metro.
"El
Metro es un juguete demasiado caro para nuestra economía, 2.009 millones de
dólares comprometidos", dice sobre el proyecto emblema de la ciudad, que
construye la española Acciona.
Yunda
hubiera preferido mejorar el transporte público en superficie a un costo de 400
millones, y tener más margen financiero "para otras obras". Para el
Metro, dice, siempre había tiempo.
Pero
el primer subterráneo de Ecuador es una realidad que ahora pretende convertir
en una vía para eliminar "el transporte de combustibles fósiles que
contaminan el medioambiente" y "descongestionar" la caótica
capital por la que circulan "medio millón de vehículos al día".
El
transporte y la movilidad en la siempre expansiva Quito es uno de los ejes
centrales de su programa de gobierno, necesariamente para hacer viable un Metro
en el que no se pueden poner tarifas de "2,5 o 3 dólares", sino más
bien de "40 o 45 centavos" de dólar.
Su
reto será "rediseñar las rutas en la superficie para alimentar la gran
obra" para que "sea autosustentable" cuando entre en funcionamiento
el próximo año.
Hasta
mayo pasado, Yunda era más conocido como el "Loro Homero" por su fama
como locutor de radio, vocación que desarrolló tras estudiar medicina y
trabajar de cirujano.
Este
alcalde polifacético también fue músico y presidente de un club de fútbol de la
primera división, El Nacional.
Pero
su relación con la política emana precisamente de su popularidad como locutor,
que le acercó a Rafael Correa antes siquiera de que este fuera presidente en
2007.
De
esa relación, también el recelo de muchos ciudadanos y las críticas en su
momento por haber servido como presidente del Consejo Nacional de Radio y
Televisión.
Achacaron
entonces un serio conflicto de intereses a este quiteño de adopción -es
originario de una parroquia rural de la provincia de Chimborazo- y que se hizo
a sí mismo.
"Mi
padre zapatero y mi madre costurera", dice con orgullo apuntando desde el
balcón de la Alcaldía al cercano barrio de San Roque, al que llegó con su
familia a los nueve años.
Hoy
ha convertido ese bullicioso sector, conocido por el emblemático mercado del mismo
nombre, así como La Marín, otro barrio del caso histórico, en un laboratorio de
las que serán sus políticas para un distrito metropolitano que concentra a más
de 3 millones de habitantes y tiene 33 parroquias rurales.
"Ahí
comienza el proyecto para trasladarlo a Quito", confirma a Efe sobre la
necesidad de una mayor seguridad que aliente el repoblamiento de barrios
abandonados del centro y otros sumidos en la pobreza y el abandono.
Destaca
en ese sentido la "injusticia" de que Quito aporte el "43 % del
presupuesto" nacional, "alrededor de 11.000 millones de
dólares", pero tenga "los índices más altos de desempleo y
subempleo".
Un
problema que espera resolver con la recuperación del casco colonial y los
barrios colindantes para que se conviertan en un imán de turistas: 4 millones
al año en 2022.
Su
otro gran proyecto es el medioambiente, que arrancó el lunes con el lanzamiento
de la primera fase de un proyecto de 1.100 millones de dólares para limpiar los
ríos de la ciudad, entre ellos, el Machángara, contaminado por desechos humanos
e industriales.
"Nuestra
hipermegaobra no serán 60 kilómetros de cemento armado sino la recuperación de
un río que hemos envenenado y contaminado", y que "la ciudad comience
a trabajar de forma ordenada con el ambiente", concluye. / EFE
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