MADRID.- El nombre
propio de la tarde de hoy en Las Ventas ha sido el de Gonzalo Caballero, que repitió el mismo triunfo que cosechó a
primeros de abril en su debut con caballos en Sevilla, y cortó también una
oreja de peso, pero a diferencia de aquella tarde: "los olés de Madrid son lo
más bonito del mundo".
"La
temporada está marchando de maravilla. Lo de Sevilla fue increíble, y lo de hoy
también, o más, que para eso soy madrileño y triunfar en esta plaza es mi verdadero
sueño. Lo único que yo había apostado por la Puerta Grande, y la pena ha sido
el sexto novillo, que no me ha dado ninguna opción, sino la gente me hubiera
sacado en volandas seguro", aseguró Caballero a EFE al finalizar la
corrida.
Por eso, y
pese a haber cortado una oreja en su primero, este joven madrileño de 21 años,
que con ésta cumplía su segunda novillada con picadores, se marchaba con un "sabor
agridulce".
"La gente
estaba conmigo, y a poquito que hubieran salido las cosas con el último novillo
hubiese salido a hombros, pero cuando los toros se paran y 'se rajan', no queda
más remedio que al menos dejar ver la voluntad. No obstante, soy joven y tendré
tiempo de volver y triunfar como Dios manda", dijo Caballero.
Pero con su
primero, tercero de la tarde, sorprendió y mucho a la afición de Las Ventas con
una faena valiente y serena, de quietud y mucho gusto a partes iguales. "Con
el primero he disfrutado muchísimo, y creo que Madrid ha disfrutado conmigo.
Los olés en esta plaza son únicos y no se pueden describir, pues hay que
vivirlos porque te van empujando hacia adelante para seguir dando más y más. La
próxima será la buena. Estoy seguro", finalizó Caballero.
La murciana Conchi Ríos volvía a Madrid por San
Isidro como premio a la buena actuación que cuajó la tarde del 10 de julio del
año pasado, cuando cortó las dos orejas a un novillo de José Cruz, triunfo que
valió para alzarse vencedora del certamen de "nocturnas" de Las Ventas. Pero hoy no pudo ser.
"En esta
profesión es fundamental ser constante. No vale con evocar la tarde del 10 de
julio pasado cuando abrí la Puerta Grande. Hoy había que dar la cara igual o
más, que para eso en San Isidro, y al final ha sido de esos días duros en los
que hay que tener mucha afición para seguir adelante, y a mí de eso me
sobra", aseguró Ríos.
"La tarde
ha empezado torcida, y ha acabado así -continuó-; no he matado ningún novillo
de la ganadería anunciada, y aunque el segundo mío parecía que iba a tener
mejor condición que la 'prenda' que ha abierto plaza, se ha acabado muy rápido;
y eso, junto al viento, ha hecho que fuera imposible triunfar".
El segundo
espada, el pacense Tulio Salguero,
pasó de puntillas por su compromiso isidril. "Me voy triste porque no he
podido desarrollar el toreo que llevo dentro. Tan sólo he podido mostrar
actitud y disposición. Pero bueno, esta es una prueba que hay que superar para
llegar a 'figura' del toreo, y si hoy no ha salido bien, saldrá otro día",
declaró Salguero. / EFE - Javier López
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