Los
tres toreros pasean una oreja cada uno de una desigual corrida de Juan Pedro
Domecq en el festejo que conmemoraba el centésimo cuadragésimo aniversario del
coso gaditano
JUAN
BELMONTE
Redacción APLAUSOS
Fotos: Arjona
Fotos: Arjona
Enrique Ponce recibió con buenas verónicas al
primero de la tarde. El fuerte viento de levante que sopló condicionó el
planteamiento de la faena del valenciano, que antes de tomar la muleta se lució
en un bonito quite por chicuelinas. Faena de tandas cortas frente a un toro muy
bueno de nobleza y son. Sin viento hubiera sido otro cantar. Tras un pinchazo,
se volcó en la estocada de la que salió volteado sin consecuencias.
El cuarto de la tarde, ya de salida, tuvo
tendencia a la huida y poco celo. Sin embargo llegó a la muleta humillando y
Enrique Ponce lo midió bien en los primeros compases. El de Juan Pedro fue a
menos y echó mano Ponce de sus consabidas poncinas para rematar su labor. La
estocada corta con la que pasaportó al toro le otorgó una oreja.
Pinturero fue el saludo de capa con remate a
compás de Morante de la Puebla. Montadito de hechuras y de embestida corta el
segundo juampedro. Llegó topando a la muleta del sevillano, que le buscó las
vueltas y le pegó pases, uno a uno, hasta que consiguió alguna serie mientras
el toro iba a menos. Abrochó su faena con ayudados por alto antes de rematar de
estocada y pasear la primera oreja de la tarde.
Suelto de salida el quinto, costó fijarlo. No
apuntó buenas cosas en los primeros tercios y en la muleta de Morante de la
Puebla apenas se movió. Agarrado al piso, desesperó y aburrió al diestro, que
tuvo que tirar por la calle de en medio. No sirvió.
Pablo Aguado se hizo aplaudir en las verónicas de
salida y más aún en un quite que abrochó con una media al ralentí. El sevillano
supo mediar su faena ante un toro noble. Las series no fueron largas, ni falta
que hicieron. Su temple y naturalidad en cada encuentro gozaron del beneplácito
del público, entregado ante lo distinto. Dejó una estocada tras un pinchazo y
sumó un trofeo.
Trotón y sin querer tomar los engaños, el toro que
cerró plaza no permitió el lucimiento de Pablo Aguado. Tras un buen puyazo de
J. Carlos Sánchez, siguió volviéndose al revés. En el tercio final se rajó
enseguida y buscó las tablas. Voluntad y esfuerzo infructuoso del sevillano,
que se dobló con torería al final.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de juego desigual. Mejores
los cuatro primeros; quinto y sexto, rajados.
Enrique
Ponce, ovación con saludos y
oreja con petición de la segunda.
Morante
de la Puebla, oreja y palmas.
Pablo
Aguado, oreja y palmas.
Entrada: no hay localidades en el aforo permitido,
alrededor de 5000 espectadores. *** El festejo arrancó tras un minuto de
silencio en memoria de las víctimas del Covid-19 y después de sonar el Himno de
España. *** Saludaron en el tercero de la tarde tras banderillear Iván García y Pascual Mellinas.
El Puerto de Santa María, jueves 6 de agosto
de 2020.
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