La
Junta de Andalucía obligará a respetar metro y medio de distancia entre
espectadores, medida que dificultará la celebración de la Feria de San Miguel y
la Goyesca de Ronda
JESÚS
BAYORT
Diario ABC
de Sevilla
La polémica corrida de toros celebrada el pasado
jueves en la Plaza Real de El Puerto de Santa María sigue levantando ampollas.
La controversia surgió a raíz de una serie de imágenes que mostraban unos
tendidos aparentemente repletos, aunque el empresario del coso, José María
Garzón, asegurase que sólo se vendió el 50 por ciento del aforo. Y las
reacciones no se han hecho esperar: el consejero de Presidencia de la Junta de
Andalucía, Elías Bendodo, anunció ayer que piensa volver a reducir el número
máximo de espectadores. Hasta la fecha, la Junta de Andalucía había sido la
comunidad autónoma que más había flexibilizado el reglamento para que se
pudiesen celebrarse estos festejos, siendo la única que no imponía el metro y
medio de distancia entre espectadores.
Así lo dijo el pasado mes de junio Elías Bendodo:
«Nuestra intención es que las plazas retomen su actividad y abran al público con
asientos preasignados, con un porcentaje de aforo permitido del 50 por ciento y
con todas las medidas de seguridad. Creemos que es una manera apropiada de
conjugar los intereses del sector con la protección de la salud, principal
prioridad de este Gobierno».
Y así fue: Osuna, Huelva o El Puerto de Santa
María fueron muestras de este guiño por la tauromaquia. Unas corridas que
sirvieron como reivindicación del toreo en sus horas más delicadas, pero que
ofrecieron unas imágenes que diferían de la situación sanitaria actual,
producidas en muchos casos por la omisión de algunos espectadores de respetar
las señalizaciones que prohibían sentarse en asientos contiguos.
Es por ello que Bendodo rectificó ayer y señaló
que «el límite del 50 por ciento del aforo se va a reducir aún más porque vamos
a marcar metro y medio de distancia obligatoria». Indicó que quien se salte
cualquier norma sanitaria para frenar la pandemia de Covid-19 «se va a
encontrar con la ley y la sanción», que actualmente establece multas de 100
euros por no usar la mascarilla a 600.000 euros por poner en riesgo a la
población.
Bendodo recalcó que estas sanciones «se están
aplicando a rajatabla» y, respecto al caso concreto de la corrida de toros de
El Puerto, comentó que hay «información contradictoria» porque los
organizadores «dicen que cumplen la norma» pero la Junta ha abierto una
investigación independiente.
Preguntado sobre la ausencia de público en otros
espectáculos deportivos como partidos de fútbol y baloncesto, el consejero de
Presidencia recordó que «el Gobierno de España se reservó» esa decisión al
inicio del proceso de desescalada del estado de alarma y «el resto lo dejó a
criterio de las comunidades autónomas», lo que motivó que la Junta autorizara
las corridas de toros aplicando criterios «no de cancelación sino de medidas
restrictivas».
A su juicio, «no tiene mucho sentido» que la gente
pueda asistir a conciertos de música en espacios abiertos o cerrados, así como
a corridas de toros, mientras que no puede presenciar partidos de fútbol o
baloncesto, pero insistió en que esa es una competencia del Estado, que así lo
decidió «con las ligas correspondientes».
Esta decisión reduce drásticamente las
posibilidades de organizar espectáculos taurinos. Mejor dicho: sí podrían
celebrarse, pero serían inviables. Sobre la mesa hay una serie de corridas de
gran relumbrón que peligrarían si entrara esta norma, como por ejemplo la Feria
de San Miguel de Sevilla, la Goyesca de Ronda, la feria de Linares o la corrida
de Magallánica de Sanlúcar de Barrameda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario