Dos
orejas para el valenciano y una para el cacereño -que perdió más con los
aceros- frente a una complicada y deslucida corrida de Manuel Blázquez
Redacción APLAUSOS
Enrique Ponce, recuperado de la lesión de muñeca
producida el pasado día 6 en El Puerto de Santa María, se acopló pronto a la
condición del bonito toro de Manuel Blázquez que abrió plaza. Fácil con el
capote, el valenciano lució más con la muleta sobre la mano derecha, sin duda
el lado de más opciones del animal, pues por el pitón izquierdo protestaba y
recortaba mucho en sus viajes. Ponce, entregado, exprimió a su oponente, que
fue a menos en su juego. El de Chiva le cortó una oreja tras dejar una estocada
desprendida.
El burraco segundo, muy justo de fuerzas, fue
devuelto a los corrales. En su lugar saltó el primer sobrero, al que lanceó de
salida con gusto y empaque Emilio de Justo. Antes de empezar el trasteo brindó
a Fortes y todo seguido se sacó al toro a los medios con muletazos muy toreros.
Después las series fluyeron templadas y acompasadas. Saboreando el toreo. El
cacereño exhibió su dulce momento sobre ambas manos, rematando las series con
soberbios pases de pecho. El toro derrochó nobleza. Coronó el bonito trasteo
con una serie de frente, a pies juntos, toreando sobre la derecha sin la ayuda
de la espada. Hubo verdaderos carteles de toros. Los pinchazos y el descabello
le dejaron sin premio, pero su obra ahí quedó.
Fortes regresó a los ruedos tras 22 meses de
ausencia. Lo hizo lidiando a Asturiano, un complicado toro de Manuel Blázquez
al que trató de imponerse en los primeros compases de la faena doblándose por
abajo. Tragó con firmeza las bruscas acometidas del exigente animal, que
derrotaba al final del viaje y no fue fácil. Le costó un mundo al de Blázquez
tirar para adelante, y fue desarrollando a peor sin que por ello Fortes
arrojara la toalla en ningún momento. No fue faena lucida, sino de esfuerzo.
Dejó el malagueño un espadazo caído, falló después con el verduguillo, sonó un
aviso y fue silenciado.
El cuarto, siempre detrás de la mata, nunca se
entregó. Ponce hizo el esfuerzo, sacó a lucir sus resortes técnicos y lo
intentó por los dos lados. Labor batalladora la del valenciano, que exhibió
-una vez más- valor, raza y afición desmedida. Los pitones le rozaron la
taleguilla en varias ocasiones. Entró a matar por derecho, enterró el acero en
lo alto, cayó el toro patas arriba y paseó una oreja de ley. Se le llegó a
pedir la segunda.
Le tapó muy bien la cara De Justo al quinto, otro
toro que no dio facilidades, especialmente por el pitón izquierdo. El cacereño,
siempre dispuesto, enterró las zapatillas y tiró de las embestidas con enorme
decisión y firmeza por el lado derecho. Faena poderosa y entregada la suya,
superando los derrotes del bruto animal que, por el lado zurdo, no tuvo ni uno.
De libro la estocada final. Y merecido el premio de la oreja. El esfuerzo tuvo
recompensa.
El deslucido sexto, falto de entrega, tampoco le
dio opción de triunfo a Fortes. No le acompañó a Saúl la suerte en su regreso.
A pesar de ello, aplicó la receta del temple para lograr extraer algunos
muletazos sueltos pausados. Pero fueron pocos, porque pronto el manso de
Blázquez buscó el refugio de las tablas. El público, cariñoso, le tributó una
ovación de despedida.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Manuel Blázquez. El 2º como sobrero tras devolverse el titular por
flojo. De bonita presencia y juego deslucido salvo el noble 2º.
Enrique
Ponce, oreja y oreja tras aviso y
petición de la segunda.
Emilio
de Justo, ovación y oreja.
Fortes, silencio tras aviso y ovación con saludos.
Entrada: Lleno en todo el aforo
permitido por las autoridades (50% de la plaza). *** Tras el paseíllo, Enrique Ponce invitó a Fortes a que saludara
montera mano. *** Los toros lucieron
divisa negra en señal de luto por la muerte de la madre del ganadero el pasado
mes de junio.
Fuengirola (Málaga), jueves 13 de agosto de
2020. II Corrida Nocturna de Verano.
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