A
pesar de la complicada pandemia
A
pesar de no tener tentaderos, parece que en septiembre próximo podría tentar
hasta cuatro toros a puerta cerrada, solo falta que se formalice
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial
para VUELTA AL RUEDO
Tuvimos la oportunidad de platicar con el matador
de toros zacatecano Antonio Romero para que nos platicara cuál es la suerte que
ha corrido durante esta eterna cuarentena, sobre todo sabiendo que en lo
personal tiene que ver diariamente por su buen estado físico debido a las
secuelas que le dejó la gravísima cornada que sufrió en la zona rectal, con
rotura del esfínter, hace tres años en la Monumental Plaza México, el 19 de
marzo de 2017, por el astado “Caporal” de Piedras Negras.
“Todo se me ha tornado complicado, muy pocos
tentaderos he tenido, sólo el par que tuve en Torrecilla a finales de marzo y
principios de abril, y de ahí para acá simplemente nada. Sin embargo, por mi
condición física sigo haciendo ejercicio con el propósito de organizar la
función de mis intestinos, los que, a causa de la cornada, según los médicos,
se volvieron perezosos, entonces, con el ejercicio los obligo a trabajar”,
comentó Romero.
- ¿Cómo es
entonces tu entrenamiento físico y taurino?
“Cuando empezó esto del confinamiento me levantaba
a las cinco de la mañana a correr por las calles del centro de Zacatecas para
no molestar a nadie y que nadie me molestara a mí. Ahora, de manera reciente, a
partir de las cinco y media de la mañana ya estoy haciendo mi rutina de pesas
con el fin de reactivar y fortalecer muscularmente mis esfínteres, luego me
salgo a correr para ir procesando mi sistema digestivo y más tarde, en una
cancha pública de basquetbol, hago mi entramiento a base de toreo de salón”.
- Sin
actividad taurina ¿entonces que has podido hacer para solventar tu economía?
“Por fortuna tengo la licenciatura en diseño
gráfico, soy egresado de la Universidad UNIVER, campus Zacatecas, y gracias a
ello colaboro en el gobierno municipal de Fresnillo, además de ayudarle a mi
madre, doña Yolanda, con el taller que tiene de platería desde hace 25 años, y
así algunas otras cosas que por ahí van saliendo”.
- De
cualquier manera, estarás esperando volver al campo bravo ¿es así?
“Por supuesto, todo parece indicar que en
septiembre tendré la oportunidad de matar a puerta cerrada cuatro toros, pero
aún todo está planeándose. Aquí lo importante es estar bien nuevamente en la
cara del toro y entonces levantar la mano y decir que en mí hay torero que se
puede tomar en cuenta, sobre todo ahora que al menos en Tlaxcala ya se
empezaron a montar festejos en ganaderías. Eso da de alguna manera esperanza
para que esto vuelva a funcionar y así poco a poco irse regularizando la Fiesta
de los Toros en el país”.
Finalmente, sobre su estado físico, Romero nos
dijo que tiene pendiente una revisión, en la Ciudad de México, por su doctor
especialista Juan Carlos Sánchez, ya que al parecer tiene algún problema en el
colon y ello lo podría llevar a una sexta intervención quirúrgica.
Como se sabe, Antonio Romero el próximo miércoles
16 de septiembre cumplirá 10 años de haberse alternativado en el coso
Monumental de Zacatecas de manos de Eulalio López “Zotoluco” y ante la
presencia de Rafael Ortega, con el toro “Artillero” de la dehesa de Marrón. ¡Suerte
matador!
DATO
El diestro zacatecano a diario hace rutina de pesas para
fortalecer sus esfínteres, luego corre y en una cancha de basquetbol realiza
toreo de salón
Para festejar la
conquista: Hace 491 años Cortés mandó correr toros
El
festejo, en honor a San Hipólito, fue en la llamada plaza del Volador, donde
ahora se encuentra la Suprema Corte de Justicia en la Ciudad de México
Este jueves 13 de agosto de 2020 se cumplen 491
años de que el conquistador extremeño Hernán Cortés mandó correr toros para
festejar así la caída de la Gran Tenochtitlán y en honor a San Hipólito, por lo
que su pendón fue sacado del templo, donde actualmente hacen esquina las
avenidas Reforma e Hidalgo, para ser paseado y llevado hasta la plaza del
Volador, sitio del festejo y en el que ahora se ubica la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la calle de Pino Suárez, casi esquina con el Zócalo
de la Ciudad de México.
Una de las primeras intenciones del nombrado I
marqués del Valle de Oaxaca, Hernán Cortés, al descubrir los amplios pastizales
del norte y centro del territorio mexicano fue la de criar ganado, no solo para
proveer alimentos y pieles, sino para la lidia, de ahí que los toros
encontraran durante la conquista de México, un espacio propicio para
desarrollarse.
Es por ello que, según noticias de los cronistas
de Cortés, la primera vez que se corrieron toros en territorio de la llamada
Nueva España (hoy México) fue el 24 de junio de 1526, día de San Juan Bautista,
para festejar el regreso del conquistador procedente de Las Hibueras (ahora
Honduras).
Según los historiadores, las corridas de toros en
la Nueva España fueron traídas como diversión de los conquistadores y eran un
ejemplo de la jerarquía social que se tenía entre el señor peninsular y sus
trabajadores, de alguna forma representaban en la lid la protección que ofrecía
el español sobre el indígena. Esta fiesta fue en todo el imperio español una
fiesta propia de la nobleza.
Es por ello que se dice que en la Ciudad de México
se llevó a cabo la primera corrida de toros el 13 de agosto de 1529 en los
terrenos donde después se hizo la plaza del Volador, pues antes, el 11 de
agosto del mismo año, Nuño de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia y
Gobernador Pre-Virreinal de Nueva España, junto con regidores y alcaldes,
ordenaron que “de aquí en adelante, todos los años por honra de la fiesta de
San Hipólito se corran siete toros, y que de aquellos se maten dos y se den por
amor a Dios en los monasterios y en los hospitales”, rezaba el mandato.
En tanto, el historiador Nicolás Rangel anota el
13 de agosto de 1529 como la fecha de la primera corrida, sin embargo, existen
los antecedentes ya mencionados del 24 de junio de 1526 y la confusión se debe
a que el Cabildo de la ciudad ordenó que se corrieran toros en la fecha
mencionada para celebrar la caída de la Gran Tenochtitlan.
Ya como fiesta, las corridas de toros se llevan a
cabo desde 1535 cuando en un festejo así se celebró el nombramiento de Antonio de
Mendoza y Pacheco como primer virrey de la Nueva España.
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