Gerardo Cruz |
Foto: www.laplazamexico.com
El novillero mexicano Gerardo Cruz recibió una
grave cornada de dos trayectorias, de 20 centímetros cada una, en la cara
interna del muslo izquierdo tras ser herido por el novillo que cerraba plaza en
la séptima corrida del ciclo Soñadores de Gloria 2019, este domingo en la Plaza
México. A parte de la grave cogida de Cruz, el encierro terminó sin nada
positivo que destacar en cuanto a los seis espadas que formaron el cartel.
Los novillos de Santo Toribio fueron de pocos
kilos pero bien repartidos. Descastados en líneas generales salvo el que salió
en tercer lugar, bravo y con mucha trasmisión. Se lidió un novillo de Huertas
en sexto lugar, que prendió al joven novillero. Asistieron unas 2.000 personas
al festejo.
La cornada de Gerardo Cruz fue el colofón a una
mala tarde de toros. El percance aconteció, en los medios por falta de sitio y
comprobar la querencia que iba desarrollando el astado, le acompañó cerca de
tablas y allí con más arrojó que sentido logró sacar muletazos al natural pero
sin lograr mandar al animal, que acabó prendiéndole de manera aparatosa.
Desde el principio la cornada parecía en un mal
lugar pero incomprensiblemente le permitieron continuar tras hacerle un
torniquete. No tardó Gerardo Cruz en desvanecerse y ser llevado a la
enfermería. El parte oficial de la plaza habla de "cornada en cara interna
del muslo izquierdo tercio proximal, con orificio de entrada de 10 centímetros,
y con orificio de salida en cara interior de 5 centímetros, con dos
trayectorias, una profunda hacía fémur de 20 centímetros y otra que atraviesa
el muslo de 20 centímetros con lesión severa de musculo, descubriendo los vasos
femorales sin lesionarlos". El novillero fue trasladado al Hospital
Ángeles Mocel para procedimiento quirúrgico definitivo.
El resto de los novilleros de la séptima del
ciclo, mostraron la misma falta de sitio de Cruz, pero a diferencia de éste,
que pagó con sangre su atrevimiento, los otros cinco mostraron una falta de
valor visible por lo despegado de su toreo. Fueron más los episodios
sonrojantes que los aciertos o correctas interpretaciones de la lidia.
Rodrigo Ochoa y Joel Delgado "Panita"
pretendieron dar vueltas al ruedo tras sus pobres actuaciones, la sonora pita
de los aficionados lo impidió.
"Panita" mantuvo la atención de los
presentes con el capote y sobre todo banderillas, por su nerviosa intervención
que parecía acabar arrollado por el novillo. Aún así logró un par al violín de
mérito.
El ecuatoriano Javier Segovia estuvo al borde de
la espantada con el muy bravo toro de Santo Toribio de nombre «Buen Amigo». Un excelente animal que en
el encuentro con el caballo no cesó de empujar a pesar de la dura vara que en
realidad fueron tres. En los dos primeros pares de banderillas pudo con sus
oponentes y solo al final Christian Sánchez, tragando mucho, logró ejecutarlos
correctamente. Desbordó «Buen Amigo»
al novillero con su casta que remataba al cielo todos los encuentros, para
luego buscar de nuevo al oponente con bravura.
Cayetano Delgado recibió un aviso sin siquiera
haber tomado el estoque tras una insustancial y larga faena, el novillo ya muy
parado por haber recibido una larga vara, cayó y fue apuntillado sin recibir
una sola estocada. Ulises Sánchez se fue entre pitos por no lograr ejecutar un
solo pase.
Con tan inexpertos novilleros las bregas de las
cuadrillas fueron fundamentales, como las realizadas por Christian Sánchez,
Luis Alcántar o el gran par de Pascual Navarro que debió merecer saludo al
tercio. / EFE
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