El
diestro alicantino suma un capítulo más a sus crónicos problemas de espalda al
ser intervenido de una hernia discal en Sevilla que podría llevar algunos meses
de rehabilitación.
ÁLVARO R.
DEL MORAL
Diario CORREO
DE ANDALUCÍA
Suma y sigue: José María Manzanares ha tenido que
volver a pasar por el quirófano para tratar de atajar los crónicos problemas de
espalda que arrastra en el último lustro. El diestro alicantino fue intervenido
este lunes por el doctor Trujillo en la clínica Quirón-Sagrado Corazón de
Sevilla para realizar una “microdisectomía
simple L4-L5 y rizolisis L4-L5-S1 bilateralmente y posterior inyección de
células madre” según reza el parte oficial facilitado por el servicio
de prensa del propio matador, que podría pasar varios meses en el dique seco
antes de retomar su actividad profesional.
En el mismo parte, salvando el farragoso lenguaje
facultativo, se señala que dicha intervención ha supuesto el hallazgo de una
nueva hernia discal en la zona lumbar. La hernia ha sido eliminada para dejar
libre la raíz comprimida que producía enormes dolores al torero. El documento
recoge que el diestro alicantino “presenta
una discopatía lumbar L4-L5 y L5-S1 y habiendo sido intervenido previamente en
dos ocasiones por hernias discales en el espacio superior (L4-L5), ha comenzado
de nuevo, a raíz de un traumatismo lumbar durante la Feria de San Miguel que
produjo una nueva recidiva de la hernia discal ya intervenida (L4-L5)”.
“Hemos intentado con tratamientos conservadores
mejorar su sintomatología dolorosa pero no ha sido posible, por lo que hemos
realizado una nueva cirugía sobre columna lumbar de nuevo a nivel L4-L5
izquierda, para extirparle el disco protuído” ha señalado el doctor Trujillo
explicando que Manzanares “precisa tratamiento rehabilitador prolongado y
durante meses no vemos aconsejable que comience de nuevo con sus tareas
laborales habituales” lo que, inevitablemente, supone por el momento dejar en
suspenso su temporada americana. “Al tener el espacio L4-L5 operado ya en tres
ocasiones y el disco L5-S1 deshidratado, la potenciación de su musculatura
paravertebral lumbar y abdominales es imprescindible pensando en la evolución
futura”, añade Trujillo concluyendo que “desde el punto de vista médico y hasta
ver la evolución debe realizar tratamiento rehabilitador y evitar los esfuerzos
y posturas violentas”.
Un final inesperado
Hay que recordar que el diestro alicantino no pudo
concluir la campaña tal y como se había previsto. Su última actuación fue el
pasado 28 de septiembre en la plaza de la Maestranza, en el segundo festejo de
la feria de San Miguel, sin que entonces se pudiera aventurar que iba a ser la
última tarde de su temporada. Pero el matador alicantino ya había tenido que
parar antes de su compromiso sevillano, a mediados de septiembre, para
recuperarse de las fuertes molestias que arrastraba en la mano derecha desde
mediados de agosto. Esa lesión le obligó a cancelar sus compromisos en las
plazas de Murcia, Pozoblanco, Vera y Logroño. Después de pasar por Sevilla en
San Miguel no pudo cumplir el doble pase que había contraído en la feria del
Pilar de Zaragoza ni hacer el paseíllo en el festival organizado en la plaza de
la Maestranza a beneficio de las cofradías del Baratillo y la Esperanza de
Triana, el día 12 de octubre. Según explicaba entonces el parte médico firmado
por el propio doctor Trujillo, el torero permanecía inmerso en el proceso de
recuperación de un cuadro de lumbalgia que, a la postre se ha revelado como
algo mucho más serio.
Antecedentes
Hay que recordar que los problemas de espalda de
José María Manzanares no son nuevos. El torero ya se vio obligado a retrasar el
comienzo de la presente temporada por otra operación en la zona lumbar que
perseguía, según detalló entonces su servicio de prensa, “anular el nervio
sensitivo que producía el intenso dolor en la zona lumbar y que provocaba el
bloqueo motor”.
Pero se puede rebobinar aún más. En agosto de 2017
ya se vio obligado a frenar en seco por una peligrosa lesión cervical. Aquella
dolencia le exigió afrontar una intervención quirúrgica que dirigió el doctor
Trujillo. Entonces, como el pasado marzo, fue intervenido en Sevilla de un
desplazamiento severo de un disco intervertebral en la región cervical que
amenazaba con causarle lesiones irreversibles.
El diagnóstico determinó que uno de los discos
vertebrales –entre la vértebra C-5 y la C-6- oprimía de tal forma la médula
espinal que cualquier movimiento brusco podría llevar al matador a una silla de
ruedas. Los plazos de recuperación de aquella lesión le obligaron a cortar la
temporada. Antes, en noviembre de 2015, ya había sido intervenido en Sevilla
para reducir otra hernia discal que se produjo a consecuencia de una voltereta.
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