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de 4.000 personas llenan la plaza de toros de Valencia para asistir a la
novillada del 9 d'Octubre.
SALVADOR
FERRER
@salvaferrer78
Diario EL MUNDO de Valencia
En el día de la Comunidad Valenciana había mucha
gente por las calles y hubo bastante dentro de la plaza para ser una novillada.
Se conmemoraba el día que el Rey
Jaume I conquistó Valencia en 1238. Reyes y Papas, por cierto, fueron
los primeros antitaurinos que sufrió la tauromaquia. Nadie ha podido con la Fiesta
del pueblo. No creo que puedan los fanáticos de ahora, falsos izquierdosos,
prohibicionistas de una Cultura que no les entra en la cabeza. En nombre de la
libertad, para más sonrojo y vergüenza de la izquierda de bien.
Era la celebración de una fecha señalada, quizá
una parafernalia para otros. Todas las banderas caben en una plaza de toros. La
universalidad de la Cultura y del arte. Toni Gaspar, presidente de la
Diputación de Valencia, no se quiso perder la novillada pese a la amplia agenda
institucional. Ningún presidente de la Diputación ha ido más a los toros que el
socialista Gaspar, que en su muñeca no lleva ninguna pulserita de España. Ni
falta que hace. Del PP ya no se ve prácticamente a nadie y eso que quisieron
incluir la tauromaquia en una Ley de Señas de Identidad. Ay señor, la
identidad...
En la nostalgia, las corridas señeras del 9 de
octubre. Los mano a mano Soro y Ponce, el mano a mano Morante, Juli. La fecha
ha perdido vigor y vigencia. La empresa debería inventar alguna fórmula para darle
más categoría al día de los valencianos.
El primero salió como renqueante de salida. Con su
geniecito, también. Fernando Plaza prologó con muletazos por alto y un bello
pase del desprecio, afeado por la caída del novillo. Al natural, sobrevino una
voltereta que le destrozó la taleguilla. No prendió la faena. Sin mecha, es
difícil hacer fuego.
A veces las hechuras fallan. Normalmente no. El
cuarto, de hermosa morfología, castaño, acapachado y cuesta abajo no falló. El
tranco, el galope, el son. Se desmonteró Sergio Aguilar, sensacional. Fernando
Plaza anduvo intermitente. No de actitud, irreprochable. Faltó expresión y
composición. Acabó más rajadito el de José Luis Iniesta pero tuvo veinte
arrancadas para formar un lío. El lío lo buscó Plaza con manoletinas de
rodillas. Quizá tarde.
El abecerrado segundo fue devuelto por inválido.
Escurrido pero con más carita fue el sobrero, muy endeble pero con calidad. Con
alfileres todo. No pudo armar faena el manchego Molina en la tarde de su debut.
Esbozos, apenas.
Pudo expresarse más con el quinto, que hirió a un
monosabio al que cazó en la tronera del burladero. Los médicos ya no salieron a
su burladero. Fue pronto y tuvo celo, un punto incierto también. El manchego
dibujó muletazos sueltos de hermosa factura. Sin llegar a construir faena, los
apuntes con la muleta dejaron la constancia del buen gusto torero.
Miguelito causó buena impresión en Algemesí. Con
más brío salió el tercero, decidido el novillero. El brío duró un suspiro. Le
costaba pasar un mundo. Muy asentado el valenciano, queriendo hacer las cosas
bien y por abajo. Lo que pudo. La estocada le valió una oreja. Grata imagen.
El sexto, altón, no humilló nunca. Se quedaba,
además. Complejo. Exigía un bagaje técnico que ni tiene Miguelito ni la mayoría
del escalafón.
En día de manifestaciones múltiples y variopintas,
habría unos cuarenta antitaurinos enfrente de la Estación del Norte, suponemos
que acompañados por veganos, ecologistas de ciudad y progres iletrados amantes
de su retorcida libertad. Dentro de la plaza, unas 4.000 personas aficionadas a
los toros, a las que la televisión pública de los valencianos -en números muy
rojos de audiencia, entre otras cosas- ningunea y desprecia con su vergonzosa
censura a la tauromaquia. Qué bochorno. Bajó el telón del 2019. Esperan las
Fallas del 2020.
FESTIVIDAD DEL 9 D'OCTUBRE, DÍA DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
Iniesta/ Plaza, Molina, Miguelito
Plaza de toros de Valencia. Miércoles, 9 de
octubre de 2019. Novillada picada, última de abono. Festividad del 9 de
octubre, día de la Comunidad Valenciana. Más de un tercio largo de entrada.
Se lidiaron novillos de José Luis Iniesta, incluido el segundo bis, de muy discreta
presencia y conducta deslucida y dispar. Renqueante el flojo 1, endeble el 2
bis, sin clase el 3, de notable calidad el 4, codicioso el 5, aplaudido en el
arrastre, sin clase el 6.
Fernando
Plaza, de corinto y oro. Pinchazo
y casi entera. Silencio. En el cuarto, estocada. Aviso. Ovación tras leve
petición.
José
Fernando Molina, de caña y oro.
Pinchazo y estocada. Silencio. En el quinto, estocada. Oreja
Miguel
Senent “Miguelito”, de grana y
oro. Estocada. Oreja. En el sexto, pinchazo y estocada. Silencio.
Incidencias: se guardó un minuto de silencio en memoria
de José Luis López Gómez, excelente
aficionado que fue presidente de la Federación Taurina Valenciana. *** Sonó el
himno de la Comunidad Valenciana. *** Un monosabio fue herido durante la lidia
del cuarto novillo. Pasó a la enfermería.
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