PACO AGUADO
El rejonador Diego Ventura, que cortó tres orejas
y salió a hombros por la Puerta Grande del coso de Zaragoza, obtuvo hoy un
rotundo triunfo en la primera corrida de abono de la feria del Pilar, en la que
se lidió un buen encierro de toros de Sánchez y Sánchez.
Esos tres apéndices, que pudieron ser más de
atender la presidenta una fuerte petición de rabo para su segunda faena,
significaron solo la diferencia estadística de Diego Ventura con sus
alernantes, pues, más allá de los números, aún fue más acusada la que marcó el
soberbio toreo a caballo que el sevillano llevó a cabo con los dos toros de su
lote.
Ya a su primero, que embistió con fuerza y cierta
brusquedad, Ventura le cuajó una destacada primera parte del tercio de
banderillas, cuando con "Nazarí", su gran estrella castaña, lo llevó
enganchado al estribo por todo el anillo en un galope de costado templado y
mandón que puso en pie los tendidos del coso zaragozano.
Siguió luego Ventura clavando banderillas con
desigual acierto y ajuste, pero redondeó el trasteo muy arriba con
"Lío", un tordo con el que quebró en corto y a toro parado, en dos
embroques de gran emoción y mérito que terminaron de avalar el trofeo.
Más rematada e importante fue su faena al quinto,
un toro de mucho cuajo y de exigente bravura que por sí solo daba importancia a
todo cuanto se le hiciera. Tras clavarle ya el primer rejón a portagayola, se
esforzó Ventura en someterlo durante la primera mitad del emocionante trasteo,
llevándolo siempre muy podido y toreado.
Y así, una vez reducido por derecho ese fuerte y
encastado galope, con el de Sánchez y Sánchez entregado y sometido, el
hispano-luso sacó de nuevo a "Lío" para banderillearle en dos batidas
apuradísimas y enervantes que volvieron a estremecer al tendido.
Luego fue con "Morante" y con
"Remate" con los que el jinete se recreó en los adornos y los
alardes, colofón de un trasteo redondo que, tras el rejonazo definitivo, desató
la finalmente no atendida petición del rabo. Tarde rontunda, pues la de Diego
Ventura en la apertura de la feria del Pilar.
Sus compañeros de terna también obtuvieron un
trofeo cada uno, solo que el nivel de sus faenas y de su toreo a caballo estuvo
bastante alejado del que plasmó el triunfador, e incluso, en algún caso, de las
opciones de alguno de los toros restantes.
Andy Cartagena, que había hecho una faena a menos
a un toro enclasado que también se desfondó, paseó la oreja del quinto, otro
ejemplar con calidad del que acabó abusando cuando se aplomó rendido tras una
faena de muy largo metraje. Pero fueron los efectismos del final ante el ya
rendido ejemplar los que llevaron a esa petición de oreja del amable público de
este tipo de festejos.
Por esa misma cuerda intentó el éxito Leonardo
Hernández, solo que falló repetidamente con el descabello ante el encastado
tercero y tuvo que ser con el quinto, otro toro voluminoso y enrazado, del que
se llevó esa oreja casi de consolación, aunque en lo fundamental no llegara a
cuajar como se merecía a tan notable ejemplar de la divisa salmantina. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros, despuntados para rejones, de Ángel Sánchez y Sánchez, desiguales en
cuanto a cuajo y volumen y de muy buen juego en conjunto. Los hubo con clase,
aunque medido fondo, y de notable bravura, como quinto y sexto, los más
destacados del encierro.
Andy
Cartagena, de chaquetilla azul
marino: rejonazo perpendicular y descabello (silencio); rejonazo contrario
(oreja con petición de la segunda).
Diego
Ventura, de chaquetilla verde
botella: rejonazo contrario perpendicular y descabello (oreja); rejonazo
contrario (dos orejas con petición de rabo). Salió a hombros por la Puerta
Grande.
Leonardo
Hernández, de chaquetilla
marengo: rejonazo trasero y desprendido y siete descabellos (silencio tras dos
avisos); rejonazo trasero perpendicular (oreja).
Primer festejo de abono de la feria del
Pilar, con más de tres cuartos de aforo cubiertos (unos 8.500 espectadores).
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