El
novillero de Chiclana corta dos orejas y recibe un puntazo en el antebrazo
derecho; Daniel Menes también cayó herido por el quinto al entrar a matar.
El novillero gaditano Francisco Montero ha salido
este sábado a hombros de la plaza riojana de Arnedo, tras cortar dos orejas,
mientras que el madrileño Daniel Menés ha tenido que ser traslado a la
enfermería, tras sufrir una cornada en el muslo derecho en el segundo de su
lote.
El malagueño Javier Orozco no ha tenido
posibilidades con su lote en esta segunda de Feria del Zapato de Oro de Arnedo
(La Rioja).
Orozco nada pudo hacer en el primero por la
condición del departir en el novillo que abrió plaza; un soso y mulo animal que
nunca se desplazó.
Con su segundo, el malagueño, sacó series correctas
sin apasionar. Su oponente fue un borrego, que salió de los lances mirando al
tendido y sin un ápice de codicia. Se hizo largo el trasteo.
Daniel Menés, en su primero, estuvo a la deriva,
siempre sin acople, con un novillo que cabeceó y se mostró siempre andarín,
ante un Menés descompuesto. Con la espada, estuvo pésimo y fue pitado.
En el quinto, el madrileño mejoró y, tras brindar
al diestro de Arnedo, Diego Urdiales, sacó series cortas, sin exceso de
ligazón. Su faena fue a menos y fue prendido al entrar a matar. Voltereta
espectacular y rápidamente fue llevado en volandas a la enfermería,
apreciándose ya una tremenda hemorragia que llegaba al gemelo.
Hasta el tercero de la tarde, la plaza fue un
bostezo. Montero, el tercer espada, conectó con el tendido desde el primer
momento. Fue atropellado ya en el saludo de capote y sufrió un puntazo en el
antebrazo derecho.
Volvió a la cara del burel por lopecinas ajustadas
y, con muestras de dolor, se ganó al tendido. Con la muleta, estuvo mullidor y
aprovechó el genio del astado para dejar todo un repertorio de toreo efectista.
Todo fue muy bien recibido por el público y, aunque la espada cayó baja, el
público le premió con un apéndice.
En el último, con el que Montero cerró Plaza, lo
lució muy bien en varas. Un gran novillo, encastado y que topó con un Montero
dispuesto a no volverle la cara. Faena de emoción por los dos pitones, con
voltereta incluida, donde, en cada pase surgió un ¡ay! en los tendidos. La
valentía y disposición del gaditano invitaron al respetable a pedir otro trofeo
tras un pinchazo y una estocada entera. A hombros. / EFE
PARTIDO DE RESINA - Javier Orozco,
Daniel Menes y Francisco Montero
Se han lidiado novillos de Partido de Resina, desiguales de
presentación y comportamiento. Un auténtico mulo el primero; deslucido el
segundo; con genio el tercero; el cuarto, descastado y pitado en el arrastre;
más toreable el quinto; y bravo y encastado el sexto, premiado con la vuelta al
ruedo.
Javier
Orozco: silencio tras aviso en
ambos y silencio en el que mató por Daniel Menés.
Daniel
Menés: pitos tras aviso en el
único que mató.
Francisco
Montero: oreja en ambos, por lo
que sale a hombros.
Han saludado, tras parear, Raúl Cervantes en el tercero; Alfredo Jiménez en el quinto; y Daniel Sánchez en el sexto, y el
picador Mario Herrero, tras picar al
sexto.
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