El
rejoneador abre la puerta grande con un noble toro de Luis Terrón; Sebastián
Castella dio una vuelta al ruedo.
El rejoneador Diego Ventura, que cortó dos orejas,
salvó este viernes una tarde de mansos y frío en Guadalajara, en la que los
toros para la lidia de pie, muy descastados, condicionaron un espectáculo
eterno y desesperante.
Ventura rayó a muy buen nivel frente a su primero,
al que paró de manera magistral con Joselito en un palmo de terreno. En
banderillas se mostró sobrio y muy firme, calentando a los tendidos sobre Lío y
Bronce, especialmente en dos banderillas haciendo el doble quiebro y una más de
poder a poder. Finalizó faena con tres cortas al violín con Remate antes de
echarlo todo a perder en la suerte suprema.
Más de lo mismo con el cuarto, un toro que fue a
menos pero al que Ventura cuajó de principio a fin, primero con Campina de
salida, después con Nazarí, con el que formó un auténtico lío, y finalmente con
Dólar, con el que puso un par a dos manos sin cabezada que fue el acabose. Esta
vez sí funcionó el rejón de muerte y para él fueron las dos orejas.
El primero de Enrique Ponce tenía las fuerzas
justas para aguantar la divisa, un toro al que apenas se le picó y que, así y
todo, llegó muy parado al último tercio. El valenciano lo tanteó por los dos
pitones pero sin poder armar faena ante tan descastado antagonista.
Con el sexto no mejoró el panorama. Un toro soso y
descastado, que se defendió una barbaridad y acabó por desesperar al de Chiva,
que quiso mucho pero no pudo sacar prácticamente nada lucido.
Sebastián Castella se las vio en primer lugar con
un toro abanto de salida y que se quedaba ya corto en los lances de recibo. Un
leve picotazo en el caballo dio paso a una faena tesonera del francés ante un
toro que tampoco pasaba, quedándose siempre debajo.
No obstante, al natural hubo algún pasaje de
cierta calidad, eso y la buena estocada final animaron a los tendidos a pedirle
una oreja que el palco no concedió, conformándose finalmente Castella con una
vuelta al ruedo.
El séptimo se rajó a las primeras de cambio, muy
remiso a la pelea que le propuso Castella, que, ante la imposibilidad de
robarle dos pases seguidos, optó por irse a por la espada.
Ángel Téllez se entregó al máximo ante un cuarto
toro también muy descastado y agarrado al piso con el que el toledano lo
intentó de todas las formas posibles en un trasteo excesivamente largo, tanto
que hasta le llegaron a sonar dos avisos.
El octavo pareció por un momento que podía servir,
sobre todo por la manera de desplazarse en el capote de Téllez, que, tras
brindar al público y doblarse por bajo en los prolegómenos de su labor con la
muleta, vio como se iba esfumando toda opción de triunfo, ora porque él no
acabó de acoplarse, ora porque el toro fue también muy a menos. / EFE
LUIS TERRÓN / MIRANDA Y MORENO - Diego
Ventura, Enrique Ponce, Sebastián Castella y Ángel Téllez
Plaza de Las Cruces. Viernes, 13 de
septiembre de 2019.
Dos toros reglamentariamente despuntados
para rejones de Luis Terrón (1º y
4º), manejable el primero y de más a menos el otro; y seis en lidia ordinaria
de Miranda y Moreno, aceptablemente
presentados y muy descastados.
Diego
Ventura: tres pinchazos, rejón
contrario y nuevo rejón (ovación); y rejón (dos orejas).
Enrique
Ponce, de blanco y oro: estocada
desprendida y descabello (ovación); pinchazo, media tendida y desprendida, y
cuatro descabellos (silencio).
Sebastián
Castella, de tabaco y oro:
estocada (vuelta al ruedo tras leve petición); pinchazo y estocada (silencio).
Ángel
Téllez, de tabaco y oro: dos
pinchazos y descabello (silencio tras dos avisos); estocada y dos descabellos
(silencio tras aviso).
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