sábado, 14 de septiembre de 2019

FERIA DE SALAMANCA - TERCER FESTEJO: Urdiales se lleva el cartel del arte

El torero de Arnedo brilla con su impronta personal por encima de Ginés Marín y Pablo Aguado y corta una oreja en su debut en La Glorieta; dos buenos toros de Montalvo.
 
VÍCTOR SORIA
Salamanca
Diario EL MUNDO de Madrid

Algo muy importante tiene que ocurrir después de un verano tan seco para maldecir unas gotas de agua (lo mejor de la lluvia inesperada es la pasarela Cibeles que provoca entre los que anteponen salvar el modelito a los toros). La tercera de abono rompió con un magnífico ejemplar de Montalvo al que Diego Urdiales le planteó una faena maciza que llamó a las puertas de la eternidad. Brindó a El Viti, su espejo: un intercambio de versos de torero a torero. Y aunque también esta vez el viento se había colado sin entrada, el de Arnedo atornilló los pies en la arena para interpretar una obra de arte por naturales. También con la diestra, encajado siempre, donde de verdad se pudo disfrutar de las embestidas planeadoras de Liricón. El bajonazo no le quitó la oreja, pero le privó del premio mayor.

Dejó crédito Ginés a Candelito, otro gran ejemplar, al que recibió con verónicas aplomadas. El quite garboso por Chicuelo pareció un desafío a Aguado. El montalvo lo hizo todo con bravura y por abajo en el capote del jerezano pero no de la misma manera en la muleta. Faena intermitente de Marín al que le faltó romper en el momento oportuno.

Pablo Aguado dibujó el toreo a la verónica. Y el quite para volverse loco y seguir al sevillano toda la temporada de norte a sur. La falta de fuerza de Fardón no fue excusa para hacer realidad el toreo como otros lo sueñan. Enganchadas adelante, suave, dulce y rematando donde sólo los artistas llegan. El toro era como un fórmula uno con noventa caballos. Le sobraba calidad pero sin motor. Tan sólo pinceladas de una obra incompleta. Sonora ovación.

Buen tranco tuvo Zapatilla que nos privó de un quite por una violenta voltereta tras clavar los pitones en la arena. Lástima. Han tenido que pasar veinte años para que este pedazo de torero haga su debut en La Glorieta, indicativo de que algo anda mal en los despachos. Inteligente anduvo Diego de Arnedo en el inicio de faena atemperando el viaje del colorado cuarto. El hombre venció la batalla pero sin el éxito esperado. Que no pasen otros veinte para volver a degustar el sabor añejo de un torero sensacional.

El quinto, por definición, es el toro perfecto para una plaza ganadera como ésta: estrecho de sienes, manos bajas, hondura y trapío. Un dije. Anduvo fino y templado con la capa Ginés aunque no terminó de redondear su tarde. Un toro de medios al que no terminó de encontrarle la distancia y la altura correctas. Lo que, con el valor, vienen a ser las claves del toreo. Cuando se le encendió la bombilla ya era demasiado tarde para triunfos. Fuertes pitos para el diestro.

Del sexto, dos soberbios pares de Iván García y otro de Pascual Mellinas. Poco pudo hacer el esperado Aguado con un parado ejemplar de Montalvo. Por suerte, no se dio coba y el público se lo agradeció encarecidamente. En la mesa en la que juegan los artistas, Urdiales se había llevado la partida aunque la culpa de la buena entrada siga siendo la excelente temporada de un torero que ha cogido el testigo del peruano Roca Rey en las taquillas. Aguado sigue despertando el interés aunque no siempre le embistan los toros. Más bien, todo lo contrario. Suerte para la próxima vez.

MONTALVO - Diego Urdiales, Ginés Marín y Pablo Aguado

Plaza de La Glorieta. Viernes, 13 de septiembre de 2019. Tercera de feria. Tres cuartos de entrada.

Toros de Montalvo, de excelente presentación y juego desigual. Destacaron el 1º y el 5º.

Diego Urdiales, de verde botella y oro. Estocada baja (oreja). En el cuarto, estocada (ovación tras petición).

Ginés Marín, de azul pavo y oro. Tres pinchazos, media estocada (silencio) . En el quinto, pinchazo, estocada y dos descabellos. Aviso (pitos).

Pablo Aguado, de corinto y oro. Pinchazo, estocada (ovación). En el sexto, media estocada, cuatro descabellos (silencio).

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