domingo, 22 de septiembre de 2019

Tres corridas apañan la nueva programación del Carnaval Taurino de América

Oficializado recorte de la Feria del Sol del ´20, ´21 y ´22
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Muy felices… besos, abrazos, con la sonrisa sardónica de quienes saben que la situación no es la mejor para asumir esta responsabilidad. De como aquella famosa frase: “como vamos viendo, vamos viniendo”, así se puede asumir la ratificación de contrato de arrendamiento que para los venideros tres años, 2020, 2021 y 2022, es decir hasta que haya nuevo gobernador en el Estado Mérida, ha realizado y oficializado este pasado viernes en horas de la tarde la Junta Administradora de COREMER actual, para lo que será la organización de la Feria del Sol de los años mencionados.

En síntesis generales, esto se veía venir, a razón del poco interés que tuvieron las intenciones del actual Gobernador del Estado Mérida, Ramón Guevara, en buscarle otro destinatario a la regencia de la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” de la capital emeritense. Varios fueron los mencionados, pero en vista de lo presenciado en la pasada Feria de Tovar, más de uno se descartó de plano. Y es que para tal efecto, el lio del toro actualmente en el país es de carácter deficitario, mírelo por donde lo mire.

En tal sentido desde ya las lumbreras de COREMER han aceptado la reducción del abono emeritense a solo tres corridas de toros, una novillada y una festival cómico-taurino, programación en parte que se justifica a tenor de la situación económica merideña, donde literalmente está totalmente paralizado el aparato productivo de un estado en el que estampida migratoria ha hecho que tanto la Universidad de los Andes, así como otras dependencias gubernamentales y sanitaria, e igualmente educativas ofrezcan un matiz casi desolador a la que fue la “Ciudad Turística y Estudiantil de Venezuela”.

A tenor de lo que nos puede deparar esta renovación express a los mencionados Ramguertauro’s es sin duda alguna terminarle de darle la puntilla a lo poco que se podía esperar de ilusión por reverdecer el panorama taurino merideño. Poco se puede esperar de quienes han llevado a niveles mínimos lo que fue la categoría y prestigio de la primera plaza de toros de Mérida. Pero como dice el dicho y esto en atención a las autoridades gubernamentales estatales, en vista de lo señalado y observado recientemente en la Sultana del Mocotíes, “es preferible malo conocido que bueno por conocer”.

Y después, que no digan que se les avisó con tiempo… aun cuando no extraña que salga más de un panegirista y palmero de oficio que se rasgue la camisa en defender y justificar lo que han sido los últimos años, más oscuros y lamentables que haya tenido la historia taurina emeritense.

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