miércoles, 11 de septiembre de 2019

LA FIESTA NACIONAL - A vueltas con el verano taurino


Un repaso a lo que han dado de sí las ferias de julio y agosto con la actuaciones destacadas de Pablo Aguado y Paco Ureña.
 
LORENA MUÑOZ
@LorenaLimon
Diario ABC de Sevilla

Con el chupinazo de San Fermín anunciando los mejores ciclos veraniegos dejamos La Fiesta Nacional. Hace ya dos meses que nos despedimos repasando cuales serían las citas de los toreros sevillanos. Ahora que septiembre llega cargado de festejos, es tiempo de analizar qué ha dado de sí el verano taurino.

Dejamos a Pablo Aguado como revelación de la temporada. El sevillano no solo ha estado en todas las citas importantes sino que se ha confirmado como el torero clásico y artista que encandiló a Sevilla en su Feria de Abril celebrada en mayo. Solo una lesión le impidió estar en Bilbao, Málaga y El Puerto de Santa María pero ha firmado faenas para el recuerdo en plazas de toros en las que hacía el paseíllo por primera vez, como el caso de Huelva.

Otro gran nombre propio que nos deja el verano es el de Paco Ureña, rotundo triunfador de la Aste Nagusia bilbaína. Hace casi un año que el diestro de Lorca sufrió un durísimo percance en Albacete por el que perdió el ojo izquierdo y aún se recupera de una grave cornada en Palencia, pero el murciano ha vuelto mejor y con más fuerza.

Ha sido un verano intenso de triunfos pero también de cornadas y lesiones. Además de Ureña, ahí están Rafaelillo, David de Miranda, Joaquín Galdós, Manuel Escribano, los rejoneadores Diego Ventura y Andrés Romero o el banderillero José Luis López «Lipi», entre otros. La baja de Roca Rey por lesión ha obligado a hacer muchos cambios en los carteles. No ha sido fácil sustituir a quien ha llevado gente y llenado las plazas pero su baja ha sido aprovechada y rentabilizada.

Sin ir más lejos, permitió el esperado mano a mano entre Morante de la Puebla y Pablo Aguado en Ronda que se repetirá el 11 de septiembre en Valladolid. Al genio cigarrero le falta una tarde rotunda esta temporada en la que los sevillanos han cumplido con solvencia. El Cid esta teniendo una feliz despedida. Daniel Luque está imparable. Rafael Serna y Pepe Moral han indultado en Zalamea y Sanlúcar de Barrameda. Juan Ortega volvió a apuntar en Madrid a la espera de su oportunidad en Sevilla. Vivir y hablar de triunfos además de luchar contra el sistema es lo que la Fiesta Nacional necesita.

Aguado y Ureña, cartel del momento

La temporada para Andrés Amorós, crítico taurino de ABC tiene dos protagonistas claros. «A partir de la baja de Roca Rey, que ha sido un problema para las empresas, hay dos fenómenos que son Paco Ureña y Pablo Aguado. La tarde en Bilbao ha sido la plena consagración de Ureña como primera figura y uno de los acontecimientos del año. Hay que añadir el mérito humano ya que tras perder el ojo ha ido a más. Y Pablo Aguado ha confirmado que lo de Sevilla no ha sido una casualidad con el culmen de Ronda, donde arrastró a muchísimo público sevillano. Es precioso que haya cogido tanto predicamento. Este invierno tiene que mejorar con la espada para no perder muchos éxitos y madurar, algo que es solo cuestión de tiempo», argumenta.

Amorós asegura que «las figuras siguen siendo Morante, Enrique Ponce, Manzanares y El Juli» y destaca que «Antonio Ferrera ha logrado imponer su peculiar concepto de la tauromaquia mientras que no se ha valorado lo suficiente a Emilio de Justo que ha estado francamente bien con toros muy serios y ha tenido mala suerte con varios percances».

Para el crítico taurino la cuestión sigue estando en que «los empresarios saben que quienes tiran de la taquilla son los nombres populares» y se acuerda de otro torero revelación para las corridas duras: «Domingo López Chaves que en Madrid y en Bilbao ha estado con la de Miura que da gusto».

Sobre el cambio generacional en el escalafón, Amorós es claro. «Tiene que darse porque es lógico pero el problema es que en los carteles, como se ha hecho siempre, deberían mezclarse un veterano, una figura, y un joven que venga arreando que era quien acababa cortando más orejas. Pero algunas figuras no lo aceptan».

Desde su punto de vista no es el caso de Ponce que «nunca pone pegas a estas cuestiones» a la vez que lamenta que «haya poca afición para valorar el interés de estos carteles ya que sería lo deseable». ¿Cuál es el cartel del momento?. «Hay muchos pero ahora sería Ureña y Aguado . El primero tiene un mérito tremendo y el segundo nos ha ilusionado a todos».

Sobre las tendencias del toreo actual, Andrés Amorós tiene una opinión formada. «Me preocupa que algunos toreros jóvenes buscan el camino de la espectacularidad que no es el mejor. Lo bueno de Pablo Aguado es que busca su camino por la vía del clasicismo», explica.

Por su afición y por profesión asiste a muchas corridas en las que detecta dos problemas graves en el público. «Por un lado, se aplaude lo más barato. Veo muchas saltilleras, manoletinas, circulares, invertidos, pases cambiados... el camino de Aguado es la verónica y el natural. Hay una pequeña falacia en los taurinos. Es cierto que todo lo que se le hace a un toro tiene mérito pero hay niveles. No es lo mismo una tafallera que una verónica. Los jóvenes copian lo menos bueno de las figuras, de Roca Rey ahora y antes de José Tomás». A lo que añade. «Por otro lado, a la gente no le importa el lugar de la espada. Si cae rápido, dan las orejas. Si un toro vende cara su bravura y se resiste, la gente pita», lamenta.

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