BORJA ILIÁN
La tercera novillada del ciclo Soñadores de Gloria
2019 en la Plaza México culminó este domingo con el triunfo de los novillos de
Aurelio Franco, siendo cinco de los seis aplaudidos al arrastre y el ganadero
obligado a dar la vuelta al final de festejo.
Los novilleros Sebastián Palomo, Emilio Macías y
José María Mendoza estuvieron por debajo de sus contrincantes, solo logrando
dejar buenos momentos Mendoza, que cortó una oreja gracias a una estocada
recibiendo.
El premio fue protestado por gran parte de los
3.000 asistentes a la corrida. El cuarto de la tarde fue devuelto vivo a los
corrales al no ser capaz Macías de matarlo en el tiempo reglamentario.
Los novillos de la ganadería fundada en los años
30 fueron encastados, nobles, con bravura y de fuerzas inagotables. Algunos de
estampas perfectas, y todos bien hechos, incluso muy acabados en puntas, 'rara
avis' para lo que frecuentemente se muestra en las plazas de México.
Empujaron en el caballo, acudieron a la carrera a
las banderillas y se comportaron con codicia en la muleta, lo que a la postre
acabó siendo la perdición para los novilleros que quedaron en evidencia,
golpeados y prendidos por las reses de Aurelio Franco.
Destacaron el segundo, cuarto y quinto de la
tarde, pero ninguno dejó rastro de sospecha por falta de fuerza o casta.
Solo el joven José María Mendoza, que se llevó el
peor lote de la tarde, mostró argumentos para que siga pensando en él para el
futuro de la tauromaquia mexicana. Tuvo la virtud en sus dos novillos de torear
ajustado por chicuelinas, citar de frente e intentar poner pausa con el corazón
de la muleta.
Con el tercero de la tarde, el que menos recorrido
tenía, le faltó un paso hacia delante al cruzarse para lograr mandar al
novillo, pues casta no le faltaba al animal.
Al que cerró plaza le faltó más bravura que
desplazamiento y Mendoza estructuró mal la faena, pues aunque citó esta vez
cruzado, le sobró distancia y el novillo salió muy suelto de todos los lances.
Por momentos logró el novillero de Ciudad de
México meterlo al natural con la mano izquierda, pero de nuevo se precipitó en
sus decisiones. Mató bien recibiendo y el juez decidió darle una oreja que fue
protestada por gran parte de los presentes.
Sebastián Palomo y Emilio Macías, muy verdes a
pesar de llevar siete años de novilleros, naufragaron antes los sensacionales
lotes que les correspondieron.
Destacó el novillo lidiado en segundo lugar, de
nombre Centinela, un derroche de casta que recibió empujando una larga vara de
la que salió tan entero como entró.
Un regalo por los dos pitones, especialmente el
izquierdo que Macías fue incapaz de aprovechar. Arrolló Centinela a Macías en
sus dos primeros intentos con el estoque de matar. A la tercera fue la vencida
y el novillo prendió a Macías, que tuvo el pundonor de tirarse entre los
pitones.
Peor estuvo con el acero en el quinto, que fue
devuelto vivo a corrales. Por ahora este ciclo Soñadores de Gloria 2019 destaca
por los innumerables avisos que se han llevado los novilleros.
Sebastián Palomo parece que en estos siete años de
profesión ha desarrollado más dotes para sobrevivir que para lidiar.
Tras una larga vara mandó al muy empitonado cuarto
de la tarde de nuevo al caballo, algo que nunca sucede en La México, ni en la
Temporada Grande.
El novillo salió sin merma de fuerzas y dejó en
evidencia al de Tlaxcala. Una lástima no ver este hierro, ya cinqueño, formar
parte de la temporada de corridas de toros. / EFE
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