El
Fandi abre la puerta grande; clamoroso robo a Ventura en el frustrado debut de
Aguado.
GONZALO I.
BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Pontevedra
Las peñas llegaban con su juerga a cuestas a la
centenaria y cubierta plaza de San Roque como la brisa que buscaba colarse en
el último bastión de la tauromaquia en Galicia. La salud de hierro de una
afición que soporta los ataques feroces de las Mareas nacionalistas y
animalistas. Un ambientazo en los tendidos: el sol cuajado de juventud,
colorido y alegría; la sombra, con su apasionado conocimiento.
Pablo Aguado se presentaba en Pontevedra con dos
ídolos de la afición gallega como lo son Diego Ventura y El Fandi que no
defraudaron a sus partidarios. El lote cayó en manos del granadino. Una oreja
en cada toro como resultado de dos actuaciones distintas. El primero, de
extraordinaria clase derrochada desde salida que se fue viniendo abajo con el
frenético devenir de la lidia y un bondadoso quinto al que le faltaron finales.
Las peñas corearon su apodo en los dos tercios de banderillas, explosivo el
primero, más comprometido el segundo, ambos con el sello espectacular del
Fandi. El primero se desfondó en la muleta mientras que el segundo resultó tan
noble como soso. Fandi los pasó con profesionalidad, les buscó las vueltas sin
aburrirse y revalidó un año más su estatus de ídolo.
La gran polémica de la tarde llegó tras el cuarto.
El presidente negó la segunda oreja a Diego Ventura. Un hurto inconcebible. Se
caía a pañuelos la plaza tras una actuación rotunda. Del mismo modo que la
oreja del toro que inauguró la tarde era cuestionable y tampoco la concedió, el
usía se enrocó pese al clamor popular. Anteriormente, había negado el permiso a
Ventura para concluir la obra con unas banderillas cortas. El rejón de muerte
en lo alto coronó una actuación de triunfo grande ante un murube de
extraordinario ritmo. El toro de Guiomar Cortés de Moura dio intensidad a la
entregada labor de Ventura. No se dejó nada en el tintero: galopes a dos
pistas, cabriolas, quiebros imposibles, el explosivo par sin cabezada a lomos
de Dólar por partida doble...Todo su repertorio a disposición del triunfo para
que luego el presidente le racaneara la segunda oreja. El primero de la tarde
había estado justo de todo y la faena tuvo las intermitencias propias de la
falta de raza del oponente.
La curiosidad despertada por la presentación de
Pablo Aguado se vio frustrada por las pocas opciones con las que tuvo que
lidiar. El corto bagaje jugó en su contra a la hora de sacar partido a los
toros de El Torero. Manejó el capote con cadencia toda la tarde. Lo bordó a la
verónica. Dejó caros remates, algunos naturales con empaque en el sobrero sexto
con el que cerró la tarde, que tuvo más movimiento que clase. Muy dispuesto.
Menos dominador se mostró ante el manso y cambiante tercero.
EL TORERO / GUIOMAR CORTÉS DE MOURA - Diego
Ventura, El Fandi y Pablo Aguado
Plaza de San Roque. Sábado, 10 de agosto de
2019. Primera de feria. Casi lleno.
Toros de El Torero y dos de Guiomar
Cortés de Moura para rejones (1º y 4º). Desrazado el 1º, bueno aunque a
menos el 2º, manso el 3º, manejable el 4º, noble el 5º y con movilidad sin
entrega el 6º bis.
Diego
Ventura. Medio rejón contrario y
un descabello (saludos tras fuerte petición. En el cuarto, rejón (oreja con
fuerte petición de la segunda).
El
Fandi, de berenjena y oro.
Estocada tendida y un descabello (oreja). En el quinto, media estocada baja y
un descabello (oreja). Salió a hombros.
Pablo
Aguado, de caña y oro. Pinchazo,
estocada y tres descabellos. Aviso (silencio). En el sexto, estocada (palmas).
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