La raza y un espadazo letal
frente a un sobrero de Pereda jugado en sexto lugar decanta la balanza a favor
del vizcaíno en un mano a mano que no terminó de romper. *** Morenito deja
esbozos de buen toreo frente al primero y no acaba de apostar frente al
encastado tercero bajo un vendaval.
Iván Fandiño |
IÑIGO CRESPO
Madrid
@Crespo_Inigo
El mano a mano de Resurrección no acabó de funcionar. Duelo
de fuego cruzado que quedó en guerra fría entre dos toreros distintos de
concepto y de resolución. Cada uno intentó jugar sus bazas, con sus armas, pero
una vez por el viento, otra porque la corrida de Martín Lorca no resultó
sencilla de manejar ni de lidiar y en otras ocasiones por la endeblez de
algunos toros, no acabó de concretarse.
Morenito se llevó el mejor lote. Un primero noble, manejable
y con calidad, ayudó a que el arandino se sintiese a gusto y el público
acompañase la estilista faena de un Morenito que posee el sello de la armonía
cuando se relaja. Lo hizo en un par de tandas por la derecha frente a ese
primero pero alargar en exceso la faena dejó el asunto en destellos y poco más.
Sin embargo, el arandino se atascó frente al tercero, un toro encastado, de los
que valen en Madrid si se tira la moneda al viento. No hubo moneda. Faltó
carácter y sobró viento. Su tercero, no dio opciones.
Fandiño rugió con las armas que siempre fueron las suyas: el
amor propio. Su lote se prestó menos con excepción de un sobrero de José Luis
Pereda que se movió y le dejó correr la mano por el lado derecho. Con la espada
cautivó y puso el corazón en un puño a la plaza de Madrid al tirarse como un
titán sobre los pitones. Momento emotivo del de Orduña. Épica del vizcaíno.
Había mucho en juego. Dos toreros que presumen abiertamente
de ser educados entre ellos pero sin cultivar eso que llaman amistad. En los
quites se notó esa desafección entre ambos. Tú vas. Y yo más. Con poca
brillantez pero queriendo. Gaoneras de Fandiño, que en el primero fue prendido.
Más gaoneras en el tercero, al que Morenito replicó con verónicas de manos
bajas.
Abrió tarde un ejemplar muy noble que cogió a Ivan Fandiño
muy feo cuando se hizo presente en quite por gaoneras. El animal se prestó con
todo muy medido, incluida su aterciopelada clase. Morenito se gustó en un par
de series, una por cada pitón. Hubo muletazos sueltos pero sin redondear. La
faena se esfumó por su largo metraje y su error con el acero.
Le faltó apostar en serio a Morenito con el tercero un toro
de tirar la moneda al aire. Quiso mucho el arandino que vio las opciones al
animal, brindándolo al público. El viento contribuyó mucho a que no se sintiese
cómodo el diestro que hilvanó una faena que no se terminó de resolver mientras
el toro se movió sin domar. En el turno de quites, Morenito se lució por
verónicas a pies juntos que tuvieron el sello propio del ribereño.
Con el quinto, último de su lote, se esfumó cualquier
posibilidad de triunfo por la rebrincada condición de un toro carente de ritmo
y que se movió con la cara entre las manos.
La actitud de Iván Fandiño con su primero no fue suficiente
por la forma de protestar del animal. Solidez del de Orduña que apuró las nulas
opciones de un toro tan hondo como deslucido. Tampoco tuvo fortuna Fandiño
frente al cuarto que no tuvo fuerza y fue muy protestado por su condición.
Abrió el vizcaíno por las manifiesta endeblez del animal que se arrastró en
medio de una sonora pitada. La raza de Fandiño floreció frente al sexto con la
tarde agonizada. Faena de entrega y un espadazo de los que demuestran las
ansias por recuperar crédito y tiempo perdido. A tumba abierta. Se pidió la
oreja aunque faltó petición.
MARTÍN LORCA / Morenito de Aranda e Iván Fandiño
Toros de Martin Lorca, el 2º
con el hierro de Escribano Martin.
Bien presentados, dispares de hechuras y juego. Bueno el 1º, encastado el 3º y
deslucidos 2º, 4º y 5º. Un sobrero, 6º bis, de José Luis Pereda, manejable.
Morenito de Aranda, de grosella y oro. Pinchazo y estocada.
Aviso (ovación). En el tercero, estocada desprendida (silencio). En el quinto,
estocada casi entera (silencio).
Iván Fandiño, de caña y oro. Pinchazo y media estocada
(silencio). En el cuarto, estocada (silencio). En el sexto, estocada
encunándose sobre los pitones (petición y saludos).
Monumental de Las Ventas. Domingo, 27 de marzo de 2016. Menos de media
entrada.
Morenito de Aranda |
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