El emergente nuevo valor de
Barajas vuelve a salir a hombros, como en Castellón y Olivenza, esta vez
acompañado de Cayetano Rivera Ordóñez.
LUCAS PÉREZ
Illescas (Toledo)
Diario ELMUNDO de Madrid
Maximino Perez ha hecho de Illescas su Brihuega particular.
Hasta el nombre ha heredado la cita: 'corrida de la primavera' se anunciaba
ayer el festejo con Ponce, Cayetano y López Simón en las fiestas del Milagro de
la localidad toledana.
El milagro, por llamarlo así, se hizo esperar hasta el
sexto. No fue el de más clase de la corrida pero sí tuvo la movilidad y la
codicia suficiente como para permitir a López Simón mostrar su dulce momento. Y
por qué es una de las grandes ilusiones de cara al futuro.
Inició la faena muy vertical, por alto, sin mover las
zapatillas ni un milímetro para continuar en redondo en los medios. Los toques
precisos, los tiempos justos y la técnica de quien pareciera llevar muchos años
en la élite. El toreo fundamental, (largos los naturales mediada su obra), dejó
paso al final a los circulares por la espalda y los recursos efectistas. Sólo
un pinchazo previo a una media que bastó dejó la cosa en una oreja.
Protestaron al tercero por falta de fuerza pero el de
Algarra, bravito y bien tratado por Simón, fue a más en la faena, que alcanzó
su punto más alto relajado en redondo. Al natural apuró la clase del toro, muy
cruzado, y la plaza se le entregó. También la espada aquí había reducido el
premio.
A López Simón le acompañó a hombros Cayetano. Salió con pies
su primero. Y lo aprovechó para recibirlo variado y animoso. Faltó temple en la
apertura de muleta y el toro claudicó repetidas veces. Mejoró después en los
pulsos y ahí obtuvo Cayetano los momentos más lucidos de una labor tan amable
como la respuesta desde el tendido. Tres naturales postreros fueron lo mejor
por ajuste y largura.
El quinto le exigió más. Se movió de forma irregular y,
aunque no siempre con clase, respondió a los toques el de Algarra. Inició de
rodillas su faena Cayetano y en los medios se esforzó por cogerle el ritmo a la
embestida. Cuando lo logró, no siempre, los muletazos tuvieron emoción. La
oreja que le abrió la puerta grande se le concedió con mucho cariño.
En la Festividad del milagro, ni la milagrosa técnica de
Enrique Ponce sirvió para sacar partido de un lote infumable. Soso, deslucido y
a menos fue el que abrió plaza. La apertura de faena, suave, templada, muy
torera, hizo albergar alguna esperanza a la parroquia, pero tras la primera
tanda en redondo, el algarra se paró, se desentendió de los engaños y ni
siquiera el sabio el maestro de Chiva pudo obtener lucimiento.
Para colmo de la mala suerte en con sus toros, a la poca
raza de este se unió la invalidez del cuarto, con el que nada pudo hacer y que
había brindado a Victoria Federia y Felipe Juan Frolián, hijos de de la Infanta
Elena y Jaime de Marichalar. También fue para ellos del brindis de López Simón
en el sexto.
El milagro, en esta corrida de primavera, había sido para
él.
ALGARRA / PONCE, CAYETANO Y LÓPEZ SIMÓN
Plaza de toros de Illescas. Sabado, 12 de marzo de 2016. Corrida de la
primavera. Casi lleno.
Toros de Luis Algarra,
correctos de presencia y de juego variado; deslucido el 1; con movilidad el 2;
más justo de fuerza y de gran clase el 3; invalido el 4; exigente el 5 y bueno
el 6.
Enrique Ponce, de tabaco oro. Pinchazo y estocada
(ovación). En el cuarto, pinchazo, estocada y descabello (ovación).
Cayetano, de espuma de mar y oro. Pinchazo y
estocada (oreja). En el quinto, pinchazo y estocada (oreja). Salió a hombros
con López Simón.
López Simón, de azul marino y oro. Pinchazo y estocada
(oreja). En el sexto, pinchazo y estocada (oreja).
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