El ganadero analiza la actualidad de su hierro:
"Buscamos el toro para que el torero crezca y el toreo evolucione;
admitimos que somos toreristas"Este sábado lidia en Málaga una de las 18
corridas que tiene para 2016: "Hemos encontrado la regularidad después de
dos o tres años malos".
Álvaro Núñez da la vuelta con Manzanares tras indultar a 'Arrojado' en 2011. |
JUAN DIEGO MADUEÑO
Madrid
@juandimc
Diario ELMUNDO de Madrid
Núñez del Cuvillo es una factoría de embestidas, el método fordiano aplicado a la naturaleza brava. Álvaro, su propietario, un hombre envuelto en guarismos, consiguió el milagro de la regularidad, despejó la incógnita en la amalgama de sangres que reúne y aún busca como un zahorí su concepto de embestida.
Diario ELMUNDO de Madrid
Núñez del Cuvillo es una factoría de embestidas, el método fordiano aplicado a la naturaleza brava. Álvaro, su propietario, un hombre envuelto en guarismos, consiguió el milagro de la regularidad, despejó la incógnita en la amalgama de sangres que reúne y aún busca como un zahorí su concepto de embestida.
"El toro bravo es el que embiste mejor cuanto más
sometido va. La bravura es crecerse en el castigo. La palabra que la define muy
bien es 'profundidad'. El ideal es un toro que cuando llega al embroque coloca
la cara, se reduce dentro del muletazo y sale impulsado gracias al fondo. El
toro reduce la velocidad cuando el torero lo lleva prendido, si el toque es
brusco no ocurre", señala.
"Además, no debe tener mucho movimiento",
continua, "así se tapan los defectos: el toreo tiende a reducir los
espacios conforme avanza la tanda, el toro debe ir por convicción en el cuarto
o quinto muletazo, que es lo que les molesta. Para eso se necesita entrega y
bravura y no forma física. Buscamos el toro para que el torero crezca, no nos
da vergüenza decir que somos toreristas, y el toreo evolucione. Estamos en
ello".
La producción vuelve a coger vuelo después de un bache de
casi tres temporadas. "Fue un error nuestro, está claro. Nos equivocamos
con algunos sementales y ya hemos quitado todo lo que dieron. Veo muchos vídeos
y encuentro defectos que se escaparon en su momento; luego los desarrollan sus
hijos; hasta que no pasan cinco años no lo puedes saber. De todas formas, creo
que el año anterior ya salimos de ese momento malo y volvimos a la regularidad.
Hubo toros realmente buenos".
"Buscamos el toro para que el torero crezca y el toreo
evolucione, no nos da vergüenza admitir que somos toreristas", afirma
Un 2015 que apuntaló lo que llega: 18 corridas a repartir
entre varias plazas de primera. "Esta es una temporada especial por muchos
motivos. Estar dos tardes seguidas en Sevilla es algo insólito, creo, y José
Tomás vuelve a lidiar nuestros toros, lo que nos alegra e ilusiona".
¿Qué ha cambiado
con el torero de Galapagar?
"Ha sido una decisión suya, nos llamó y nos dijo que
quería torear lo nuestro. En aquel enfado tuve gran parte de culpa. Mantuve una
relación muy estrecha con él, sobre todo cuando estuvo retirado, y que vuelva a
nosotros me da mucha satisfacción. La ganadería ha avanzado y es
ilusionante", subraya con la tarde de Jerez en la cabeza.
"Además, se están negociando otras, ahí andan, a ver
qué ocurre". Los primeros compromisos del año han arrojado un resultado
dispar. "La corrida de Olivenza tuvo un denominador común: buen fondo,
ritmo y buen estilo. Roca Rey estuvo sensacional. Estamos ante ese tipo de
torero que sale de vez en cuando".
En Valencia la sima y en el horizonte Sevilla y Madrid.
"Como salgan las cosas mal en Sevilla...", se preocupa. "A
Madrid van tres toros que me gustan mucho, me encantan. Ojalá podamos
lidiarlos: el 146, 165 y 202. Los otros tres son más normales. A Las Ventas
vamos en mejores condiciones que otros años. Es una plaza difícil para
nosotros, aunque hay tres o cuatro toreros que han abierto la Puerta Grande con
toros nuestros. Cuando todo se pone en paz, surgen las cosas", señala.
En todo este tiempo, Cuvillo ha logrado no perderse en el
extenso laberinto del hierro que ha formado. "En realidad, tener una
ganadería larga tiene muchas más ventajas. Te permite solucionar los problemas
rápidamente. Así lo hemos hecho este año. Las ganaderías que embisten son las
que más productos tienen", reconoce consciente de la dificultad de
encontrar la veta de oro en los estratos de genes que moldea. "Tenemos
sangre de Domecq, Osborne y Núñez... en 20 años hemos ido refrescando, siempre
lo hacemos. Creo que se puede hablar de encaste propio, aunque no deba decirlo yo.
De Parladé se dice y crió toros 11 años. Mi padre lleva 34", afirma
pragmático. Y alcanzó la cumbre en 2011, después de varios años de progresión.
"El indulto de Arrojado fue la cúspide. La consagración después mucho
tiempo y trabajo".
Un trabajo, el del ganadero de bravo, cada vez más alejado
de la sociedad. "La gente no sabe lo que puede aportar la ganadería.
Representa justo el ideal contrario del animalismo moderno. Para ellos el
animal casi habla y el toro bravo tiene fiereza y se crece en el castigo.
Representa el trabajo del hombre en la creación de una especie y el poder, la
bravura. En la sociedad de la mentira, que esconde la muerte, la tauromaquia es
la verdad y eso no lo quieren ver", observa.
"El torero igual", avanza, "forma parte de un
ritual, se juega la vida limpiamente y es lo que le da derecho a matar al toro.
Ya casi nadie pone en riesgo su vida por un ideal y el torero sí",
sostiene.
Los costes de la ganadería, además, son altos. "Ahora
parece que remonta un poco la situación porque es un reflejo de la sociedad.
Pero se ha pasado muy mal, algunos ganaderos se han tenido que quitar".
La presión es otro factor: la responsabilidad asfixia cada
tarde. "La presión de mi padre y mía es por que embistan bien los toros.
Estás dando forma a la naturaleza y cuando no sale es frustrante. Hemos pasado
por todo. El fracaso es lo habitual y lo que importa es no aburrirse",
ataja. "Hay que aprender de todos, tener perserverancia e inquietud. Sobre
todo, lo que más me ha aportado la ganadería es haber estado junto a mi padre
codo con codo desde los siete años".
¿La reacción a los
ataques llega tarde?
"Puede que sí, pero es un primer paso. La Fundación del Toro dará
sus frutos. Estuve en Valencia hace unos días, en la manifestación, y fue
impresionante", reconoce. "Fue una convocatoria transversal, con
muchos jóvenes, niños. Me llenó de felicidad y cargué las pilas. Hay un pueblo
detrás de la Tauromaquia
y legislar contra el pueblo es complicado".
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