miércoles, 28 de noviembre de 2012

Toros de Ernesto Gutiérrez para la Feria del Sol 2013

Tardes de triunfo importantes han propiciado los toros del ganadero Miguel Gutiérrez en Venezuela a lo largo de numerosas presencias, lamentando sí, lo ocurrido en la pasada Feria del Sol, donde sus pupilos rozaron el rizo del irrespeto de la afición por sus evidente manipulación de astas, ante las narices de todos…

RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Sin duda alguna que es y ha sido una de las ganaderías de mayores pergaminos que el campo bravo colombiana ha podido conjuntar. La maravillosa alquimia de amalgamar dos encastes de respeto y únicos como es Santa Coloma-Murube ha derivado a través de la meticulosa selección en el campo en un toro de nobleza y bravura supina, que propicia por estos lares faenas de ensueño a toreros de superlativo rodaje, como el caso de las figuras ibéricas que se presentan en los distintos ruedos de la América taurina. La gran mayoría de ellas se anotan a “ojos cerrados” ante su anuncio.

El hecho es que la Empresa Taurina Hermanos Rodríguez Jáuregui anuncia de nuevo la contratación de la vacada propiedad del ganadero caldense Don Miguel Gutiérrez, quien lidia a nombre de su señor padre, Ernesto Gutiérrez, luce divisa negro y oro y pasta en la hacienda La Esperanza y La Florida asentadas estas en el departamento de Caldas, para el abono del 2013, lo que le une a las ya contratadas de Rancho Grande/El Prado/La Consolación trío que pertenece a la familia Molina Colmenares; Santa Fe y Campo Pequeño, a su vez de la familia Rodríguez Lemus y Rodriguez-Manfredi, y para rematar hasta los momentos, a falta de definir el lote a pasaportarse en la nocturna de rejones, un encierro del hierro colombiano de Juan Bernardo Caicedo.

Se da la circunstancia que este año, uno de los encierros de toros más vergonzosamente manipulados de astas en la Plaza de Toros de Mérida haya sido precisamente el que envió Don Miguel Gutiérrez a Mérida, quien sin quitarle un mínimo de su respeto como ganadero, sí que fue verdad que faltó al de la afición emeritense al prestarse al “fraude” con la que se confabularon primerísimas figuras del toreo que aquella tarde despacharon semejante lote de “chotos”, ante el vergonzoso descaro y condescendencia de autoridades de la Comisión Taurina y como no de algunos personeros de los medios de comunicación.

Los toros cuyos números guardo en la memoria como fueron el 82, 114, 96, 204, 105, 143 y 156 de Ernesto Gutiérrez, si bien fueron un dechado de nobleza, a tal punto de permitir el triunfo de Puerta Grande a El Juli con tres orejas, y otra más a Castella y El Califa de Aragua el día de su alternativa, con vuelta al ruedo a uno de sus toros, no escapa en dejar claro que aquello fue un timo a la dignidad que debe tener un toro de lidia al salir a cualquier plaza de toros, como son sus pitones.

Ojalá y en esta ocasión, la del 2013, Don Miguel Gutiérrez se reivindique ante los aficionados merideños como el gran criador de toros que es, ese que ha sabido darle a su tierra y a Colombia un tesoro en cuanto a bravura se refiere… pero que en esta oportunidad lo haga con toros inmaculados de trapío (entiéndase pitones y fenotipo en la línea que atesora sus pupilos) y sobre todo de respeto por quienes gustamos del toro integro en la plaza, por encima de imposiciones de terceros, que lejos de beneficiar, le han un gravísimo daño a la fiesta brava.

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