Doctorado del sobrino de “Morenito de Maracay” ante ejemplares
de Los Ramírez
Alternativa de José Nelo "El Ciclón", apadrino su tío el Maestro José Nelo "Morenito de Maracay" y testigo Leonardo García "Leonardo de Maracay". |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Foto
reportaje: Aníbal García Soteldo
Poco menos de media plaza, mucho cemento
descubierto en los tendidos del bello coso de Calicanto, así como el juego
potable de algunos ejemplares del hierro de Los Ramírez, es el marco
de la corrida de este pasado domingo, en la corrida de cierre de la temporada en
la arena de Plaza de Toros de Maracay.
El cartel reunía terna de espadas locales,
como es el caso del veteranísimo José
Nelo “Morenito de Maracay”, al lado de los jóvenes José Alberto García, el cual se hace llamar “Leonardo de Maracay”, y
el toricantano Enrique Nelo, quien tomaría
alternativa, de mano de su tío, el mencionado Morenito.
Dispar juego lo que se trajo de la finca Monterrey el joven Ricardo Ramírez, pues en la en cada una de las lidias les faltó
remate a las embestidas de los variopintos ejemplares. Los hubo con nobleza,
bravura, y con genio en algunos momentos, lo que a la postre dejó la sensación que
entre los entendidos, que bien se les pudo aprovechar de mejor manera.
Enrique
Nelo recibió al toro de su estreno, el cual llevó por
nombre «Cumplidor» N° 184 de 427
kilos, jabonero de alegre y larga embestida por verónicas en el tercio. Le cuido
en varas y le banderilleó con soltura, para luego hilvanarle series por ambas
manos de variado repertorio. Abrevió labor, cuando a más iba su trasteo, lo que
dejo un halo de escasa ambición de triunfo, para despacharle de media donde el
puntillero hizo dilatar agonía, recibiendo del paisanaje una oreja, que
pudieron ser más, si se lo hubiese propuesto.
En el que cerró plaza, nuevamente la voluntad hizo
de su actuación referencia, luciendo solvente nuevamente en banderillas, así
como por momentos sobre la mano diestra con la pañosa. Tras dos viajes con el
acero, fue ovacionado.
“Morenito de Maracay” en su penúltimo
paseíllo en este ruedo, se las vio a primeras con un serio y bravo jabonero que
nuevamente exigió al veterano coleta el carnet de la veteranía. Estuvo en plan
lidiador José Nelo, donde por la
derecha fueron los pasajes más lucidos de una actuación en la que estuvo ayuno
el aguante y poder, que bien se le pudo haber exigido a Morenito años atrás, no a estas alturas, de retirada. Tras errar
con el acero, y de nuevo la pifia del “cachetero”,
división de opiniones fueron el veredicto.
Facultades con su sello de identidad como lo
fue el “par al quiebro” ante su
segundo, fue a priori lo mas relevante de actuación, para de nuevo en la muleta
adornarse con series por ambas manos en especial por la derecha y los de pecho,
de emotiva conexión con el tendido. La ración de tres cuartos y golpe con el
verduguillo fueron suficiente para que Don Luis
Castellanos asomara el pañuelo moquero desde su palco.
Leonardo
García se le vería dubitativo y falto de ideas en su
lote. Ante el tercero, no le vio por donde echarle mano, esto tras incluso
haber atropellado al ya falto de reflejos subalterno Jesús Nadales, una guinda de lo que fue un poco resolutivo peonaje
a lo largo de la tarde. Se le silencio con algunos pitos desde lo alto de la
grada.
Lo mas torero del torero de Cagua vendría ser
sus lances a la verónica ante el quinto, meciendo las bambas del percal, con
gracia y torería. Poco más, pues el toro pronto busco cobijo de tablas, a donde
García por momentos intento pero no
pudo. El pinchazo previo a estocada desprendida fueron receta toricida para ser
silenciado.
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