Arturo Macías
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Burladero
América / México / SuerteMatador
Fotos: EFE
La segunda corrida de la Temporada Grande
Internacional 2012-2013, con casi tres cuartos de entrada en el sector numerado
y bajo un clima frío y amenaza de lluvia, tuvo como triunfadores a los diestros
Arturo Macías y Octavio García El Payo, quienes cada uno obtuvieron un
apéndice, apuntando también que si el rubio torero hubiera atinado con los
aceros se habría hecho de cuatro orejas y quien también hubiera cortado las
orejas fue el español Alejandro Talavante no estar mal con el alfanje.
De esta manera, se lidiaron ejemplares bien
presentados de la dehesa queretana de Barralva, siendo bueno el lidiado en
tercer lugar que recibió el arrastre lento a sus despojos. Regulares resultaron
el primero y el segundo, mientras que el cuarto y el quinto dieron complicado
juego.
En el toro que abrió plaza, llamado Príncipe,
el torero de Aguascalientes lanceó bien a la verónica. En el tercio de varas
Javier Prado picó con justeza y quitó entonces Arturo por vistosas saltilleras
rematando con una revolera y una brionesa para ser ovacionado. Con la muleta
comenzó a corta distancia en los medios con dos cambiados por la espalda,
intercalando el de pecho, para luego torear por el lado derecho, llevando el
engaño a media altura por una evidente falta de fuerza en los remos delanteros
del “socio”. Por el izquierdo la historia fue la misma pero eso sí, Macías
siempre haciendo el toreo con asentamiento y una clara y torera disposición por
los dos perfiles.
Siguió despatarrado por el derecho, ligando
pases intensos y templados, adornando con la arrucina y el forzado de pecho.
Atemperó con talento en otra serie, previo trincherazo, para finalizar con
ceñidas manoletinas coronadas con el de la firma y un desdén. Mató de estocada
entera para cortar una más que merecida oreja que le otorgó con buen tino el
juez de plaza debutante Jesús Morales para a continuación recorrer el anillo el
espada bajo las notas musicales de “Pelea de Gallos”.
A su segundo nada le hizo con el capote de
inicio pero mejor se vio en un variado quite, no muy aseado, a través de una
chicuelina, una navarra y una caleserina. Con la sarga, previo brindis al
reconocido cantautor ibérico Joaquín Sabina, comenzó doblándose con suavidad
para luego estar valiente por el lado derecho con un ejemplar nada fácil hasta
sufrir un susto que no pasó a mayores. Siguió en la cara del toro para estar
más que dispuesto a pesar de las complicadas embestidas del astado. El trasteo
permaneció en tenor similar, cayendo en un bache, por lo que Macías decidió
cortar por lo sano con estocada honda y tendida.
Alejandro Talavante, en el primero de su lote,
veroniqueó con lucimiento a pies juntos y después quitó por chicuelinas para
terminar templándolo por delante, caminándole hacia atrás, y aprovechar el
viaje para rematar con una revolera. Su labor muleteril la brindó igualmente al
artista Sabina para empezarla doblándose con torerismo, aunque el astado
también acusaba debilidad de remos.
Ya erguida la figura, el extremeño optó por
torear al natural con voluntad para pasarse luego el engaño a la derecha y por
ahí hacer el toreo con aguante. Siguió alternando los lados con valentía,
sobresaliendo su quehacer diestro, por donde llevó templado y embebido en la
tela roja al barralveño e intercalando adornos de mucha inspiración traducida en
desdenes, los de pecho y un trincherazo. Vino entonces el toreo en tablas y en
un palmo de terreno, con arrojo y buen trazo. Acabó de tres pinchazos, otro
hondo tendido soltando y tres golpes de descabello para recibir un aviso.
En su segundo bregó con oficio en tanto que
con la franela comenzó su labor con cinco muletazos vaciando por alto y sin
mover las zapatillas en la zona de los tableros para luego estructurar una
faena de mucho mérito, por las dificultades del burel, principalmente por el
pitón derecho, obligándolo y marcándole la vereda por donde debía ir. Y así
cuajó la pieza torera, aguantándole de verdad. No acertó con la espada y fin de
la historia.
El queretano en el primero que le tocó en
suerte veroniqueó con voluntad. Su quehacer de muleta la comenzó en los medios
con dos cambiados por la espalda, dos de pecho y el desdén, perdiendo las manos
el astado. Rearmó sus trastos el torero y por el derecho ejecutó tres templadas
y largas tandas de buen gusto. Persistió por ese pitón para cuajar la mejor
serie y entonces pasarse la sarga a mano siniestra y recrearse en todos y cada
uno de los lances que dibujó en el ruedo, lo mismo que cuando regresó a su
labor derechista, adornando con el cambio de mano por delante.
Cerró su faena con pases en redondo y sin
enmendar el terreno, además de manoletinas para finalizar matando de dos
pinchazos y estocada honda contraria, siendo ovacionado con fuerza en el tercio
y al noble astado de Barralva, Cachetón de nombre, mereció el honor del
arrastre lento a sus restos.
Y en el que cerró el festejo El Payo lanceó
bien a la verónica a Maitecho. Buena vara de Salomón Azpeitia y con la muleta
el diestro queretano, al igual que sus alternantes, le brindó a Joaquín Sabina,
iniciando en el centro del ruedo con pases variados aunque el toro acusó falta
de fuerza. Por el lado derecho largó tela con temple y calidad, intercalando un
cambio por la espalda y el de pecho.
Por el izquierdo, a media altura, logró buenos
momentos pero decidió darle curso al trasteo por el perfil diestro con mucha
clase y acto seguido meterse entre los pitones y aguantando sacarle muletazos
de gran valor. Una labor de pleno consentimiento por ambas manos, haciendo el
toreo lento y artístico, en redondo, con un sello muy personal y a la mínima distancia
como las bernardinas ajustadísimas que ejecutó. Terminó de media estocada
trasera y tendida, además de dos golpes de descabello para recibir una valiosa
oreja que se tuvo que guardar ante algunas protestas injustas.
En fin, un regreso feliz a la gran plaza de
Arturo Macías y un rencuentro consigo mismo y con el público de Octavio García
El Payo.
FICHA DE LA CORRIDA
Monumental Plaza México, 2ª de feria, domingo, un tercio
de entrada. Toros de Barralva, bien
presentados y variados de juego destacando el 3º que fue bravo y con nobleza y
el sexto que dio buen juego.
Arturo Macías: oreja y silencio.
Alejandro Talavante: palmas tras aviso y
silencio;
El Payo: ovación y oreja.
El Payo
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Alejandro Talavante
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