RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Como cierre al año 2012, el cual ha servido para que el recinto taurino más
importante en la geografía merideña, como es la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” no haya quedado
limitada a solo activa función por época de la Feria del Sol, la constante presencia
de los alumnos de la Escuela Taurina “Humberto
Álvarez” ha mantenido ese halo de esperanza que bien se espera resurja en
la semilla de jóvenes toreros que anhelan la gloria del triunfo en arenas
venezolanas.
Y aún cuando esto parezca utópico, el camino lo marcan la labor desinteresada
de padres y representantes con ansias de ver a sus hijos en actividades ligadas
al lio del toro, como en este caso lo ha venido haciendo la mencionada escuela,
de la que se rescata su encomiable y admirable desempeño por no dejar en simple
toreo de sombras la ilusión de estos jovencitos, quienes a lo largo de estos
meses han visto la cara al toro y a las vaquillas en reiteradas ocasiones,
hecho que otras épocas era casi un milagro.
Para este próximo 22 y 23 de diciembre precisamente la Escuela Taurina “Humberto Álvarez” cerrará ciclo por
este año, con la escenificación de dos festejos menores, contando como
principales protagonistas sus más aventajados alumnos.
Así tenemos que este Sábado 22 se corran reses de la vacada emeritense
de Bellavista, propiedad del
Dr. Luis Ortiz, para los novilleros merideños Camilo Cepeda, Francisco
“Chico” Paredes y Gabriel
Vivas, este último de la Escuela Taurina de Tovar; además de los
becerristas Daniel “Chiguarita”
Vergara de Mérida, Joselito Vázquez, de San Cristóbal y Jesús
Alvarado de Maracay.
Al día siguiente la responsabilidad, vestidos de luces, será para los
novilleros Carlos Sulbarán, José Antonio Salas, Jeyson Quintero “Finito de Mérida”, Samuel Rivas y Alejandro
Mejías, quienes nuevamente se las tendrán que ver con utreros de Bellavista, lo que servirá también para
los instructores de la escuela sacar balance de su desempeño a lo largo de este
periplo, en la que a pesar de las dificultades que embarga la fiesta brava en
el país, se puede sembrar en terreno fértil como el de la juventud e ilusión de
los posibles toreros del mañana.
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