sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Del G-10 al G-Todos?


CARLOS CRIVELL

A estas alturas parece que el G-0 tendrá que llamarse de otra forma  (G-2.G-5 o incluso G-0). Manzanares ya ha dicho que el G-10 no existe, ahora sería el G-Nada. El nacimiento de este grupo fue interesante. No sé si era una necesidad, tampoco estoy seguro del milagro cuando luego se empeñaron en buscar aumento de ingresos por televisión, pero era muy bueno que los toreros unieran sus intereses. La pregunta a estas horas es quién es quién en este grupo, qué han hecho y qué es lo que no han hecho y hacia dónde se  encamina el futuro.

En el grupo inicial había de todo. Una figura incuestionable como Enrique Ponce, que ya a estas alturas está en retirada. Dos espadas en manos de Curro Vázquez, Morante y Cayetano. Dos espadas especiales. Cayetano era más bien un nombre, la prueba es que ya no existe. Se dice que se han marchado El Fandi y El Cid, pero Cayetano se ha retirado y tampoco cuenta. Morante es un torero diferente. En manos del equipo mexicano puede que ya no le interese ningún grupo. Dos figuras grandes: El Juli y Manzanares. El primero, con un apoderado independiente y principal inspirador del grupo. El segundo, en manos de un apoderado de ANOET. No se olvide que ANOET ha denunciado al grupo ASM, encargada de gestionar los contratos televisivos. Manzanares ya se puede considerar fuera del grupo después de decir que la asociación no existe. Talavante también está en manos de ANOET. Queda Perera, independiente, y el simbolismo de César Jiménez, que a saber quién le llamó para meterse en el invento. Debía faltar uno para llegar a los diez.

El G-10 no era malo, en absoluto. La prueba es que han trabajado por la Fiesta, han empujado para el paso a Cultura, han facilitado la  retransmisión de la corrida por TVE, se han ido a Colombia a luchar por la Fiesta, en fin, han estado en el frente, no todos, pero en general era un grupo positivo.

El grave error del G-10 es que se pusieron en manos del grupo ASM para que negociara sus contratos televisivos. Y ese detalle, posiblemente uno más, fue el que tomó el mayor protagonismo. De un lado se desplazó a los apoderados; de otro, se incluyeron cláusulas abusivas. Los empresarios las han denunciado, se admitió a trámite su denuncia y ahora pueden llegar sentencias. El G-10 no es malo, pero se equivocó o no fue capaz de separar sus intenciones con el  asunto de los dineros de la televisión, que fue lo más comentado. En estos momentos, ASM lo tiene complicado. El elemento duro del G-10, El Juli y Perera, casi se han quedado solos. Insisto que los demás cuentan poco o saldrán en breve. Qué pintan Manzanares y Talavante en un grupo que ha sido denunciado por sus propios apoderados.

Creo que habrá que refundar otro nuevo grupo de toreros que siga los caminos de promoción y defensa de la fiesta pero que rompa la imagen que creó ASM, puramente mercantilista, que ha sido el detonante del fracaso del grupo. Y lo mejor sería que se llamara G-200, porque la defensa y promoción de la fiesta es competencia de todos, no solo de diez toreros especiales. Se dice que El Cid y El Fandi son de perfil bajo. Pues baja tela, porque el de Granada es el  primero del escalafón y El Cid es un gran torero. Así que ni G-10, ni  G-0, debe fundarse el G-todos. 

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